Gestación

Cómo ayudar a parir a una gata

 
María Besteiros
Por María Besteiros, Auxiliar Técnico Veterinario. 22 diciembre 2023
Cómo ayudar a parir a una gata

Aunque dentro de la tenencia responsable se aconseja la castración y, además, la nueva ley de protección de animales domésticos aprobada en España en 2023 obliga a esterilizar gatos y gatas antes de los seis meses de edad, es posible que nos enfrentemos al parto de una gata si, por ejemplo, la recogemos abandonada de la calle.

La gestación y, en concreto, el parto es un momento de muchas dudas y preocupaciones para los cuidadores, sobre todo por el miedo a que algo les suceda a los gatitos. En este artículo de SoyUnGato explicaremos cómo ayudar a parir a una gata.

Índice

  1. Cómo empieza el parto de una gata
  2. Cómo actuar en el parto de una gata
  3. Cómo ayudar a mi gata a parir

Cómo empieza el parto de una gata

Lo primero que debemos saber a la hora de enfrentarnos al parto de una gata es que la gestación en esta especie tiene una duración de unos dos meses, aproximadamente 63 días. No siempre vamos a saber justo el momento en el que se ha producido la fecundación para calcular esos dos meses, pero podemos hacernos una idea aproximada observando a la gata.

En general, la barriga empezará a ser notable hacia mitad de la gestación, con lo que podemos esperar el parto unas 3-4 semanas después. Además, contamos con la colaboración del veterinario. Mediante palpación y ecografía no solo puede darnos una fecha de parto probable, sino que también aproximará el número de gatitos de la camada y, por supuesto, controlará que todo discurra correctamente y no se detecte ningún problema.

Teniendo cierta idea de cuándo será el parto, podemos esperar algunos cambios en la gata para esas fechas, aunque pueden pasarnos desapercibidos y no todas las gatas tienen por qué presentar todos. Destacamos los siguientes:

  • Dejar de comer.
  • Esconderse.
  • Modificar el comportamiento habitual, por ejemplo, estar más agresiva, inquieta o habladora.
  • Disminuir la actividad habitual.
  • Lamer con frecuencia la zona genital.
  • Bajada de la temperatura corporal.
  • Secreción en las mamas (aunque puede aparecer bastantes días antes del parto).

Mi gata ha roto aguas y no pare, ¿qué hago?

Además de los signos mencionados, al inicio del parto la gata puede eliminar un líquido por la vulva, que se corresponde con el tapón mucoso que ha sellado el útero durante la gestación. Además, cada gatito se gesta dentro de una bolsa con líquido amniótico. Puede nacer todavía envuelto en ella, caso en el que será la gata la que rompa la bolsa con los dientes y la ingiera junto con la placenta y el cordón umbilical. Si observamos que no la rompe, podemos abrirla nosotros con los dedos, acercando la cría a la madre para que se encargue de lamerla.

Otras veces la bolsa se rompe antes, cuando el gatito está atravesando el canal del parto y, también, hay casos en los que podría romperse todavía en el interior del útero. Es raro que veamos estas secreciones porque lo habitual es que la gata se lama con frecuencia, pero podríamos detectar en la zona genital algún líquido verdoso o sanguinolento.

Suele indicar, no la caída del tapón o una rotura de bolsa, sino que la placenta se ha desprendido o que se ha desencadenado una hemorragia. El gatito debería nacer en cuestión de minutos. De no hacerlo, hay que contactar con el veterinario.

Cómo actuar en el parto de una gata

En principio, nuestra actuación para ayudar en el parto de la gata debería haber empezado antes de ese momento, pues lo mejor para que afronte con éxito su maternidad es ofrecerle cuidados desde la gestación. Además de acudir al veterinario, como hemos explicado, debemos proporcionarle un ambiente relajado, libre de estrés (no es momento para someterla a cambios), y una alimentación acorde con sus nuevas necesidades nutricionales, que estarán muy aumentadas.

