Problemas del comportamiento

Mi gato me ataca brutalmente: causas y qué hacer

 
Eduarda Piamore
Por Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento felino y canino. Actualizado: 8 agosto 2023
Mi gato me ataca brutalmente: causas y qué hacer

¿Por qué mi gato me ataca?” es la pregunta que se hacen todos los tutores que han decidido disfrutar de un compañero felino, pero han sido sorprendidos con arañazos, mordidas, patadas, bufadas y otras reacciones claramente negativas. Está claro que adoptar a un gato ofrece múltiples beneficios para nuestra salud física, cognitiva y emocional. Pero, ¿qué ocurre cuando un gato empieza a comportarse de forma agresiva y la convivencia se complica?

Si estás pasando por algo así, debes tener en mente que este tipo de conflictos son más comunes de lo que te imaginas, y no siempre apuntan a una falta de cuidados o a la ausencia de un vínculo con tu gato. De hecho, hay muchos factores que pueden convertirse en disparadores de problemas de comportamiento en los gatos (incluso de uno tan complejo como la agresividad), y que van desde enfermedades hasta cambios repentinos en su entorno o rutina.

Antes de desesperarte o arrepentirte de haber adoptado a tu gato, queremos invitarte a leer este artículo de SoyUnGato para entender por qué tu gato te ataca brutalmente y qué puedes hacer para ayudarlo a recuperar un comportamiento equilibrado que le permita disfrutar de su hogar y de tu compañía. ¡Acompáñanos en esta jornada y seguramente no te arrepentirás!

Índice

  1. Causas patológicas
  2. Estrés
  3. Problemas de comunicación
  4. Mala o nula socialización
  5. Instinto maternal
  6. Traumas y malas experiencias
  7. Defensa de territorio o recursos

Causas patológicas

El comportamiento y el estado de ánimo pueden cambiar repentinamente a causa del dolor provocado por enfermedades y traumatismos, o bien debido a síntomas neurológicos asociados a diferentes trastornos de salud, como puede ser la rabia en gatos.

Si tu gato te ataca brutalmente de la nada, es decir, que empieza a realizar estos ataques repentinamente, el primer paso es llevarlo al veterinario para descartar cualquier causa patológica y verificar la necesidad de iniciar un tratamiento.

Estrés

No solo los humanos padecemos severamente a causa del estrés, sino que este “mal moderno” afecta a cada vez más animales de compañía de diferentes especies. Hablando del estrés en gatos, uno de síntomas más frecuentes consiste en un incremento de la destructividad y de la agresividad asociado a la tensión acumulada.

En casos más complejos, cuando un gato sufre de estrés crónico o se ve involucrado en un contexto que le resulta sumamente desagradable, el ataque al tutor puede ser el resultado de la llamada “agresión redirigida”. En términos prácticos, esto significa que tu gato, cuando está muy estresado o enfadado, puede redirigir su agresión hacia ti sin que hayas hecho nada para molestarlo o enfadarlo. Se trata de una respuesta involuntaria a través de la cual el organismo del gato trata de liberar toda esta tensión y restaurar un mínimo estado de equilibrio. Dado que el tutor suele ser la personas que más convive con el gato, hay muchas probabilidades de que acabe sufriendo las consecuencias.

Lamentablemente, son muchas las fuentes de estrés que pueden surgir en el día a día de un gato, y que van desde cambios repentinos en su rutina y/o entorno hasta enfermedades subyacentes y la falta de un ambiente enriquecido donde pueda gastar energía y entretenerse de forma positiva y segura para el mismo y todos a su alrededor.

Para ayudarte, en este artículo de SoyUnGato te contamos cuales son las principales causas de "Estrés en gatos: síntomas y tratamiento".

¿Qué hacer?

Si identificas señales de que tu gato está estresado, el primer paso es intentar reconocer la fuente del estrés, o sea, qué cosa está haciendo que tu gato se sienta estresado, para luego actuar con el objetivo de anularla o controlarla de la mejor manera posible. Por ejemplo, si tu gato vive en un ambiente empobrecido, con pocos juguetes y estímulos que despierten su curiosidad y lo motiven a ejercitar su cuerpo y mente, lo mejor que puedes hacer es invertir en el enriquecimiento ambiental.

Si, por otro lado, estás planificando una mudanza de domicilio con tu gato, lo mejor para evitar el estrés será acostumbrarlo poco a poco con este nuevo ambiente, pues una alteración tan radical y repentina hará que él se sienta muy ansioso e inseguro. En este caso, necesitarás tener paciencia y seguir estos consejos para mudarte con un gato adulto.

