Cómo atrapar un gato

Antes de mostrarte las distintas alternativas de las que dispones para atrapar a un gato, queremos puntualizar en qué casos debes hacerlo y en cuáles resulta desaconsejable. Si observas que está nervioso o desorientado, pero luce cuidado y limpio (e incluso tiene una placa identificativa), deberías ponerte en contacto con su tutor. Si no es posible o no puedes hacerte cargo de él, te sugerimos que lo dejes en una protectora o albergue. Te contamos aquí más detalles "No puedo tener a mi gato, ¿dónde lo puedo dejar?".

En otros casos, puede tratarse de colonias callejeras controladas por un CER. Se trata de voluntarios que pertenecen a asociaciones, algunas de ellas coordinadas con el ayuntamiento de turno, que se ocupan de la alimentación, esterilización, vacunas y desparasitación de estos gatos comunitarios. En caso de pelea y el gato queda herido o cuando contravienen enfermedades que precisan cirugía, la sufragan con donaciones.

Estos voluntarios portan sus carnés de cuidadores de colonias felinas y, por tanto, aunque creas que es un gato callejero abandonado, está atendido y en buenas manos. Desde SoyUnGato no te aconsejamos que te lleves a casa a ninguno de estos animales. Lo idóneo, aquí también, es que trates de ponerte en contacto con alguno de estos voluntarios si te topas con un gato malherido o agonizante.

Cuando el animal tiene evidentes muestras de malestar (tiene heridas abiertas, le cuesta respirar, está aletargado, ensaliva en exceso, etc.) debes intervenir siempre protegido con unos guantes de calidad. Podrías contraer una enfermedad zoonótica, como la rabia, al manipularlo para llevarlo al veterinario, a un albergue, refugio, protectora o a una casa de acogida.

En caso de emergencia, cuando tienes la certeza de que es un gato abandonado en situación de indefensión, sí podrías acogerlo en tu casa, al menos, hasta encontrar una familia adecuada para él. Saber cómo atrapar un gato te será de ayuda a fin de que ninguno de los dos salgáis mal parados (siempre es aconsejable que acudas con otra persona si no tienes fuerza). Conviene adoptar una rutina y observar su conducta durante varios días.

Esta táctica ya la conoces cada vez que bañas a tu gato. Te ayuda de un modo sencillo, y muy efectivo, a neutralizar sus patas para prevenir posibles arañazos en su intento por zafarse al contacto con el agua. En este caso, la toalla o manta deberá ser de un grosor intermedio (te interesa impedir que sus uñas se claven, pero debes conservar cierta sensibilidad para manipularlo con firmeza, y no llegar a lastimarlo).

El recurso de la manta o de la toalla siempre debe ir acompañado del uso de un transportín. Esto es, después de inmovilizarlo con este tejido deberás introducirlo en el transportín. Para facilitar su acceso, coloca la mochila para gatos de forma vertical e introdúcelo desde arriba. Después, sé rápido cerrando la puerta y mantén distancia con la bolsa. Podría revolverse y hacerte daño. Utilizar comida húmeda como cebo es lo más efectivo.

La comida ha demostrado ser un reclamo infalible para ganarse la confianza de un gato. Eso sí, seguido del respeto de su espacio y de sus tiempos. Nunca procedas de un modo abrupto o muy directo, por su instinto de supervivencia se sentirá amenazado y no dudará en huir o en defenderse agrediéndote. Los expertos recomiendan moverse de forma pausada, dejarse oler y esperar a que el felino tome la iniciativa.

La comida húmeda es la más palatable para ellos. Por tanto, debería ser tu primera opción. Si no la tienes, el pienso también funcionará, ya que si está en una situación de abandono tendrá hambre seguro. Debe ser comida que deba ingerir allí mismo (que no pueda coger y comérsela en otro lugar como, por ejemplo, un muslo de pollo). Nos interesa atraerlo con la comida y que la consuma donde queramos para atraparlo.

Te contamos "Cómo hacer chuches para gatos caseras" en el siguiente artículo de SoyUnGato.

Las jaulas trampa son el método más seguro cuando nos referimos a cómo atrapar a un gato miedoso. Son jaulas de un tamaño superior al de los transportines y constan de un mecanismo en la puerta. Cuando el animal lo pisa, la puerta se cierra automáticamente (ya sea el que nos interesa u otro animal). Por tanto, conviene que estés atento. Si el animal pasa mucho tiempo dentro, dejará sus feromonas y el gato se sentirá inseguro. No entrará.

Este método está reservado a casos muy concretos o a zonas controladas. La razón no es otra que al tratarse de pastillas sedantes, en el caso de que el gato logrará huir podría quedar dormido en un lugar peligroso (por ejemplo, una carretera). Solo te las puede prescribir un veterinario y deberás camuflarlas en la comida que le des para atraerlo. Una vez neutralizado, introdúcelo en el transportín para llevarlo al veterinario, a casa o a un refugio.

Suelen ser redes unidas a un palo. Este procedimiento para atrapar a un gato consiste en que deposites la red (que deberá ser acorde a la envergadura del gato) y la comida en el centro. Cuando esté comiendo basta con elevar el palo para que ya no pueda salir. Debes tener cierta pericia y fuerza para hacerlo bien. Por ello, si no confías en tus habilidades, válete de alguien que te pueda ayudar. Después, deberás introducirlo en el transportín.

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