Tipos de lombrices en gatos: síntomas y tratamiento

Existen tres tipos principales de lombrices en gatos. Por un lado, encontramos los gusanos redondos o nematodos, cuyo cuerpo es compacto y cilíndrico, no están aplastados dorsoventralmente y son circulares en sección transversal. Por otro lado, encontramos los gusanos planos o cestodos que sí están aplanados dorsoventralmente y que dependen totalmente del hospedador ya que carecen de aparato digestivo y son hermafroditas.

Por último, encontramos los anquilostomas o gusanos gancho que poseen unas potentes piezas bucales para alimentarse de la sangre que encuentran en la mucosa intestinal de tu pequeño felino gracias a sustancias anticoagulantes que producen.

Dentro de estos tres grupos encontramos los siguientes tipos de lombrices en gatos:

• Gusanos redondos: Toxocara cati, Toxoscaris leonina.
• Gusanos planos: Dipylidium caninum, Taenia taeniaeformis.
• Gusanos gancho: Ancylostoma tubaeforme, Ancylostoma braziliense, Uncinaria stenocephala.

Los gatos se contagian de lombrices redondas cuando cazan y se alimentan de pequeñas presas como roedores o pájaros infestados o al contactar con heces de otros animales contaminadas por dichos parásitos así como por la transmisión de las larvas por parte de la madre a sus crías mediante la leche, dependiendo del parásito en cuestión.

En el caso de las lombrices planas o cestodos se transmiten mediante pulgas o por contagio a través de la ingestión de roedores parasitados.

De todas las lombrices que pueden afectar a los gatos hay dos que se pueden contagiar a los humanos:

• La larva migrans cutánea de los anquilostomas: cuando entra la larva del parásito por la piel de una persona en contacto con tierra o suelo contaminados con las heces del gato o, directamente, con un gato parasitado. Puede causar una leve dermatitis con eritema, lesiones tortuosas o lineales móviles y de color rojizo que pican mucho.
• La tenia Dipylidium caninum: por contacto estrecho con los gatos infestados o por la ingestión de pulgas infestadas.

Las lombrices en los pequeños felinos se diagnostican mediante técnicas parasitológicas, generalmente se requiere una muestra de heces en las que se realizan técnicas para el diagnóstico parasitológico como las de flotación y sedimentación para detectar los huevos del parásito y detectar así de qué tipo de parasitación estamos hablando para así poder pautar el mejor tratamiento por parte del veterinario de tu gato.

También podrán ser necesarias pruebas diagnósticas como una analítica de sangre, radiografías o ecografías para valorar el estado físico y de salud de tu gato además de una buena exploración general a fin de determinar su grado de hidratación, condición corporal y aspecto del pelo.

El tratamiento de las lombrices en los gatos se basa en el uso de medicamentos con principios activos con acción desparasitante interna para acabar con estos molestos parásitos que roban las reservas de nuestros gatos.

Si tu veterinario ha encontrado cual es la parasitación específica de tu gato podrá usar el medicamento con el principio activo más efectivo para la parasitación. El hecho de que no se haya podido establecer un diagnóstico exacto o que el gato tenga diversos tipos de lombrices no es un problema, pues en el mercado existen numerosos medicamentos con combinación de principios activos para desparasitación interna de amplio espectro.

De esta forma, tu gato podrá ser desparasitado de forma muy eficaz y generalmente solo bastará con una administración del producto, aunque la pauta de tratamiento solo te la podrá establecer el veterinario que haya visto y diagnosticado a tu pequeño felino. Estos productos desparasitantes los podemos encontrar frecuentemente en formato de pipetas para su administración cutánea, aunque también hay formulaciones orales en comprimidos o jarabes.

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No existen remedios caseros frente a las lombrices en los gatos, pero sí existen productos para una buena prevención, así como medidas higiénicas y para evitar el contacto con animales parasitados.

La prevención se basa en la desparasitación interna de nuestros gatos al menos cada 3 meses, siendo ideal todos los meses si nuestro gato sale al exterior, además de usar antiparasitarios externos como pipetas, espráis o collares para evitar que ciertos ectoparásitos como las pulgas puedan afectar a nuestros pequeños felinos y contagiarles parásitos como la tenia Dipylidium caninum.

Dentro de las medidas higiénicas que se pueden realizar encontramos el evitar que nuestro gato mantenga contacto con gatos o las heces de animales de un estado sanitario desconocido así como evitar que salgan y cacen pequeñas presas potencialmente parasitadas.

También debes limpiar el arenero de tu gato con frecuencia para evitar que mantenga contacto con sus propias heces ni que lo mantengan el resto de gatos o animales que puedan convivir con él, sin olvidar que también pueden ser fuente de contagio para los niños.

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Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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