Además, independiente del motivo especifico, hay una serie de buenas prácticas y soluciones caseras que puedes aplicar para aliviar el estrés y la ansiedad en los gatos. Poner una música suave, ofrecerle un masaje relajante, intentar terapias alternativas como las flores de Bach (aunque se recomiende siempre una consulta previa con el veterinario), son algunas de las mejores mejores prácticas para relajar a un gato.

Mi gato me ataca brutalmente: causas y qué hacer - Estrés

Problemas de comunicación

Los malentendidos y fallos en la comunicación de un tutor con su gato son bastante comunes y pueden ser la razón por la que tu gato te ataca brutalmente sin que hayas hecho nada con la intención de molestarlo. Ocurre que, muchas veces, los tutores, por desconocer el lenguaje corporal y la comunicación gatuna, acaban realizando gestos o acciones que generan incomodidad y despiertan emociones negativas, como el miedo.

Por ejemplo, si tu gato te ataca cuando lo miras fijamente, esto no se debe a que tu gato se ha vuelto agresivo ‘de la nada’, sino a que mirar fijamente a otro individuo, en los códigos de conducta de los gatos, supone una especie de reto que, muchas veces, antecede un ataque directo. Si miras fijamente a tu gato por creer que de esta manera le estás poniendo más atención, o si tu gato te mira fijamente y decides devolverle la mirada, lo más probable que es que esto incremente los niveles de estrés implícito en esta situación, y tu gato termine atacándote para que dejes de hacer algo que lo hace sentir amenazado.

¿Qué hacer?

Para evitar este tipo de situación, vale la pena dedicar algo de tiempo para profundizar en el lenguaje corporal de los gatos, que incluye:

También es importante que revises tus formas de interactuar con tu gato para asegurarte de respetar su espacio y no imponerle demostraciones de afecto o de confianza que son propias de las personas o de los perros. Por ejemplo, si tratas de acariciar la barriga de tu gato o si intentas obligarlo a aceptar múltiples besos y abrazos, corres el serio riesgo de recibir una mordida o un arañazo, porque estas que, para nosotros, son lindas maneras de demostrar cariño, para los gatos son fuentes de mucha ansiedad.

Por ello, vale la pena saber cuáles son las cosas que los gatos más odian de los humanos para no llevarlas a cabo en el día a día compartido con tu gato, así como aprender a demostrarle todo tu cariño en el idioma gatuno.

Mala o nula socialización

Durante la socialización, los gatos no solo aprenden a reconocer las ‘especies amigas’, sino que desarrollan su confianza y asimilan recursos valiosos para gestionar sus emociones y lidiar con una variedad de situaciones, individuos y entornos de una manera más amena, aprendiendo que la agresividad es un recurso extremo al que solo deben recurrir en situaciones extremas – valga la redundancia – cuando su integridad está en riesgo.

Por otro lado, los gatos que no tuvieron acceso a un adecuado periodo de socialización pueden reaccionar de forma agresiva ante cualquier situación que les haga sentir inseguros o incómodos, como puede ser la presencia de una persona extraña en su territorio (una visita que recibes en tu casa, por ejemplo) o una acción inesperada que ocurre a su alrededor (por ejemplo, si lo tratas de manipular para cortarle las uñas). Además, los gatitos que son separados prematuramente de su madre son más predispuestos a las conductas agresivas relacionadas al juego.

¿Qué hacer?

Para prevenir todo tipo de problema de conducta, la mejor decisión es socializar a tu gato desde una temprana edad (preferiblemente antes de su sexta o séptima semana de vida). No obstante, es posible y sumamente necesario tomar en serio la socialización de un gato adulto, principalmente si hablamos de un gato que ya tiene dificultades para interactuar con otros individuos, ya sean gatos o personas.

Mi gato me ataca brutalmente: causas y qué hacer - Mala o nula socialización

Instinto maternal

Si tu gata ha parido recientemente o si se prepara para traer al mundo sus cachorros, el instinto protector de las madres puede hacerla atacarte cuando intentas aproximarte de ella o de sus crías, o bien cuando haces cualquier movimiento extraño o brusco que ella puede interpretar como una posible amenaza al equilibrio de su entorno. Este tipo de agresión relacionada al instinto maternal de las gatas es más común justo antes del parto y en la primera semana después del nacimiento de los gatitos.

Aquí puedes acabar con todas tus dudas sobre "Embarazo en las gatas".

¿Qué hacer?

