Artritis en gatos: síntomas y remedios caseros

La artritis u osteoartritis es una enfermedad inflamatoria articular debido a causas infecciosas o no infecciosas. La artritis puede afectar a una sola articulación o a varias, llamándose en este caso poliartritis. Consiste en un proceso inflamatorio de los huesos del gato y en el desgaste de los cartílagos que recubren y protegen la articulación, lo que acaba ocasionando una rigidez, una pérdida de movilidad y dolor, entre otros síntomas.

La osteoartritis se trata de una enfermedad degenerativa que empeora poco a poco, al igual que otra enfermedad con la que se suele confundir: la artrosis. Esta última, sin embargo, es el desgaste permanente e irreversible de los cartílagos articulares, más frecuente en gatos de edad avanzada, mientras que la artritis es un proceso inflamatorio que puede aparecer a cualquier edad. En este otro artículo hablamos sobre la Artrosis en gatos.

Un gato con artritis presenta signos clínicos asociados muy molestos, como los siguientes:

• Pérdida de la movilidad normal de la articulación.
• Hinchazón.
• Aumento de la temperatura de la zona o enrojecimiento.
• Dolor que causa cojeras.
• Atrofia de la musculatura asociada a la articulación afectada.
• Crepitaciones y crujidos de la articulación dañada.
• Rechazo al movimiento e incluso a levantarse de los sitios.
• Cambios en el comportamiento o estado de ánimo del gato, mostrándose más apático, agresivo o distante de lo habitual.

En casos de gatos con artritis séptica o artritis infecciosa, se podrían dar también fiebre y úlceras purulentas. En el caso de que la artritis no sea infecciosa, solamente cambiaría el color y la consistencia del líquido sinovial.

Las causas que pueden dar lugar al desarrollo de una artritis en la especie felina pueden ser muy diversas, pudiendo clasificarlas de la siguiente manera:

• Artritis infecciosas, como las de origen bacteriano (ejemplo: bacteria Borrelia) o como consecuencia de entrada de patógenos por accidentes o traumatismos. También las hay de origen vírico por el virus de la leucemia o el virus de la inmunodeficiencia felina.
• Artritis por causas genéticas, que incluyen malformaciones y otros problemas de desarrollo en las extremidades, que los hacen predispuestos a sufrir esta enfermedad.
• Artritis de origen inmunomediado por reacción del sistema inmunitario contra la membrana sinovial de las articulaciones, que es la membrana que las recubre.
• Artritis autoinmune o reumatoide, cuya causa se desconoce.

Por otro lado, es importante resaltar que el sobrepeso y la obesidad pueden favorecer el desarrollo de esta enfermedad, al igual que ocurre con la artrosis.

Para diagnosticar de forma correcta una artritis en gatos se deben realizar una correcta exploración física del animal y una adecuada anamnesis al tutor para obtener la máxima información y llegar, así, a diagnosticar el origen del problema. Posteriormente, se procede a la realización de pruebas de diagnóstico como el hemograma y la bioquímica de sangre para buscar un incremento de células inflamatorias y valorar el estado de otros órganos.

Las técnicas de diagnóstico por imagen, como las radiografías o las ecografías, son las que van a poner nombre a la enfermedad, pues con ellas se permite ver el daño articular y su gravedad. Mediante una punción articular se obtiene líquido sinovial que se puede analizar para diagnosticar la enfermedad y la causa. Mediante una artroscopia se puede visualizar la articulación a través de una pantalla.

¿La artritis en gatos tiene cura? Sí, en muchos casos se consigue su remisión. El tratamiento de la artritis en los gatos consiste en el uso de fármacos con propiedades analgésicas y antiinflamatorias, como son los antiinflamatorios no esteroides (AINE), y aliviar los síntomas de la enfermedad con suplementos como la glucosamina o la condroitina como reforzadores de la articulación.

Dependiendo de la causa de la artritis, los tratamientos específicos variarán:

• En las artritis bacterianas el tratamiento se basará en los antibióticos.
• En las artritis víricas se usarán los antivirales y la terapia sintomática de la enfermedad o reforzadores de la inmunidad.
• En los casos más graves o avanzados, se puede proceder a realizar una cirugía.
• En las artritis reumatoides o inmunomediadas se requerirán fármacos con potencial inmunosupresor para inhibir el sistema inmune.

Aunque la primera línea de tratamiento de la artritis felina es la médica, se puede intentar complementar este tratamiento o ayudar a reducir los síntomas de la artritis en los gatos mediante el empleo de remedios naturales:

• Los medicamentos homeopáticos o las técnicas de Reiki son de los más empleados, pero debe realzarlos alguien realmente formado en la materia para aliviar el dolor y restaurar el equilibrio psicofísico y energético del gato.
• La acupuntura para estimular la liberación de sustancias antiinflamatorias, calmantes y analgésicas en los gatos mediante unas finas agujas también ofrece buenos resultados.
• La aplicación de frío ofrece propiedades antiinflamatorias.
• La realización de masajes en la zona afectada permite, también, desinflamarla y aliviar el dolor. Es importante que estos masajes los lleven a cabo especialistas.
• El uso de plantas medicinales u otros remedios como la lecitina, el calcium floride o el natrium sulphate proporciona distintos beneficios en casos de artritis.

Por otro lado, es importante que si el gato sufre de sobrepeso u obesidad, se controle este problema porque solo empeora o agrava los síntomas y la progresión de la enfermedad, por lo que una alimentación adaptada y de calidad también podría ser otro remedio para la artritis en gatos. Insistimos en que es fundamental acudir al centro veterinario para encontrar la causa y tratarla, los remedios mencionados deben aplicarse como complemento, no como única solución.

El pronóstico de la artritis suele ser mejor que el de la artrosis, pues en muchas ocasiones se consigue curar o controlar la sintomatología de forma eficaz, especialmente cuando la artritis es consecuencia de un proceso infeccioso o algún trauma.

El tratamiento y el pronóstico es más reservado cuando se trata de una artritis inmunomediada o reumatoide, cuya terapia se debe basar en el uso de inmunosupresores posiblemente durante toda la vida de nuestro pequeño felino.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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