Por qué bostezan los gatos

La explicación más obvia de por qué bostezan los gatos es porque tienen sueño o acaban de despertarse. Esto ocurre porque bostezar implica un incremento de la frecuencia cardiaca, una mejor oxigenación de los pulmones y una renovación de la energía, lo que ayuda al gato a “despabilarse”, ya sea para alejar la pereza o para mantenerse despiertos cuando necesitan estar alertas.

Recordemos que los gatos dedican bastante tiempo a sus siestas y pueden llegar a dormir entre 14 y 16 horas diarias en la edad adulta. Entonces, no es extraño que veas a tu minino varias veces al día, antes o después de disfrutar de su merecido descanso. Si quieres saber más sobre las rutinas oníricas de tu compañero, no dejes de echar un vistazo al siguiente artículo sobre "¿Cuántas horas duerme un gato al día?".

En este caso, hablamos de un comportamiento totalmente natural y esperado, por lo que no es necesario que intervengas. Una posible excepción se daría en caso de que observaras que tu minino parece estar siempre muy cansado y/o somnoliento, lo que nos lleva al siguiente apartado sobre por qué los gatos bostezan.

Hay ciertas condiciones que pueden provocar un incremento en la somnolencia o provocar un cansancio extremo que hacen que los batos bostecen más de lo habitual. Algunos ejemplos serían las patologías infeccionas como la panleucopenia felina y la inmunodeficiencia en gatos (anteriormente conocida como “SIDA felino”), así como las insuficiencias cardiacas y renales.

Entonces, si percibes que tu pequeño felino duerme mucho y no quiere jugar, o si está muy decaído y pierde el apetito, lo mejor será llevarlo al veterinario para constatar su estado de salud y descartar cualquier causa patológica. Puede que te interese el siguiente post de SoyUnGato con "Posturas de un gato enfermo".

Los gatos de edad avanzada son más propensos a desarrollar una serie de problemas de salud, entre los cuales se incluyen enfermedades degenerativas como la artritis. Además de causarles dolor, esta patología evoluciona de manera progresiva y va limitando su movilidad, por lo que moverse implicará un esfuerzo cada vez más significativo.

Entonces, es natural que un gato que sufre de artritis vaya perdiendo el interés en jugar, saltar, correr y hacer otras actividades que solían encantarle. Empieza a dedicar más tiempo a sus siestas, lo que puede traducirse en un incremento de los bostezos.

También hay que tener en mente que, a medida que nuestros gatos envejecen, su metabolismo se ralentiza y sus sentidos se van deteriorando progresivamente. Por ello, incluso un minino saludable tiende a volverse menos activo con el pasar de los años. Así mismo, es importante que, como tutores, les propongamos actividades adaptadas a sus limitaciones y brindemos los cuidados fundamentales en esta última etapa de su vida. En SoyUnGato, hemos preparado una guía completa de "Cómo cuidar a un gato anciano", ¡no te la pierdas!

Una de las razones más comunes que explican por qué bostezan los gatos está relacionada con la necesidad de aliviar la tensión acumulada debido a la exposición a situaciones estresantes. Y lamentablemente, tienes que estar consciente de que son muchas las cosas que pueden estresar a tu gato.

De hecho, cualquier cambio repentino en su rutina o su ambiente pueden actuar como un “disparador” para el estrés y la ansiedad en los gatos. A esto debemos sumarle la exposición a estímulos adversos o muy intensos (por ejemplo, ruidos fuertes, castigos físicos, un mal uso del regaño, etc.); la llegada de un nuevo miembro a la familia (ya sea un gato, otro animal o una persona desconocida); y nuevamente algunos trastornos o patologías que conllevan a un incremento del estrés.

Por esta razón, una vez más, lo primero que deberías hacer si percibes que tu gato está estresado, es acudir al veterinario. Mejor aún si es un experto en etología, que suele conocerse como veterinario etólogo. Y si llegas a descartar cualquier causa patológica, lo siguiente será poner atención a la rutina y el estilo de vida de tu minino para tratar de identificar la fuente del estrés para, en seguida, amenizarla o eliminarla.

En nuestro artículo sobre "Estrés en gatos", detallamos una a una las principales causas de esta condición y la mejor forma de actuar frente cada una de ellas. Allí encontrarás consejos claves para ayudar a tu minino a recuperar el equilibrio en su día a día.