No deberías intentar cohibir el instinto protector de una gata hacia sus cachorros, pues es algo inherente a su naturaleza y muy importante para la supervivencia de su especie. Lo mejor que puedes hacer, en estas circunstancias, es asegurar que tu gata pueda disfrutar de una gestación saludable y tenga libre acceso a un ambiente tranquilo para parir y criar a sus gatitos sin sentirse amenazada. Para ayudarte, hemos preparado una guía completa de cuidados para una gata preñada. ¡No te la pierdas!

Traumas y malas experiencias

Si tu gato te ataca brutalmente con tan solo verte y demuestra un rechazo hacia las interacciones con otras personas, lamentablemente, tendrás que considerar la posibilidad de haya desarrollado un trauma relacionado con las malas experiencias vividas en su pasado.

Cabe aclarar que, cuando hablamos de traumas y experiencias negativas, no nos referimos solo a un historial de violencia física, que, lógicamente, es uno de los motivos más obvios y extremos porque un gato llega a tener un comportamiento agresivo, porque la violencia solo genera más violencia. No obstante, hay otros tipos de maltrato y malas experiencias, sobre todo durante el período de socialización de los gatitos, que se extiende hasta su tercera o cuarta semana de vida, que pueden resultar en una ‘agresividad generalizada’ hacia los humanos que, en realidad, consisten en un mecanismo instintivo de autopreservación.

Un gato que ha mantenido muy poco o ningún contacto con personas durante su período crítico de su socialización, no ha tenido la oportunidad de asimilar los humanos como una "especie amiga". En consecuencia, lo más probable es que se muestre desconfiado y tienda a rechazar cualquier tipo de interacción con los que, para él, son completos desconocidos que pueden hacerle daño o competir por los recursos disponibles en su territorio.

También es posible que un gato sí haya tenido contacto con humanos durante sus primeras semanas de vida, pero si estas interacciones fueron en su mayoría negativas, y principalmente si han involucrado contextos de violencia física o psicológica, lo más probable es que este gatito crezca con un miedo direccionado a las personas y, si tratas de acercarte (por más que lo hagas con todas las buenas intenciones del mundo), puedes acabar siendo víctima de un ataque.

¿Qué hacer?

Hablábamos anteriormente de la importancia de una adecuada socialización para el óptimo desarrollo físico, cognitivo, social y emocional de los gatos (y sobre todo de los gatitos), pero si hablamos de un gato que ha desarrollado un trauma o una fobia asociada a la presencia humana, es muy probable que sea necesario buscar un consejo profesional para ayudarlo a recuperar su confianza.

Entonces, si has adoptado a un gato que presenta señales de haber sido víctima de maltrato, te recomendamos acudir a un experto en etología felina para establecer pautas de tratamiento compatibles con las necesidades de tu compañero felino.

Defensa de territorio o recursos

Aunque frecuentemente se atribuya a la territorialidad conductas negativas que, en realidad, son el resultado de problemas en la socialización y educación de los gatos, sí es cierto que los felinos en general son animales que destacan un gran instinto territorial. Y cuando un gato percibe que el equilibrio de su entorno o la disponibilidad de recursos está en riesgo a causa de la presencia de otro individuo, hay grandes probabilidades de que vaya más allá del marcaje y termine recurriendo a conductas agresivas para reafirmar la delimitación de su territorio y el dominio sobre sus 'pertenencias'.

El "detalle" es que, por lo general, un gato ataca a otro individuo por cuestiones de territorialidad cuando lo reconoce como un posible rival u oponente, con el que podría llegar a tener que disputar su territorio y los recursos allí presentes. Por ende, estos ataques se dirigen principalmente a personas y animales extraños, es decir, ajenos al grupo social del gato, aunque no sea imposible que ataque a su su propio tutor en condiciones de elevado estrés o cuando no existe un vinculo positivo entre ellos.

¿Qué hacer?

Antes de nada y una vez más, el mejor primer paso que puedes dar es acudir al veterinario para descartar cualquier problema de salud que pueda estar por detrás del elevado estrés que altera la conducta de tu gato. Luego, deberías preguntarte con toda la sinceridad si estás invirtiendo suficiente tiempo en conocer la personalidad de tu minino y construir un vínculo de afecto y confianza mutuos, para que él te reconozca como parte de su grupo social y sea capaz de demostrarte su afecto. Para ayudarte, preparamos una guía de "Cómo ganarse la confianza de un gato" y una selección de consejos para hacer feliz a un gato fácilmente.

Mi gato me ataca brutalmente: causas y qué hacer - Defensa de territorio o recursos

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