Una gata bien cuidada es probable que se enfrente al parto ella sola sin necesidad de nuestra intervención. De hecho, si todo discurre sin complicaciones, lo mejor es que la dejemos sola y tranquila, pues nuestra presencia o un exceso de intervencionismo podría estresarla y, por lo tanto, resultar contraproducente.

La recomendación es ofrecerle una caja con suficiente espacio para que se mueva, con una cama cómoda cubierta con empapadores para mantenerla seca y limpia con facilidad. Aún así, es posible que escoja otro lugar para parir, caso en el que tendríamos que intentar ponerle la caja al lado para que se mueva o, al menos, un empapador. No utilices mantas que formen pliegues entre los que se puedan quedar atrapados los gatitos.

Normalmente, el parto tendrá lugar por la noche y nos encontraremos a toda la familia por la mañana sin ninguna incidencia. Asegurémonos de dejarle agua y comida cerca, así como su arenero. Pero si sospechamos o constatamos que el parto ha empezado, podemos acercarnos a observar que todo vaya bien cada cierto tiempo, pues solo tendremos que intervenir en caso de complicaciones, como las que explicamos en el siguiente apartado.

Siempre hay que tener el teléfono de un veterinario de confianza a mano. Si el habitual no hace urgencias, debemos contar con un veterinario alternativo que pueda atendernos a cualquier hora.

Cómo ayudar a parir a una gata - Cómo actuar en el parto de una gata

Cómo ayudar a mi gata a parir

Hemos visto los cuidados básicos que necesita una gata durante la gestación y el parto. En este apartado comentaremos las señales de alerta que nos tienen que llevar a intervenir para ayudar a nuestra gata. Son las siguientes:

  • Gatito que se queda encajado en el canal del parto.
  • Esfuerzos de parto sin que se produzca ningún nacimiento.
  • Hemorragias o secreciones verdosas sin que nazca ninguna cría.
  • Cualquier anomalía que nos haga sospechar que la gata o algún gatito no están bien.

En la mayoría de estos casos, la forma de ayudar a la gata a parir es contactar de inmediato con el veterinario, pues es posible que se esté produciendo algún problema que impide el parto normal. Por ejemplo, un gatito fallecido que obstruye el canal del parto, contracciones que no están siendo efectivas, etc. En casa, como mucho, podríamos tirar suavemente de un gatito si está casi fuera o romper una bolsa amniótica si la gata no lo hace. Más allá de estas pequeñas complicaciones solucionables, todas las demás requieren la intervención del veterinario.

A modo de resumen, los pasos a seguir para ayudar a tu gata a parir son los siguientes:

  1. Contribuye en la preparación del nido ofreciéndole una caja amplia y empapadores para que se mantenga seca.
  2. Vigila cada cierto tiempo para comprobar que el parto de tu gata transcurre sin problemas.
  3. Rompe la bolsa amniótica de los gatitos solo si la gata no lo hace.
  4. Tira suavemente de un gatito que esté casi fuera si notas que a tu gata le cuesta más de lo normal expulsarlo.
  5. Llama al veterinario en caso de complicaciones.

Cómo saber si la gata ha terminado de parir

Por último, otra de las preguntas que suelen hacer los cuidadores es cómo saber si la gata ha terminado de parir. En principio, si está recostada tranquilamente con su camada, solo preocupada de limpiar y amamantar a sus gatitos, podemos pensar que el parto ha concluido. Conocer el número de crías que espera, aunque sea aproximadamente, es una ayuda para saber si el parto ha concluido o no.

Pero hay que tener en cuenta que, en ocasiones, entre el nacimiento de gatitos puede mediar tanto tiempo como cuatro horas sin que suponga ningún problema. Solo hay que vigilar que la gata y las crías que hayan nacido estén bien y que no se aprecie ningún signo de alarma como los que hemos mencionado.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Manresa, I. (2018). "La preparación al parto", extraído de "Manejo de la hembra gestante", Ateuves nº 43, pp. 30-35.
  • Peña, A. (2016). "Complicaciones en el parto de la perra y la gata", extraído de "Gestación, parto y complicaciones en el parto", Ateuves nº 17, pp. 36-42.
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