Educación básica

Cómo y cuándo socializar a un gato

 
Equipo editorial de SoyUnGato
Por Equipo editorial de SoyUnGato. Actualizado: 8 noviembre 2022
Cómo y cuándo socializar a un gato

La emoción que acompaña a la llegada de tu gato a casa es un momento que recordarás en el tiempo. Sin embargo, también entraña ciertas dificultades que de no abordarse correctamente terminarán afectando a la conducta y a la socialización del animal. Así mismo, la predisposición genética del gato, el temperamento de su progenitor o la edad a la que iniciemos este complejo proceso de socialización incidirá en el resultado. Eso sí, no debes forzar a tu gato ni obsesionarte con los tiempos, él será quién marque los ritmos y deberás aprender a quererlo tal y como es.

Sigue leyendo y descubre en este artículo de SoyUnGato cómo y cuándo socializar a un gato bebé y adulto.

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Índice

  1. Factores involucrados en la socialización de un gato
  2. Cuándo socializar a un gato
  3. Cómo socializar a un gato

Factores involucrados en la socialización de un gato

Al margen de nuestro trabajo existen ciertos factores inherentes a la constitución y trayectoria vital del gato que condicionarán su socialización. En este sentido, la mayor o menor docilidad de su padre o la alimentación recibida por su madre durante la gestación y la lactancia afectarán al temperamento de tu gato.

Se ha constatado que estos hechos resultan tan determinantes en la capacidad de aprendizaje del gato, en sus miedos, en su agresividad y en la integración de su convivencia con los humanos como la propia estimulación recibida durante el periodo de impronta. Desde la segunda a la octava semana de vida tiene lugar lo que los etólogos denominan el periodo sensible de socialización o periodo de impronta.

En estas semanas se produce la maduración del sistema nervioso central del gato y resulta beneficioso exponerlo a cuantos más estímulos y personas a fin de mantener alejados los miedos y las conductas esquivas. Si tienes la oportunidad, lo ideal es que puedas acariciar e interactuar con tu nueva mascota a la par que convive con su madre, puesto que esta también le enseña ciertos límites como, por ejemplo, a regular su agresividad. Los gatos que tienen sus primeros contactos con humanos en este periodo muestran mayor interés en convivir con ellos.

Cómo y cuándo socializar a un gato - Factores involucrados en la socialización de un gato

Cuándo socializar a un gato

Pese a que el destete se produce a las 4 semanas de vida del cachorro, lo recomendable es que no lo separes de su madre y de sus hermanos hasta las 8 semanas. Una vez en su nuevo hogar deberás reservarle un espacio exclusivo para él, acorde a su tamaño e ir ampliándolo a medida que vaya creciendo. No es aconsejable que recién llegado a casa le dejes explorarla en su totalidad.

Por su carácter territorial y curioso, es preferible que solo tenga acceso a su espacio. Podría toparse con sorpresas desagradables para él que le inhibieran de querer conocer más de la casa. Dicho espacio debe contar con escapatorias pero no con escondites ni con agujeros en los que pudiera quedar atrapado. Debe ser una zona tranquila y segura, no alejada del contacto con la familia. En él debe tener todo lo preciso para satisfacer todas sus necesidades (comedero, bebedero, bandeja sanitaria, rascador, cama, juguetes e incluso transportín).

Cómo y cuándo socializar a un gato - Cuándo socializar a un gato

Cómo socializar a un gato

El carácter de un gato se consolida en poco tiempo, por lo que su socialización debe tener lugar preferiblemente desde que es cachorro. Si tu minino tiene más edad, no desesperes, con estas pautas, mucha paciencia y todo tu cariño lograrás sacar lo mejor de él:

  • Nunca te dirijas a él directamente, resulta más efectivo hacerlo dando un rodeo. Es recomendable guardar una distancia prudencial cuando estés con él. Siempre debes esperar a que él se acerque a ti y no al revés.
  • No lo fuerces ni lo manipules si aún no se ha familiarizado a tu olor. Puedes depositar objetos tuyos en su zona. Cuando lo percibas tranquilo junto a ti, puedes acariciar su cabeza para que reconozca tu olor.
  • Modula tu voz cuando le hables. Recuerda que las voces agudas les inspiran mayor confianza. Si te animas puedes maullar suavemente para acercarte a él.
  • Presta mucha atención a su comunicación no verbal. Sus movimientos corporales resultan muy reveladores y aprender a interpretarlos te facilitará muchísimo esta tarea. Parpadear lentamente y retirar la mirada a un lateral es otra interesante táctica para entablar una conversación entre iguales.
  • Utiliza la comida como tu aliada. Siempre constituirá una productiva excusa para estimular su acercamiento, pero no te quedes solo en el aprovisionamiento de comida. Debe poder asociarte con una experiencia grata y para ello, deberás observar y ser creativo.
  • Si te tumbas cerca de él comprenderá que no supones una amenaza para él. Igualmente, cuando extiendas el brazo no estires o levantes los dedos, porque los felinos lo identifican con un gesto de hostilidad.
  • No te lances a acariciarlo si no es capaz de permanecer a tu lado. Ten presente que este es un proceso con etapas que deberás ir superando. Conforme vaya ganando confianza en ti la distancia entre vosotros será menor. Ese será el momento de iniciar la manipulación. Que sea breve pero asidua. Aprovecha la higiene diaria para implementarla. Satisfarás un doble objetivo, ya que estas tareas las suele acometer la madre y, de este modo, reforzarás vuestro vínculo.
  • Establece rutinas de juego. El felino necesita controlarlo todo y las rutinas favorecen que acepte de mejor grado los posibles cambios a futuro. A su vez, el juego resulta decisivo para su desarrollo físico y mental. Jugar a diario a la misma hora posibilitará que se ejercite, que aprenda y que te conozca mejor. Procura fomentar el instinto de caza en los juegos. Disfrutará más.
  • Si existen otras mascotas en el hogar deberás guiar progresivamente su autoconocimiento. En primer lugar, deberán olerse para ser conscientes de su existencia, después deberán verse y en un último estadio deberán poder tener contacto directo. Utiliza difusores de feromonas para contribuir al éxito de este proceso.
  • Finaliza todas las sesiones de socialización con un premio o una recompensa. Su snack o golosina favorita será un útil recurso que actuará como condicionamiento operante de refuerzo positivo. En otras palabras, coadyuvará a que asocie esa experiencia con un recuerdo positivo y lo repetirá.

En definitiva, socializar a un gato es un aprendizaje mutuo que consta de pequeños gestos y precauciones a los que deberás atender para lograr que tu mascota disfrute cada día más de tu compañía. ¿Preparado para ponerlo en práctica?

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