¿Los gatos pueden comer naranja?

La naranja es una fruta muy consumida a nivel mundial, siendo un cítrico lleno de beneficios para la salud y fuente de vitaminas, entre las que destacan la vitamina C; también contiene aceites esenciales y flavonoides. El naranjo es el árbol que produce esta fruta, tiene su origen en India, sureste de China, Vietnam y Pakistán, y fueron los árabes los que lo hicieron llegar a occidente. Ahora bien, ¿los gatos pueden comer naranja? A pesar de que existen muchas variedades de naranja, todas tienen en común que ninguna de ellas es apta para los gatos debido a su potencial toxicidad.

¿Los gatos pueden comer gelatina de naranja?

A diferencia de la fruta, la gelatina es un derivado del colágeno a partir de subproductos animales, un coloide semisólido, traslúcido y quebradizo y un componente alimentario que se añade en ocasiones en las dietas para gatos. Por este motivo, los gatos sí pueden comer gelatina de sabores, incluyendo el de naranja, ya que es realmente es muy poca la cantidad de fruta que lleva y, en su mayoría, son polvos aromatizantes.

Sin embargo, no recomendamos dar gelatina de naranja a los gatos, ni de ningún otro sabor, ya que contienen azúcares. Por tanto, lo mejor es darles gelatina neutra con su alimento habitual o comprar un alimento húmedo en el que ya se incluya la gelatina adecuada para estos animales. Solo así nos aseguraremos de que nuestros gatos son alimentados con todos los nutrientes que necesitan y en sus correctas proporciones.

La naranja en sí es un alimento muy bueno para la salud y podría otorgar a los gatos muchos beneficios por su composición nutricional, ya que además de la vitamina C y los flavonoides, también es fuente de ácido fólico y tiamina, así como de otras vitaminas del complejo B y de fibra. Por todo esto, las naranjas fomentan el sistema inmunitario, mejoran el tránsito intestinal, ayudan a mejorar la salud ósea y previenen el colesterol, el envejecimiento y el estrés oxidativo.

Sin embargo, las naranjas son malas para los gatos debido a los siguientes aspectos:

• Por su elevado contenido en ácido cítrico, las naranjas son una fuerte alcalinizante por su pH básico a pesar de ser un ácido, por lo que tienen un mayor potencial de absorción de minerales, pudiendo hacer que los gatos que consuman naranjas presenten problemas urinarios como la urolitiasis o el fallo renal.
• Son muy irritantes debido al carácter cítrico y a sus aceites esenciales, pudiendo afectar al sistema nervioso del pequeño felino.
• Contienen psoralenos, unas furocumarinas lineales, que son unas sustancias tóxicas que también predisponen a los gatos a sufrir alteraciones nerviosas y hasta daños solares.

Ahora que sabes que los gatos no pueden comer naranja, si te preguntas qué pasa si le das naranja a tu gato, debes saber que es muy probable que la rechace, pues contiene una fragancia que repele a la especie felina, como ocurre con el limón y otros olores que odian los gatos. Además, el sabor tampoco les gusta demasiado, por lo que es raro que si le ofreces naranja a tu gato, este tienda a probarla. Sin embargo, hay gatos muy abiertos a probar diferentes tipos de alimentos y que pueden llegar a probar la naranja.

Aunque depende de la cantidad ingerida, los gatos que comen naranja suelen tener episodios de diarrea, vómitos y letargo debido a la irritación gástrica que produce esta fruta. La citada irritación también puede llegar al sistema nervioso del pequeño felino que ha comido naranja, pudiendo provocar la depresión del sistema nervioso central causando convulsiones, temblores e incluso la muerte. Es importante resaltar que todos estos síntomas ocurren cuando el gato ha ingerido grandes cantidades de naranja, si solamente la prueba un poco o ingiere poca cantidad, lo más común es que sufra efectos gastrointestinales.

La toxicidad de este cítrico también se extiende a los difusores de aceites esenciales, por lo que ten cuidado si utilizas un difusor de aroma de naranja o limón, pues también pueden producir dichos problemas en los gatos.

Si tu gato ha comido naranja debes saber que seguramente se encuentre mal después si ha sido poca la cantidad, pasando por el episodio gastrointestinal que hemos comentado, destacando especialmente vómitos casi instantáneos tras su ingestión, hasta llegar a síntomas nerviosos si la ingestión ha sido grande.

La intoxicación por naranja en gatos se debe a su contenido en aceites esenciales como el limoneno y el linalool, así como por los psoralenos y por el ácido cítrico. Estos compuestos producen irritación allá por donde pasan y los psoralenos, tóxico que también tienen los higos, pueden alcanzar el sistema nervioso central, afectando a su correcto funcionamiento. Estos últimos compuestos también pueden producir fotosensibilidad, pues estas furocumarinas se activan con la radiación ultravioleta, convirtiéndose en un gran melanogénico y citotóxico, produciendo signos como enrojecimiento cutáneo, descamación de la piel, ampollas y prurito. Además, no solo el fruto es tóxico para nuestros gatos, sino que todo el árbol en sí, incluyendo las flores, las hojas y la cáscara, ya que contienen dichos aceites y psoralenos.

Por todo ello, insistimos, no des naranja a tu gato ni ninguna otra fruta cítrica. Hay muchos alimentos que sí puedes compartir sin miedo a que sufra una intoxicación, como estos:

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