Amoxicilina para gatos: dosis, dónde comprar y efectos secundarios

La amoxicilina es un fármaco antibacteriano de amplio espectro para uso sistémico. Se trata de un antibiótico beta-lactámico con acción bactericida, pues su mecanismo de acción se basa en la inhibición de los procesos normales bioquímicos que sintetizan la pared celular, o peptidoglicano, de las bacterias mediante un bloqueo de tipo irreversible de enzimas que están implicadas en dicho proceso, en concreto, endopeptidasas, transpectidasas y carboxipeptidasas. Si la pared bacteriana no se forma como es debido, se produce un desequilibrio a nivel osmótico que acaba induciendo una lisis o destrucción de la célula bacteriana en crecimiento.

Su espectro antimicrobiano es sobre todo frente a bacterias Gram-positivas, especialmente Streptococcus spp., Pasteurella spp., Proteus spp y E. coli, y frente a cocos Gram-negativos sensibles a la penicilina.

La amoxicilina es un antibiótico especialmente indicado para las infecciones primarias o secundarias por microorganismos Gram-positivos. En concreto, los usos de la amoxicilina para gatos se concentran en los siguientes procesos infecciosos:

• Infecciones respiratorias como las rinitis por E. coli, Pasteurella spp., y cocos Gram-positivos. Por tanto, es posible administrar amoxicilina para gatos resfriados, siempre que el veterinario así lo considere.
• Infecciones primarias del aparato urogenital, como son las pielonefritis o infecciones renales y las infecciones del tracto urinario inferior que afectan a los uréteres, la vejiga o la uretra, causadas por Proteus spp., Escherichia coli, y cocos Gram-positivos
• Infecciones a nivel cutáneo locales causadas por Streptococcus spp.
• Infección de la glándula mamaria, como mastitis, causada por Escherichia coli y cocos Gram-positivos.
• Infecciones en el aparato reproductor, como las endometritis causadas por Escherichia coli y Proteus spp., o las vaginitis con microorganismos diversos.

La amoxicilina en gatos se suele administrar por vía oral mediante la presentación en comprimidos, para lo que es necesario determinar el peso corporal con exactitud para que la dosis sea la indicada. Aunque también existe la amoxicilina en jarabe e inyectable, como decimos, los comprimidos suelen ser los más empelados en los gatos.

Si te preguntas "qué dosis de amoxicilina le puedo dar a mi gato", la respuesta es 10 mg de amoxicilina por cada kg de peso del gato, cada 12 horas, durante al menos cinco días consecutivos. Lo normal es que la mayoría de los gatos mejoren a los cinco o siete días, siendo necesario un ciclo más prolongado en los gatos crónicos o resistentes al tratamiento.

De todas formas, es importante recordar que la dosis de amoxicilina para tu gato, así como la duración del tratamiento, deberá indicarlo el veterinario que lleva tu caso.

Para que la dosis sea la adecuada, se deben administrar los comprimidos partidos en cuartos o mitades, dependiendo del peso corporal del gato, para poder dar la dosis exacta. Si tomamos como ejemplo el medicamento Amoxibactin 50 mg, que es utilizado en los gatos, vemos que la dosis anteriormente indicada equivale a:

• Un cuarto de comprimido en los gatos de hasta 1,25 kg.
• Medio comprimido en los gatos de 1,25 kg a 2,5 kg.
• Tres cuartos de comprimido para gatos de entre 2,5 y 3,75 kg.
• Un comprimido entero para los gatos de entre 3,75 kg y 5 kg.
• Un comprimido y un cuarto para los gatos de 5 a 6,25 kg.

En este vídeo encontrarás diferentes formas de dar una pastilla a tu gato:

Dado que se trata de un medicamento de prescripción veterinaria, la amoxicilina para gatos se compra en farmacias o clínicas veterinarias. Por tanto, no es posible adquirir amoxicilina para gatos sin receta.

En cuanto al precio de la amoxicilina, depende de la marca y la farmacia, ya que no en todos los establecimientos se comercializa al mismo coste.

Es raro que la amoxicilina produzca efectos secundarios en los gatos tras su administración. Sin embargo, en ocasiones muy puntuales (en menos de 1 gato por cada 10 000) se pueden producir síntomas gastrointestinales leves, como vómitos y diarrea, o reacciones de hipersensibilidad, como anafilaxia o reacciones alérgicas a nivel de la piel. En estos casos es necesario interrumpir automáticamente la administración del medicamento e instaurar un tratamiento sintomático, siempre de la mano de un profesional.

La amoxicilina es un principio activo que no se debe usar si el gato ha manifestado alergia a las penicilinas o a otras sustancias del mismo grupo de los beta-lactámicos o a alguno de sus excipientes. Este fármaco tampoco se deberá utilizar en los gatos que presentan algún tipo de disfunción renal grave como son las que se acompañan de oliguria (reducción de la micción) o de anuria (no producción de orina).

Por otro lado, tampoco se deberá usar la amoxicilina si debemos tratar a una gata gestante o lactante debido a que no se ha demostrado su seguridad en la especie felina durante estas etapas. Aunque sí se ha estudiado en ratas y no se ha observado ningún efecto tóxico o teratogénico para el feto o la madre, se deberá utilizar solamente cuando el beneficio va a ser muy superior al riesgo. Nuevamente, debe ser un profesional quien tome esta decisión.

Se debe considerar que este fármaco puede interaccionar con otros principios activos. En concreto, las tetraciclinas, los macrólidos, las sulfonamidas y el cloranfenicol pueden inhibir el efecto antibacteriano de la amoxicilina, mientras que, a su vez, la amoxicilina puede aumentar el efecto de los aminoglucósidos.

Dicho todo esto, insistimos, la amoxicilina para gatos es un fármaco que debe recetar un veterinario habiendo estudiado antes el caso. No automediques a tu gato.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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