Qué comen los gatos callejeros

La actual Ley de Bienestar Animal^[2], en vigor desde el 29 de marzo de 2023, prohíbe dar de comer a los gatos callejeros para evitar su proliferación y sobrepoblación. El control del gato comunitario es desde hace décadas un tema que preocupa a los voluntarios de refugios y albergues a lo largo y ancho de nuestro país. Se debe a que es complejo censarlos y esterilizarlos y porque esta situación es incompatible con la salud pública.

La actual ley de protección animal persigue impedir la transmisión de enfermedades a la sociedad y, al mismo tiempo, que se les procuren unos adecuados cuidados a los gatos que habitan en nuestras calles. A través del Método CER (Captura, Esterilización y Retorno), son alimentados por las personas habilitadas para ello y reciben atención médica (para vacunas, desparasitaciones y asistencia en caso de lesión o enfermedad).

Normativa de los gatos callejeros

Cuando abordamos la normativa de las colonias felinas, la propia Ley de Bienestar Animal especifica que esta materia debe ser regulada por los ayuntamientos mediante sus correspondientes ordenanzas. Estas deben estipular, por ejemplo, de qué manera se va a autorizar a los cuidadores (mediante carnet o carta) para que no sean sancionados. La multa por dar de comer a gatos callejeros oscila entre los 300€ y los 1.000€.

Por tanto, ante la pregunta de si se puede o no dar de comer a los gatos callejeros, has de saber que puedes hacerlo si te encuentras en alguna de estas situaciones:

• Dispones del carnet de cuidador que emiten los ayuntamientos o, en su defecto, estás en posesión de la documentación equivalente que solo las corporaciones municipales puedes expedir para estos efectos. Pese a que, como decimos, la competencia es municipal, no todos los ayuntamientos operan con carnés (en caso de adolecer del carnet deberán elaborar un documento equivalente. Por ejemplo, una carta).
• Dispones del carnet de cuidador que otorgan las asociaciones dedicadas a la protección y cuidado de los animales callejeros (protectoras, refugios o albergues a los que deberías dirigirte si no puedes hacerte cargo de tu gato o de uno que acabas de rescatar de la calle).
• Vas a acogerlo en tu casa.
• Vas a llevarlo al veterinario para que lo examinen y, para ello, vas a facilitar tus datos como si de una adopción se tratara.

La preservación de la salud pública y el respeto medioambiental son las claves sobre las que se articula la normativa de los gatos callejeros. Como ya hemos comentado, salvo que poseas un carnet para alimentar gatos callejeros o vayas a hacerte cargo de uno de ellos, no deberías alimentarlos. Si todos los amantes de gatos procediéramos de este modo y no fueran esterilizados, la transmisión de enfermedades sería inevitable.

Igualmente, si no existe un control sobre su censo y no se les cuida por parte de voluntarios habilitados, y formados para ello, y de asociaciones dedicadas a estas labores tan necesarias, los gatos que conforman las colonias callejeras no recibirían la asistencia médica que requieren. Recordemos que las condiciones en las que se ven obligados a vivir son duras y que muchos de ellos vivieron en hogares antes de ser abandonados.

Otro de los motivos por los que no se puede dar de comer a los gatos callejeros es para evitar la sobrepoblación de colonias felinas y la excesiva reproducción de estos. De hecho, actualmente, en España existen más de 100.000 gatos en abandono.

Partiendo de que muchos de los gatos callejeros, en su día, vivieron en domicilios, cuando sienten hambre siempre tienden a alimentarse de las sobras de comida que encuentran en los contenedores de basura. Solo los gatos comunitarios que no han sido socializados en convivencia con los humanos tienen en los pequeños roedores como los ratones, en los pájaros y en los conejos, entre otros, a su primera opción alimentaria.

Los gatos callejeros que en su momento fueron alimentados con pienso o comida húmeda deben estar muy hambrientos para llegar a cazar ratones. Si te has hecho con el carnet para alimentar gatos callejeros o vas a acoger a uno o a varios de ellos, desde SoyUnGato te aconsejamos que te decantes por el pienso seco. Es la alternativa más higiénica y suele ser bien recibida por ellos, además de que es la más resistente.

En el caso de la comida casera o de las latas, deberás esperar a que la consuman para limpiar, después, la zona antes de marcharte. Por su alto porcentaje de humedad, este tipo de comida es más propensa a deteriorarse en un breve espacio de tiempo. De ahí que te recomendemos que te cerciores de que ha comido hasta saciarse para dejar el espacio tal y como lo encontraste (sin restos que puedan atraer a otros animales callejeros). Consulta en el siguiente post de SoyUnGato la información completa sobre "Cuántas veces come un gato al día".

Al tratarse de animales carnívoros estrictos, la proteína de origen animal es prioritaria a fin de satisfacer sus requerimientos nutriciones con plenas garantías. Así, si optas por la comida preparada por ti, las tortillas, el atún natural sin sal, el salmón cocido y sin espinas, el pollo o el pavo hervidos son excelentes elecciones, siempre acompañadas de un recipiente con suficiente agua limpia y fresca.

Ahora bien, lo que no debes darle de comer a un gato callejero es:

• Comida dulce o salada.
• Verduras y frutas tóxicas para los gatos.
• Carne o pescados crudos.
• Comida que esté caducada.

Qué comen los gatos pequeños callejeros

En el caso de los gatos callejeros de corta edad, deberás ofrecerles leche maternizada para gatos o leche de conejo, por ser bien tolerada por los gatitos. Ambas están disponibles en cualquier clínica veterinaria, al igual que el biberón que necesitarás para dársela. A partir de los 21 días de vida, las crías de gato pueden comenzar a alternar la leche con el pienso para cachorros humedecido en agua.

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