Síndrome vestibular en gatos: síntomas y tratamiento

El sistema vestibular es la parte anatómica encargada de mantener la orientación y el equilibrio con respecto al centro de gravedad, regula la posición de las extremidades, el tronco y los ojos en función de la posición en la que se encuentra la cabeza. Esto se consigue gracias a los receptores sensoriales que contiene el laberinto membranoso del oído interno, siendo el utrículo y el sáculo los que detectan la aceleración lineal y la gravedad, y los canales semicirculares los que detectan la rotación. Estos receptores mandan la información al cerebro por la porción vestibular del nervio vestibulococlear (VIII), desembocando sus fibras en los núcleos vestibulares en su mayoría y el resto en el cerebelo. De aquí, las fibras parten hacia los núcleos de los nervios troclear, loculomotor y abducente (III, IV, VI), cerebelo, córtex cerebral y médula espinal. Por tanto, si alguna de estas porciones se altera, aparecerán los síntomas de síndrome vestibular felino.

El síndrome vestibular en gatos, y otras especies, es un conjunto de signos clínicos y trastornos que se producen cuando una de las partes del sistema vestibular se daña o altera.

Cuando se produce un daño o una alteración entre los dos sistemas vestibulares (derecho o izquierdo), ya sea síndrome vestibular central en gatos (estructuras del tronco del encéfalo o cerebelo) o periférico (en el oído interno), se ocasiona una asincronía y signos clínicos como los siguientes:

• Ladeo o inclinación de la cabeza hacia un lado, lo que hace que una de las orejas se encuentre más cerca del suelo. Este síntoma aparece como consecuencia de la pérdida del tono muscular "antigravedad" de la musculatura del lado alterado.
• Girar en círculos.
• Nistagmo: movimiento lineal, involuntario y continuo de los ojos que se presenta con dos fases, una rápida y una lenta. La lenta es patológica y la rápida es compensatoria. Este movimiento rápido puede ser vertical (arriba y abajo), horizontal (de lado a lado) o rotacional (alternando los dos).
• Pérdida de equilibrio en ausencia de déficit propioceptivo o paresia y ataxia asimétrica.
• Estrabismo: cuando los ojos de los gatos no se encuentran centrados, como están habitualmente.
• Vómitos: aunque no son muy frecuentes.
• Ausencia de sensibilidad facial y atrofia de los músculos masticadores de un lado.
• Síndrome de Horner: se produce por una pérdida de inervación del globo ocular, lesión de los ojos o nervios faciales. Consiste en una contracción pupilar (miosis), anisocoria (diferencia de tamaño entre pupilas), exoftalmo (hundimiento del globo ocular dentro de la órbita), ptosis palpebral (caída del párpado superior) y protrusión del tercer párpado del lado donde se localiza la lesión vestibular.

Son muchas las patologías que pueden producir síndrome vestibular en gatos. Entre las razones más comunes, encontramos las siguientes enfermedades o trastornos:

• Traumatismos como consecuencia de golpes o accidentes que hacen que se fracture la porción petrosa del hueso temporal, del etmoides, de la bulla timpánica o que produzca contusión cerebral.
• Tumores, especialmente en los gatos de avanzada edad, que hacen compresión en la zona.
• Infecciones o inflamaciones como las otitis medias o internas y las causadas por patógenos como toxoplasmosis, cryptococos, pólipos, encefalomielitis parasitaria, peritonitis infecciosa felina y meningoencefalitis granulomatosa.
• Anomalías congénitas, sobre todo en gatos persas, siameses o birmanos.
• Pólipos nasofaríngeos o masas pequeñas formadas por tejido fibroso vascularizado que van creciendo invadiendo la nasofaringe y llegando hasta el oído medio. Es más frecuente en gatos de 1 a 5 años.
• Reacciones alérgicas a medicamentos como algunos antibióticos sistémicos o tópicos en la oreja u oído del animal, que pueden producir lesiones en los componentes del oido, así como diuréticos como la furosemida o quimioterápicos.
• Deficiencia de taurina.
• Hipotiroidismo.

A pesar de lo anterior, puede darse la situación de un síndrome vestibular idiopático, es decir, sin causa conocida. De hecho, es bastante común en la especie felina.

El síndrome vestibular en los gatos se suele diagnosticar identificando los signos clínicos que manifiesta el gato así como con un examen físico, auditivo y neurológico del gato. Para identificar la causa, además de realizar un examen exhaustivo neurológico y auditivo con un atoscopio para comprobar la localización y la extensión, se suelen solicitar pruebas complementarias como las analíticas de sangre y de orina, cultivos del oído, citologías o pruebas de diagnóstico por la imagen como el TAC y la resonancia magnética para buscar tumores o inflamaciones.

Sí, el síndrome vestibular en los gatos se puede curar y suele tener buen pronóstico en la mayoría de los casos. Una vez encontrada la causa y poniéndole tratamiento, puede resolverse en unos días.

Por otro lado, los gatos idiopáticos se pueden recuperar por sí solos en unos días porque es un proceso que se autoresuelve por sí mismo. Ahora bien, si la causa es un tumor inoperable, no se podría curar y se necesitaría un tratamiento sintomático para mejorar la calidad de vida del gato.

El síndrome vestibular es un proceso que suele desaparecer por sí solo en unos días. Eso sí, si la causa es una clara enfermedad o infección bacteriana, fúngica o parasitaria, el tratamiento específico de estos problemas puede hacer que este síndrome se resuelva de forma más temprana, soliendo mejorar en un plazo de dos días y, tras varios días o semanas, el gato se encontrará tan bien como siempre. Solo en algunos casos puede persistir la inclinación de la cabeza hacia un lado. En los casos que se produzcan síntomas asociados tratables como los vómitos, será necesario proporcionar antieméticos y tratamiento sintomático.

Por tanto, el tratamiento del síndrome vestibular en gatos dependerá totalmente de la causa que lo origine. Así pues, pueden ser necesario antibióticos, antifúngicos u otros antiparasitarios, entre otros fármacos. Por ello, ante la identificación del primer síntoma, es muy importante acudir al centro veterinario.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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