Podríamos haber incluido estos dos puntos en el anterior apartado, ya que tanto el sedentarismo como la baja estimulación mental están entre las causas frecuentes del estrés en gatos. Sin embargo, como tienen muchas repercusiones en la salud y el comportamiento de nuestros mininos, hemos decidido dedicarles un espacio específico.

Un gato que lleva un estilo de vida sedentario es más propenso no solo a estresarse y aburrirse, sino que también a desarrollar problemas de conducta que, muchas veces, desencadenan una tendencia destructiva o incluso agresiva. Además, un bajo nivel de actividad física consiste en un importante factor de riesgo para el sobrepeso y la obesidad en los gatos, que son condiciones que tienden a dificultar la movilidad y mitigar la calidad de vida.

¿Qué hacer? Bueno, hay tutores que permiten a sus gatos realizar paseos solos, pero esto no siempre es seguro, en especial cuando el minino no está castrado. Otros optan por pasear a sus gatos con collar y correa, pero esta también puede convertirse en una experiencia estresante para tu minino, principalmente si encuentra muchos perros en su camino o si las calles donde vives tienen mucho tráfico y/o ruidos.

Desde SoyUnGato, creemos que la opción más segura y eficiente es enriquecer el ambiente de tu gato dentro del hogar. Ello significa añadir juguetes, rascadores, estímulos olfativos o visuales, y otros accesorios, como las plataformas o estantes elevadas para gatos, que estimulen tu minino a ejercitarse y “pongan a prueba” sus sentidos.

Aquí encuentras varias ideas para optimizar el enriquecimiento ambiental de tu gato y también puedes probar con la catnip (o “hierba gatera”) para incorporar un nuevo estímulo olfativo. Si te interesa la hierba gatera o catnip, te dejamos el siguiente enlace de Amazon donde puedes conseguirla:

Los mecanismos que los gatos emplean para regular la temperatura de su cuerpo son distintos a los nuestros. Mientras nosotros lo hacemos principalmente a través de la transpiración, ellos muchas veces usan la boca para cumplir con este propósito. En este caso, los bostezos en gatos actúan como un medio para expulsar el aire caliente de adentro del cuerpo y tomar aire fresco del ambiente.

Entonces, en los días particularmente cálidos, es posible que tu minino tenga calor y bostece para sentirse más cómodo. Este es un comportamiento instintivo que le permite mantener estable su temperatura corporal. Ahora, si vives en una región donde los veranos son muy intensos, es importante que tomes las medidas necesarias para prevenir los golpes de calor en gatos.

Muchos tutores se hacen preguntas como “¿por qué mi gato bosteza cuando me ve?” o “¿por qué mi gato bosteza cuando le regaño?”. Y la respuesta casi siempre está en problemas en la comunicación que derivan tanto de las diferencias entre el lenguaje de los gatos y el humano, como de un bajo nivel de conocimiento, por parte del tutor, sobre los códigos comunicacionales de los gatos.

En el ámbito de la comunicación humana, cuando estamos hablando con alguien y esta persona bosteza justo en nuestra cara, probablemente interpretaríamos este bostezo como una señal de desinterés o aburrimiento respecto de lo que intentamos expresar. Pero, cuando nos enfocamos en la comunicación con nuestros mininos, esta situación suele indicar confusión o frustración. Es decir, si tu gato bosteza cuando le hablas, probablemente es porque no logra entender qué mensaje intentas transmitirle.

Esto es muy común cuando un tutor trata de regañar a su gato por alguna conducta inapropiada que ha ocurrido hace cierto tiempo. Por ejemplo, imaginemos que regresas a casa y te encuentras con que tu gato ha orinado en el sofá.

Puede que lo primero que te pase por la cabeza sea regañarlo para señalar que “se ha portado mal”. Pero, debes saber que este es uno de los grandes errores al regañar a un gato, porque cuando la señalización de una “mala conducta” ocurre de forma inoportuna (es decir, fuera del tiempo adecuado), el minino sencillamente no logra conectar la actitud enojada o reprendedora de su tutor con la acción que la llevado a cabo.

Y el resultado es una sensación de frustración, confusión o incluso de estrés que hace que el gato recurra a las llamadas “señales de calma”, como los bostezos, para expresar que no desea involucrarse en un conflicto con su tutor.

