A mi gato se le queda caca en el ano: causas y qué hacer

De manera habitual, el gato utilizará su arenero varias veces al día para orinar y defecar. Lo normal es que no se ensucie nada y, como mucho, esparza algo de arena alrededor en sus movimientos para enterrar sus deposiciones. Pero existen algunas causas que pueden alterar esta normalidad y provocar que un trozo de caca se quede atorado en el ano. Estas son las más comunes:

• Ingesta de materiales inadecuados: los gatos, al jugar o explorar, pueden llegar a tragar materiales como hierbas, hilos, trozos de tela, etc., que no consiguen expulsar por completo al exterior con las heces, sino que quedan parte fuera y parte dentro.
• Estreñimiento: se trata de un problema con diferentes causas y factores de riesgo. Deficiente hidratación, ingesta de poca fibra, vida sedentaria, obesidad, estrés, rechazo del arenero, etc., ayudan a que las heces sean más duras, pequeñas y compactas y a que el tránsito intestinal no sea el adecuado, haciendo más difícil su evacuación y favoreciendo que puedan quedarse atrapadas en el ano.
• Diarrea: no solo el estreñimiento afecta a la evacuación. La diarrea puede hacer que al gato se le quede caca en el ano, en este caso, porque sale más cantidad de la habitual y con una consistencia líquida. El gato puede mancharse el ano, las zonas adyacentes y ensuciar, también, fuera del arenero. A veces no llega a él a tiempo o se hace caca encima.
• Otros problemas: trastornos que afecten al ano pueden desencadenar incontinencia fecal, lo que hará que el gato se manche de caca con frecuencia. Por otra parte, circunstancias que dificulten la defecación, como estrechamientos o neoplasias en el recto, pueden llevar a que fragmentos de caca no logren salir del ano.

¡Ojo! Asegúrate de que lo que tiene pegado en el ano tu gato sea caca. Los parásitos intestinales, en ocasiones, se quedan adheridos en la región anal. Se pueden ver como granos de arroz o fideos, que también pueden estar sobre las heces. Problemas en las glándulas anales pueden desarrollar fístulas por las que se eliminen fluidos con muy mal olor al exterior, aunque no sean caca.

El primer paso en estos casos es atrapar al gato lo antes posible para evitar que se ensucie o manche su entorno. Es bastante normal que, al notar la caca pegada, salga corriendo del arenero o comience a arrastrar el trasero por el suelo. Por eso hay que actuar con rapidez. Una vez con el gato en brazos, con cuidado, levantaremos la cola para ver exactamente qué es lo que está pasando. Es probable que necesitemos ayuda, sobre todo si el gato es inquieto, está nervioso o siente molestias.

Podemos encontrarnos ante dos escenarios: la caca está parte dentro y parte fuera del ano o está totalmente fuera. Es probable que, en el primer caso, nuestra reacción sea tirar de ella para extraerla, pero no debemos hacerlo si observamos cualquier elemento alargado en ella (como tela, cuerda o hierba). El motivo es que no sabremos cuántos centímetros están todavía en el interior del gato y, si tiramos, podríamos hacerle daño. En estos casos, si el gato no consigue expulsar las heces por sí mismo en unos minutos, debemos ponernos en contacto con el veterinario.

Cuando la caca está fuera por completo, tan solo tendremos que limpiarla, como explicaremos en el siguiente apartado. Eso sí, salvo que se trate de un problema puntual, conviene prestar atención al gato por si presenta alguna enfermedad o podemos mejorar sus condiciones de vida para facilitar la evacuación. Por ejemplo:

• Desparasítalo con regularidad.
• Ofrécele una alimentación de calidad.
• Asegúrate de que bebe lo suficiente, añadiendo comida húmeda a su dieta, poniendo varios bebederos a su disposición, etc.
• Anímalo a jugar y a hacer ejercicio.
• Llévalo al veterinario ante cualquier anomalía y a revisiones anuales, sobre todo a partir de los 8-10 años.
• Controla las condiciones de su arenero.
• Evítale situaciones de estrés.
• Vigila la seguridad de su entorno para que no pueda ingerir materiales inapropiados.

Una vez inmovilizado el gato, debemos levantar la cola, con firmeza y suavidad, para tener una buena visibilidad de la zona anal. De esta manera, podemos ver si la caca está fresca o ya se ha secado. En el primer caso, suele bastar con que la retiremos con cualquier papel o toallita, mejor si es específica para gatos. Si está seca, habrá que seguir estos pasos:

1. Humedecer la zona antes de quitar la caca para no lastimar al animal. Podemos hacerlo con toallitas, con gasas o con algodón previamente empapados en agua tibia o suero fisiológico.
2. Dar varias pasadas con cuidado, sin frotar, hasta limpiarla por completo.
3. También tenemos la opción, en función del nivel de suciedad y del carácter del gato, de bañar directamente, al menos la zona anal. Aquí te explicamos Cómo bañar a un gato.
4. Después, secar bien con una o varias toallas para absorber el agua o recurrir al secador, de ser necesario, en la función de aire tibio.
5. Puede ser necesario recortar el pelo que rodea el ano, sobre todo en los ejemplares de pelaje más largo, ya que es habitual que también esté manchado. Podemos utilizar unas tijeras, con mucho cuidado para evitar lastimar al animal.

Ahora que ya sabes las causas que explican por qué a tu gato se le queda caca en el ano, recuerda que es fundamental actuar con rapidez y acudir al centro veterinario si es necesario. En caso de no ser nada grave y de haber podido retirar la caca con facilidad, puedes consultar este vídeo si se ha manchado otras zonas de su cuerpo:

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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