Efectos secundarios de los antibióticos en gatos

Aunque los efectos secundarios van a depender del antibiótico en concreto, en general, los trastornos en el sistema digestivo son los problemas más habituales que se derivan del uso de estos fármacos. También hay que saber que esto no quiere decir que todos los gatos tratados con antibióticos presenten efectos adversos. Solo indica que son efectos secundarios que se han registrado, normalmente con una frecuencia no muy elevada, ya que los niveles de seguridad de los antibióticos son altos, siempre que respetemos las instrucciones del veterinario.

La diarrea es la emisión de heces sin forma, líquidas y en mayor frecuencia de la habitual. Puede aparecer tras la primera administración del antibiótico y, en general, es un efecto puntual que desaparece al retirar el fármaco.

Qué hacer

Normalmente, el gato con diarrea por antibióticos no tendrá otra sintomatología, con lo que podemos considerar que se trata de una diarrea leve. Aun así, es buena idea informar al veterinario, pues, dependiendo de cada caso, puede decidir finalizar el tratamiento, cambiar el antibiótico por otro igual de efectivo, pero que no desencadene este efecto en el gato, o añadir algún producto para mejorar y proteger el sistema digestivo, como probióticos.

Nunca hay que suspender el tratamiento sin el consejo del veterinario, pues podría ser contraproducente. Tampoco debemos suspenderlo por nuestra cuenta si nos parece que el gato ya está recuperado.

Como hemos dicho, los antibióticos pueden afectar al normal funcionamiento del sistema digestivo. Aunque la diarrea suele ser el signo que desencadenan con mayor frecuencia, el gato en tratamiento también puede mostrar náuseas, un aumento de la salivación, vómitos e incluso esofagitis, por inflamación o irritación del esófago.

Normalmente, el cuadro será puntual y no muy grave. En ocasiones, las molestias digestivas relacionadas con los antibióticos pueden prevenirse ofreciendo el tratamiento mezclado con los alimentos. El veterinario nos dirá si es esta la forma más segura de administración o no.

Qué hacer

Al igual que en el caso de la diarrea, si nuestro gato comienza a vomitar o a sufrir otros de los signos clínicos mencionados, no hay que suspender el antibiótico, sino hablar con el veterinario. Solo este profesional puede decidir si podemos dejar de darlo o hay que sustituirlo por otro antibiótico de efecto similar. Además, si fuese necesario, también habría que recetar un tratamiento sintomático para controlar los vómitos o las náuseas, aunque lo normal es que estos desaparezcan nada más se suspenda el antibiótico.

Con menor frecuencia, el gato en tratamiento antibiótico podría perder el apetito, a veces debido al malestar gastrointestinal que siente por la diarrea, los vómitos y náuseas, etc. Es decir, el gato enfermo puede mostrarse inapetente a consecuencia de la patología que padece, pero en otros casos la disminución del apetito se relaciona con el antibiótico.

Qué hacer

Como en los casos anteriores, hay que comunicar al veterinario cualquier anomalía que detectemos y que pensemos que pueda relacionarse con el tratamiento antibiótico. Además de decidir si es necesaria su suspensión o su modificación, es posible que nos indique cómo animar al gato a comer, ofreciéndole alimentos específicos para animales convalecientes, su comida favorita, latas, etc. Aquí encontrarás todos nuestros consejos: "Remedios caseros para gatos que no quieren comer".

Con mucha menor frecuencia, entre los efectos secundarios de los antibióticos en gatos encontramos las reacciones de hipersensibilidad. Estas pueden limitarse a afectar a la piel, por ejemplo, a través de erupciones cutáneas, o ser tan graves que provoquen lo que se conoce como shock anafiláctico. Esta es la reacción de mayor gravedad, tanto que puede poner en peligro la vida del animal.

Qué hacer

Si nuestro gato presenta algún trastorno cutáneo, debemos ponerlo en conocimiento del veterinario. Por supuesto, si detectamos el más mínimo indicio de shock anafiláctico (nerviosismo, hipersalivación, dificultades respiratorias, etc.), la asistencia veterinaria es urgente y obligatoria. Si un gato sufre una reacción de hipersensibilidad a un antibiótico determinado, lógicamente, no podremos volver a dárselo y es imprescindible informar a cualquier veterinario que lo trate.

Cuando los antibióticos se administran mediante inyección, en ocasiones, pueden provocar lo que se conoce como "reacción en el punto de inoculación". Justo donde el gato ha recibido el pinchazo puede formarse un bulto que desaparece con el tiempo o se complica con la aparición de inflamación e incluso infección.

Qué hacer

Si detectamos un bulto en la zona en la que han pinchado a nuestro gato, como siempre, debemos informar al veterinario. En general, lo habitual es que desaparezca solo en un tiempo, que puede ser de varias semanas. Otras veces, se produce una inflamación y una infección que requerirá de la revisión del veterinario. Pueden necesitarse curas e incluso otros antibióticos, en función de la gravedad.

Este tipo de efecto adverso no se debe al antibiótico en sí, sino a un mal uso del medicamento cuando se administra en cantidades superiores a las recomendadas. En otras palabras, la sobredosificación de antibióticos puede llevar a que se produzcan diferentes daños en el organismo, como son:

• Afectación de los riñones y/o del hígado.
• Problemas respiratorios y cardiacos.
• Trastornos gastrointestinales, como diarrea, náuseas o vómitos.
• Reacciones alérgicas.
• Alteraciones en el sistema nervioso central.

Qué hacer

Si nos damos cuenta de que el gato ha ingerido una dosis mayor de la recomendada, conviene que llamemos al veterinario para que decida si debemos intervenir y de qué manera, ya que dependerá de cada caso, del tipo de antibiótico, la dosis dada, el tamaño del gato, etc.

En cualquier caso, sirva este apartado para recordar la importancia de dejar la prescripción de antibióticos exclusivamente en manos de los veterinarios y de seguir, escrupulosamente, sus instrucciones de administración. Por último, además de los efectos secundarios de los antibióticos en gatos que hemos mencionado como los más comunes, podrían darse otros según el antibiótico escogido y que vendrán detallados en su prospecto.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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