Ten en mente que la señalización de una conducta inapropiada debe ocurrir en seguida de la misma conducta para ser comprendida por el felino. Además, basta con hablar un firme “¡NO!” para indicar a tu minino que algo no deba realizarse o repetirse. Es decir, no es necesario ni recomendable recurrir a ofensas, amenazas ni mucho menos a castigos, pues estas prácticas solo generan miedo y/o estrés en el minino y pueden hacerlo reaccionar de forma agresiva al sentirse vulnerable o amenazado.

Pero lo más importante es que entiendas que, antes de reprender tu gato por “portarse mal”, es tu responsabilidad enseñarle qué significa “portarse bien”. O sea, eres tú, como tutor, que debes comunicar a tu minino qué conductas son aceptables y cuáles no. Recomendamos emplear el refuerzo positivo para facilitar la asimilación de las buenas conductas y motivar que el minino quiera seguir aprendiendo. Si necesitas ayuda en este proceso, aquí tienes nuestra guía para "Educar a un gato desde cachorro".

Los bostezos no están entre los signos más comunes de que un gato tenga hambre, pero pueden llegar a ocurrir en consecuencia de largos periodos de ayuno o en situaciones de inanición que provocan debilidad, cansancio extremo y/o somnolencia. Además, las deficiencias nutricionales contribuyen para la debilitación del sistema inmune, dejando al minino más vulnerable a cualquier tipo de enfermedad.

Si recién has recogido a un gato de las calles, es importante que realices todos los exámenes necesarios, siguiendo la orientación de un veterinario, para descartar deficiencias nutricionales y asegurarte de proveerle los nutrientes esenciales en las cantidades más recomendables para recuperar su fuerza y buena salud.

Recuerda también que la alimentación del gato debe ser compatible con los requerimientos nutricionales de su edad, así como la cantidad de comida debe estar ajustada a su tamaño, peso corporal y estado de salud.

Aquí puedes conocer nuestros consejos de "Cómo alimentar a un gato en cada etapa de su vida". Además, también te dejamos el siguiente vídeo de SoyUnGato para que sepas remedios caseros para un gato que no quiere comer.

Otro motivo que explica por qué bostezan los gatos es para aliviar los mareos que pueden producirse durante un viaje en coche o en avión, o bien debido a otros factores menos frecuentes, como puede ser un tratamiento con ciertos fármacos, enfermedades que provocan la pérdida de equilibrio, o la ingesta de sustancias tóxicas para su organismo. Eso sucede porque los bostezos en gatos, al igual que en los humanos y los perros, facilita que una mayor cantidad de oxigeno llegue al cerebro, reduciendo ciertos malestares como los mareos y las náuseas.

Además, un viaje en coche o en avión, en especial los más prolongados, pueden generar mucho estrés para los gatos. Por ello, es fundamental acostumbrarlos antes al trasportín y adaptarlos progresivamente a esta experiencia. Aquí en SoyUnGato, hemos preparado los siguientes posts sobre "Cómo viajar en avión con un gato" y "Cómo viajar con gatos en coche".

Los bostezos en gatos tampoco están entre los principales síntomas de embarazo, pero pueden llegar a producirse cuando la hembra no se siente del todo segura en un entorno que le genera estrés o incomodidad, principalmente si ya ha empezado a prepararase para el parto. Ten en mente que, al principio de la gestación, las gatas suelen mostrarse más mimosas y demandantes de la atención de sus tutores.

Pero su comportamiento cambia cuando se acerca el nacimiento de las crías, pues tienden a buscar un lugar donde resguardarse y prefieren no ser tocadas o manipuladas con mucha frecuencia, porque se sienten vulnerables y deben proteger a si mismas y a sus cachorros.

Además, el embarazo en las gatas supone un aumento del apetito y de la necesidad de descansar para ahorrar energía y evitar exponerse a contextos desfavorables. Entonces, es completamente normal que una gata embarazada duerma aún más de lo habitual y, por ende, tienda a bostezar con más frecuencia.

Si desconfías que tu gata puede estar embarazada, lo mejor es acudir a un veterinario para tener la confirmación mediante la realización de un examen físico y una ecografía. En caso de que el resultado sea positivo, no dejes de echar un vistazo a nuestros "Consejos para cuidar a una gata preñada".

Por último, pero no menos importante, recuerda la importancia de prevenir camadas no planificadas mediante un control reproductivo eficiente. Aquí te explicamos las "Diferencias entre castrar y esterilizar a un gato", junto con los pros y los contras de cada procedimiento.

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