¿Puedo tocar las crías de mi gata?

La situación ideal es que los gatos recién nacidos permanezcan junto a su madre y hermanos hasta las 8 semanas de vida. Coincidiendo con el destete, a partir del segundo mes, resulta beneficioso para su socialización que mantengan una relación más estrecha con los humanos con los que van a convivir. Sin embargo, los expertos coinciden en que hasta que transcurran 10-14 días del nacimiento no se debe manipular a las crías de gatos. Aun así, sí existen situaciones en las que podemos tocar a las crías de la gata, por lo que depende de cada caso en concreto.

Por un lado, corremos el riesgo de transmitirles bacterias y gérmenes que los hagan enfermar debido a la falta de maduración de su sistema inmunológico. Por otro lado, podemos exponerlos a la hipotermia, lo que los conduciría a la desnutrición e incluso a la muerte. Podemos no ser todo lo cuidadosos que exige la ocasión (especialmente los niños) al dejarlos en el nido y provocarles alguna fractura o lesión.

Y lo más grave, podemos favorecer que la madre las rechace y deje de prestarles los cuidados que precisan para sobrevivir porque no las reconoce como propias por su olor. Es inevitable que al cogerlas interfiramos en su huella olorosa, sin obviar que, dependiendo de cuál sea el temperamento y socialización de la gata, acabemos acrecentando su estrés al hacerle sentir insegura o amenazada.

En SoyUnGato sabemos que resulta tentador. No obstante, cuando nos excedemos en la manipulación de los gatitos, algunas gatas se angustian y pueden reaccionar de diversas maneras. Dentro del comportamiento post parto en gatas puede darse que traslade a sus crías a otro nido, que se desvincule de ellas y no las cuide por comprender que no le pertenecen o que incluso se las coma por considerarlas un lastre para el resto.

Como decimos, salvo que sea imperativo porque el gatito presenta dificultades para respirar, está muy frío, no ha lactado tras dos horas de nacer o su progenitora no muestra interés en él, no conviene tocar a las crías antes de la semana de vida.

Los expertos señalan que hasta que los gatos recién nacidos dejan de ser ciegos y sordos (a los 10-14 días de nacer), no conviene manosearlos para no predisponerlos al rechazo de su madre.

Desde SoyUnGato no podemos sino recomendarte que si el lugar que tu gata ha escogido para establecer el nido antes de parir es tranquilo y seguro, no deberías intervenir hasta que tengas gatos de 2 semanas. Asegúrate de que van ganando peso y que no tienen restos de placenta en la boca desde la distancia. Durante el período de socialización, ya con gatos de 3 semanas y hasta las 8 semanas, la manipulación debe darse una vez al día.

Ahora que conoces cuándo no es contraproducente para la supervivencia de los gatitos que los toques, queremos explicarte cómo debes proceder. Con gatos de 3 semanas y más, siempre debes mostrar una actitud respetuosa con tu gata, pidiéndole permiso para tocar a sus crías y dándole las gracias al devolvérselas. En este punto, deberás cerciorarte de que las acepta. No las dejes hasta comprobar que las lame o les permite lactar.

Para impedir que tu olor se mezcle con el del gatito y su madre lo rechace, debes acariciarla primero a ella. Sin perder el contacto visual, permítele que te huela la mano. Muévete de forma calmada y arrodíllate para situarte lo más parejo posible a su nivel. De este modo, minimizarás la probabilidad de que te perciba como una amenaza. Este punto es especialmente importante si la gata es callejera o ha sido rescatada hace poco.

Si no has forjado un estrecho vínculo con ella, resulta vital que te ganes su confianza, por ejemplo, ofreciéndole su comida favorita. Ten presente que estará cansada. Por tanto, evitar los ruidos y los movimientos bruscos será un alivio para ella. Se sentirá cómoda y prevendrás que deba moverse. En el caso de que tu olor le resulte familiar y actúes como te indicamos, no se opondrá y podrás tocar sus crías, siempre de una a una.

Si observas que emite un sonido similar a un silbido, déjala tranquila. Las consecuencias de su malestar podrían ser fatales para las crías de gatos. Cógelas por pocos minutos, siempre con las manos limpias o valiéndote de una toalla y sin perder de vista la reacción de tu gata. Al devolvérselas, primero acaríciala en señal de gratitud y después coloca su cría en su abdomen para que pueda amamantar si lo necesita.

Como ves, pese a que nos sintamos tentados a tocar a los gatos recién nacidos de nuestra gata por su belleza, y por la ternura que transmiten, hacerlo en exceso y sin dar tiempo a que el vínculo con su progenitora esté bien asentado es peligroso. Hasta que los gatitos no tengan dos semanas de vida, deberías dejar que se mantengan calentitos con su madre y hermanos y maduren su organismo para manipularlos con garantías.

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