¿Los gatos se curan solos las heridas?

La curación de las heridas de los gatos sucede como la de cualquier otro animal. Es decir, en cuanto se produce la lesión, el organismo activa todos sus mecanismos para detener la hemorragia e iniciar, lo antes posible, la cicatrización. Este proceso se divide en tres fases:

1. Hemostasia: control del sangrado.
2. Formación de una costra.
3. Regeneración de la piel y la remodelación definitiva, que puede tardar incluso varias semanas, dependiendo de la profundidad de la herida.

El problema es que, a lo largo de este proceso, pueden darse circunstancias que dificulten y retrasen la curación. Por ejemplo, la herida se puede contaminar con patógenos o cuerpos extraños (tierra, arenilla, cristales, etc.), desencadenándose una infección bacteriana secundaria. Otras veces la piel se cierra, pero bajo ella se genera una infección capaz de provocar un absceso. Una herida infectada estará hinchada, enrojecida, caliente, desprenderá mal olor y picará y dolerá.

Aunque circule la creencia de que los gatos se curan solos las heridas, lo cierto es que solo sanarán sin intervención las más superficiales y leves. Las demás van a necesitar, como mínimo, curas por parte del veterinario o por la nuestra. En casos más complejos, además, habrá que desbridar piel muerta, colocar un drenaje, etc. En este otro artículo hablamos de los "Tipos de heridas en gatos".

Cuando un gato se hace una herida, lo normal es que, si está a su alcance, se apresure a lamerla. ¿Por qué se lamen las heridas los gatos? Notan una molestia y pretenden aliviarla como saben, que es pasando la lengua para limpiarla y reducir el picor o las molestias. Es un comportamiento completamente normal y, en heridas pequeñas, superficiales y leves, no tiene por qué resultar perjudicial.

Pero si un gato se lame una herida puede complicar la recuperación. En primer lugar, la lengua de los gatos es rasposa. Lo que ayuda a eliminar cualquier suciedad o resto durante el autoacicalado, puede ser contraproducente sobre una herida, pues a cada pasada irá retirando la costra y el tejido nuevo que se esté formando para la reparación de la piel. Así, frotar la herida con una lengua de estas características puede provocar un nuevo sangrado.

En segundo lugar, la lengua y, en general, la boca de los gatos acoge múltiples bacterias que acabarán en la herida al lamerla. Esto puede contaminarla y, como hemos dicho, desencadenar una infección bacteriana que complicará la curación y obligará a pautar antibiótico, además de curas con desinfectante. Por este motivo, salvo heridas muy pequeñas, no debemos dejar que los gatos se las laman.

Hemos comentado que los gatos se curan solos las heridas más leves y superficiales, pero que aun así es conveniente supervisarlas. El gato, por instinto, como hemos explicado, intentará lamerse la herida para limpiarla (a su manera) e intentar aliviar las molestias que le ocasiona. Ya hemos visto que esta conducta puede resultar contraproducente. Por este motivo, existen varias alternativas para evitar que el gato acceda a la herida. Destacamos:

• Collar isabelino: este collar, también llamado cono o campana, es una especie de embudo transparente que se coloca con su parte estrecha en el cuello del animal. La ancha forma una suerte de lámpara que impide que el animal pueda lamerse el cuerpo, sin restarle visibilidad. Es muy utilizado, sobre todo para evitar que el gato se lama incisiones quirúrgicas, como la de la castración. Hay que destacar que puede ser muy estresante para ellos y que nunca deberían salir de casa con el collar isabelino puesto. Si has castrado a tu gata y no deja de lamerse la herida, en este post te ayudamos: "He castrado a mi gata y no para quieta".
• Ropa: en ocasiones, el cuerpo del gato se puede cubrir con telas, tipo pijama, body o jersey, o mallas que cubran la herida para que el gato no pueda tocarla. Si nos interesa esta opción, tendremos que consultarla con el veterinario, ya que no siempre es buena idea mantener una herida tapada.
• Apósitos: algunas veces, las características de las heridas hacen recomendable mantenerlas cubiertas para favorecer su cicatrización. Se comercializan distintos apósitos para este cometido, con diferentes composiciones (hidrogel, colágeno, etc.), que también permiten que la herida permanezca fuera del alcance del gato.
• Vendajes: aunque muchas veces es más aconsejable que las heridas estén al aire para contribuir a su curación, en otras ocasiones, el veterinario puede decidir que es mejor mantenerlas vendadas. Este profesional nos indicará cómo hacer las curas, el vendaje y cada cuánto tiempo cambiarlo. Hay que insistir en que solo debemos cubrir una herida si así nos lo recomienda el veterinario.

Por supuesto, es aconsejable que mientras el gato está en proceso de curación de una herida, esté tapada o no, lo mantengamos en casa sin acceso al exterior. De esta forma, podremos controlar que no acceda a la lesión, que no se quite los vendajes, los apósitos o el isabelino, además de mantener una mejor higiene de la herida y un seguimiento del tratamiento, de ser el caso.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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