Rinitis en gatos: síntomas, contagio y tratamiento

La rinitis es la inflamación de la mucosa interna de la cavidad nasal, siendo una enfermedad frecuente en la especie felina. Se caracteriza por la presencia de signos clínicos nasales crónicos de más de 4 semanas de duración, que pueden ser recurrentes o intermitentes, entre los que destacan las secreciones de las fosas nasales, estornudos, pérdida de olfato y obstrucciones.

Las causas de la inflamación nasal en gatos, o rinitis, pueden ser las siguientes:

• Infecciones bacterianas por Chlamydia felis, Bordetella bronchiseptica, Mycoplasma spp y otras bacterias comensales de la cavidad nasal.
• Infecciones víricas por herpesvirus tipo 1 o calicivirus.
• Infecciones micóticas por Aspergilus spp., Cryptococos neoformaciones, Blastomyces dermatitides o Pythium insidiosum.
• Parasitaciones por larvas de Cuterebra.
• Pólipos nasofaríngeos.
• Rinitis alérgica.
• Rinitis linfocítica-plasmocítica.
• Tumores o masas nasales como el linfoma.
• Cuerpos extraños en cavidad nasal.
• Traumatismos nasales.

La rinitits suele ser más común en gatos adultos jóvenes, quienes manifiestan signos clínicos como:

• Estornudos.
• Ruidos o estertores respiratorios.
• Secreción nasal purulenta o mucopurulenta, que en ocasiones puede ser sanguinolenta y uni o bilateral y tener un mal olor.

También es frecuente que los gatos afectados tengan náuseas si las secreciones llegan a la garganta y sinusitis. La cavidad nasal tiene una extensión en los senos frontales y maxilares, y en los casos de rinitis infecciosa es posible que la enfermedad se extienda a estas zonas, provocando la sinusitis. Este es el caso más frecuente en los gatos más jóvenes.

En los peores casos, se puede producir una obstrucción respiratoria, siendo importante descartar que exista algún tumor, estenosis nasofaríngea o pólipos. En los casos más avanzados de rinitis, se puede producir una pérdida del olfato o anosmia, anorexia, dificultad respiratoria, fiebre y apatía o letargo.

A pesar de que es más habituales en ejemplares jóvenes o adultos, dependiendo de la causa, los gatos más mayores también pueden desarrollar rinitis.

La rinitis en gatos es contagiosa si la causa es infecciosa. Cuando la rinitis sea causada por un pólipo o masa nasofaríngea, un cuerpo extraño, un traumatismo o un proceso alérgico o inmunomediado, no se puede contagiar debido a que es algo único de cada gato, no pudiendo ser transmitida mediante contacto directo o secreciones o aerosoles respiratorios como en el caso de las infecciones bacterianas o fúngicas, ni por compartir comedero o bebedero.

En el caso de las rinitis parasitarias por Cuterebra, debes saber que se trata de una miasis cutánea y la transmisión es por la deposición de los huevos y larvas de la mosca responsable sobre la cavidad nasal de tu gato, frecuentemente dañada o irritada, siendo la acción mecánico destructiva de estas larvas la responsable de la inflamación nasal o rinitis.

El diagnóstico de la rinitis se basa en la utilización de diversas pruebas diagnósticas a fin de encontrar la causa del problema para establecer el mejor tratamiento. Dicho diagnóstico debe empezar con una anamnesis e historia clínica del gato, realizando una serie de preguntas sobre sus hábitos sanitarios, alimentación, enfermedades previas, desparasitaciones, vacunaciones, etc. Posteriormente, se pasa a explorar al gato mediante un examen físico y detección del tipo de secreción, grado de deshidratación, condición corporal, estado de consciencia y demás parámetros físicos.

Las pruebas diagnósticas básicas son la analítica sanguínea y la bioquímica para valorar el estado general, citología y cultivo de las secreciones respiratorias a fin de encontrar alguna infección, pruebas laboratoriales para detectar virus y pruebas de imagen como radiografías nasales y del tórax para detectar el grado de extensión y la presencia de masas, cuerpos extraños, pólipos o estenosis. A veces son necesarias pruebas más avanzadas como la rinoscopia con biopsia, la resonancia magnética o la tomografía computarizada.

¿Cuánto dura la rinitis en gatos? El tratamiento de la rinitis en gatos variará dependiendo de la causa que la esté originando, de lo que depende a su vez la duración y la prolongación de la terapia en el tiempo o no. De manera que el tratamiento de las rinitis inflamatorias se debe basar en el uso de fármacos específicos según el agente etiológico en cuestión, como antibióticos, antivíricos o antiparasitarios, junto con el tratamiento médico basado en el uso de fluidoterapia, antiinflamatorios, estimulantes del apetito y las defensas o alimentación por sonda en los casos más graves.

Los lavados de la cavidad nasal también pueden ayudar a eliminar o reducir la secreción y la mucosidad. En los casos de rinitis no infecciosas, como las inmunomediadas o las alérgicas, suele ser conveniente el uso de fármacos como los corticoides o antihistamínicos. En los casos de masas o cuerpos extraños, la cirugía suele ser el tratamiento de elección. La cirugía también se puede realizar en algunos tumores nasales junto con el uso de quimioterapia o radioterapia.

Como ves, tratar la rinitis en gatos es posible si se encuentra la causa, por lo que es imprescindible acudir al centro veterinario. No automediques a tu gato porque podrías empeorar su situación.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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