¿Los gatos pueden comer aguacate?

El aguacate es un fruto con forma de pera, pulpa untuosa, hueso y cáscara que se caracteriza por su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados ("buenos"), sobre todo ácido oleico, y calorías. También contiene vitaminas, como la E, la B6 o la C, minerales, por ejemplo el magnesio y el potasio, y fibra soluble e insoluble. Por otra parte, su contenido en agua es bajo.

Por todo ello, es uno de los alimentos que forman parte de las dietas saludables de las personas. Pero, como hemos avanzado, que un alimento sea seguro y recomendable para los humanos no implica que también lo sea para otras especies. El aguacate se encuentra en este grupo, es decir, puede ser perjudicial para los gatos.

Por lo tanto, a la pregunta "¿puedo dar aguacate a mi gato?", la respuesta es mejor no, básicamente por dos motivos:

• Su elevado contenido en grasas.
• La sustancia conocida como persina, que puede ser tóxica para gatos y otros animales como perros, aves, caballos o rumiantes.

Por último, debemos señalar que si el gato juega con el hueso o con un trozo y, por accidente, se lo traga, podría sufrir una obstrucción a nivel esofágico o intestinal. Según la localización, variará la sintomatología y la urgencia para recibir atención veterinaria.

La riqueza en grasas del aguacate lo hace poco recomendable para los gatos. Un exceso de grasas contribuye al sobrepeso y obesidad. Los kilos de más no son solo un problema estético, ya que predisponen al gato a desarrollar algunas enfermedades, como la diabetes, y a empeorar otras. Además, los gatos gordos presentan una mayor intolerancia al ejercicio, al calor y a la anestesia.

La obesidad disminuye la calidad y la esperanza de vida. Además, un consumo excesivo de grasas puede llevar al gato a padecer pancreatitis, una inflamación del páncreas que puede ser grave.

Pero este no es el único problema que presenta esta fruta, ya que, como hemos dicho, el aguacate es tóxico para los gatos debido a la persina que contiene. Esta sustancia la genera la planta para protegerse contra los hongos y se encuentra en todas sus partes, incluyendo el fruto. A las personas no nos causa ningún daño, pero sí resulta tóxica para otros animales, afectando al funcionamiento del corazón, del hígado, de los riñones y del sistema digestivo.

Lo cierto es que no se ha determinado qué cantidad de persina provoca la toxicidad ni si la intoxicación que se puede desarrollar es común a todos los gatos o solo se produce en algunos ejemplares. Pero, ante la falta de estudios, lo más sensato es evitar que el gato ingiera aguacate por seguridad. Esta precaución también la debemos extender a la planta de aguacate, si tenemos alguna en casa.

Consulta el siguiente post de SoyUnGato sobre "Alimentos prohibidos para gatos".

Si nuestro gato ha ingerido aguacate, ya sea el fruto o cualquier parte de la planta, como hemos dicho, la persina puede afectar a su organismo. En concreto, según los estudios en otros animales, esta sustancia es capaz de causar un derrame pericárdico, esto es, la acumulación de líquido en el pericardio, que es la membrana que rodea el corazón. El derrame de líquido también puede producirse en los pulmones (derrame pleural). Lógicamente, esto afecta a su funcionamiento normal y provoca dificultades respiratorias.

El hígado y los riñones también pueden verse dañados, provocando insuficiencia hepática y/o renal. Por último, el sistema digestivo puede sufrir una inflamación, que se manifiesta mediante la aparición de vómitos y de diarrea. Este cuadro es potencialmente mortal.

Si has visto o sospechas que tu gato ha comido aguacate, es recomendable que consultes con el veterinario. La intoxicación puede ser más o menos grave, pero siempre requiere la ingesta, es decir, la toxicidad no se produce por contacto e incluso ni por lamido.

Es probable que el veterinario te aconseje que observes a tu felino con atención durante las siguientes horas. Si detectas cualquier signo clínico como los que hemos mencionado, es decir, problemas para respirar, vómitos, diarrea, etc., o cualquier otro, tendrás que trasladarlo a la clínica de inmediato.

La importancia de proporcionarle una atención veterinaria rápida reside en que, a priori, no se puede saber si se producirá una intoxicación ni su gravedad. En la clínica, según el estado de cada gato y la sintomatología que presente, se instaurará el tratamiento más adecuado.

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