Mi gato tiene parásitos y duerme conmigo, ¿me los puede pegar?

Como hemos dicho, algunos de los parásitos que afectan a los gatos pueden transmitirse también a las personas que con ellos conviven o, de ser el caso, a otros animales. Esta transmisión puede hacerse directamente, por ejemplo, cuando una pulga del gato salta al cuidador, o por contacto con superficies u objetos contaminados, como en el caso de parásitos internos que eliminan huevos en las heces del gato con los que las personas pueden entrar en contacto. Además, algunos parásitos, como los anquilostomas, son capaces de ingresar en el organismo atravesando la piel.

Por eso, para evitar este riesgo y las molestias e incluso enfermedades que pueden ocasionar los parásitos al gato, se recomienda desparasitar interna y externamente con regularidad. Las desparasitaciones pueden iniciarse desde las primeras semanas de vida y se prolongarán hasta el final.

Hemos visto que los parásitos pasan de los gatos a las personas por contacto directo con el animal o con superficies en las que hayan estado heces contaminadas por huevos. Si tu gato tiene parásitos y duerme contigo, veamos a continuación cuáles puede transmitirte:

Pulgas

Al dormir con el gato, el parásito que con más facilidad puede pasar de este a los humanos es la pulga. Las pulgas son insectos hematófagos, es decir, se alimentan de sangre. Las formas adultas están sobre el gato, escondidas entre su pelaje, gracias a la forma aplanada de su cuerpo.

Aunque suelen preferir alimentarse de los gatos, podrían saltar a las personas durante el sueño y picarlas. Las picaduras son muy pruriginosas y se ven como granitos rojos redondeados. Las pulgas ponen sus huevos en el entorno y en él se desarrollan las fases juveniles hasta la etapa adulta, escondidas en camas, rendijas del suelo, etc. En grandes infestaciones, las pulgas, una vez maduras, podrían saltar directamente a las personas.

Garrapatas

Aunque las garrapatas suelen preferir hospedadores como los perros, también pueden afectar a los gatos que tienen acceso al exterior y, por supuesto, a sus cuidadores al dormir con ellos o manipular sus recursos. En este caso, la garrapata queda adherida a la piel mientras se alimenta, por lo que podrás verla directamente. Para retirarla deberás utilizar unas pinzas especiales y tener mucho cuidado para no dejar parte de su cuerpo dentro.

Aquí te explicamos el procedimiento: "Cómo quitar una garrapata a un gato".

Lombrices

Otros parásitos que se pueden transmitir de los gatos a las personas son los internos, sobre todo los conocidos como lombrices o gusanos. Los huevos están en las heces, pero el gato podría ensuciarse con ellas al salir del arenero y trasladar huevos en su cuerpo, entrando en contacto con las personas, que pueden contraer los parásitos si, tras acariciar al gato, se llevan las manos sin lavar a la boca.

Toxoplasma gondii

Respecto a la toxoplasmosis, que siempre se asocia a los gatos, hay que saber que los gatos portadores solo son infectivos en determinados momentos y siempre que las heces permanezcan más de 48 horas en el ambiente. Por este motivo, es muy rara la transmisión a las personas, que suelen contraer toxoplasmosis a través del consumo de carnes, vegetales o frutas contaminadas por el parásito e ingeridas en crudo o sin lavar.

Hablamos con más detalles en este post: "Toxoplasmosis en gatos: síntomas, contagio y tratamiento".

Otros parásitos

Por último, aunque no se suele pensar en ellos al hablar de parásitos, los ácaros, que pueden provocar la sarna, o los hongos, responsables de patologías tan comunes como la tiña, también deben tomarse en consideración por su potencial zoonótico. Cualquier rascado excesivo, alopecia o lesión en la piel del gato es motivo de consulta con el veterinario, pues pueden indicar su presencia.

En primer lugar, hay que resaltar, una vez más, la importancia de la desparasitación regular para todos los gatos, siguiendo las recomendaciones del veterinario. De esta forma, evitaremos, en buena medida, la transmisión a las personas, aun compartiendo cama.

Podemos pensar que nuestro gato tiene parásitos si los vemos directamente, como es el caso de las pulgas o de las garrapatas, pero, también, de algunos parásitos internos que pueden salir enteros en las heces o el vómito o quedarse adheridos alrededor del ano del gato. Pero, aunque no veamos directamente los parásitos, si el gato se rasca mucho, presenta problemas digestivos como diarrea o heces blandas, tiene mal aspecto, etc., debemos acudir al veterinario para que nos confirme o no su presencia. Para ello, puede examinar al gato en busca de parásitos externos o sus restos, así como realizar estudios de las heces.

Por lo tanto, si nuestro gato tiene parásitos o lo sospechamos, lo primero es acudir al veterinario. Habrá que hacerlo de inmediato, ya que, como hemos visto, algunos pueden transmitirse a las personas. Este profesional identificará el parásito y nos recetará un tratamiento antiparasitario que lo elimine. Además del fármaco, conviene que tengamos en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Cambiar y lavar la ropa de cama con agua a más de 60 ºC.
• Extremar las medidas de higiene básicas, como lavarnos las manos después de limpiar el arenero o de manipular al gato y sus accesorios
• Seguir el calendario de desparasitación del gato según nos indique el veterinario.

Si tu gato tiene parásitos y duerme contigo, ya has visto lo importante que es mantener una buena higiene y actuar rápidamente.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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