Problemas del comportamiento

Mi gato me muerde y se va corriendo: causas y qué hacer

 
Eduarda Piamore
Por Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento felino y canino. 11 enero 2024
Mi gato me muerde y se va corriendo: causas y qué hacer

Los gatos tienen formas de comunicarse e interactuar muy distintas a las nuestras, y por eso no es extraño que ciertas conductas despierten preocupación en nosotros. Por ejemplo, cuando un minino profiere mordiscos o leves mordidas en los brazos, manos o pies en el contexto de un juego, muchas personas se asustan e inmediatamente se cuestionan “por qué mi gato me muerde y se va corriendo. Y, generalmente, este susto está relacionado con el hecho de que comúnmente se asocia el acto de morder con la agresividad en los gatos. Entonces, si has vivido una situación similar, quizás te preguntes si esta es una señal de que tu gato se está volviendo agresivo.

En este sentido, lo primero que debes tener en mente es que la agresividad no es la única razón por la que un gato muerde. Lógicamente, nos referimos a mordidas leves o un mordisqueo, y no a un ataque directo que involucre arañazos y mordidas fuertes, el cual probablemente ha sido antecedido por una serie de gestos y posturas defensivas que indican que el gato se siente enfadado o amenazado por algo que ocurre en su entorno. En estos casos, es fundamental acudir inmediatamente al veterinario para descartar enfermedades y trastornos que pueden conllevar a un incremento de la agresividad, y también puedes conocer otras causas y soluciones para estos casos específicos en nuestro artículo “Por qué mi gato me muerde fuerte”. No obstante, hoy en SoyUnGato, nos dedicaremos a entender por qué un gato muerde y se va corriendo en contextos donde hablamos de mordidas suaves o mordisqueos.

Índice

  1. Comportamiento exploratorio
  2. Juego
  3. Mala socialización
  4. Problemas de comunicación
  5. Estrés o aburrimiento

Comportamiento exploratorio

Si tu gata ha parido recientemente o si has recogido a un gatito recién nacido, verás que estas hermosas criaturitas desplegarán varios comportamientos exploratorios durante sus primeras semanas de vida. Esto es totalmente natural porque es la forma que tienen los gatitos de empezar a explorar su entorno y a interactuar con los individuos y recursos allí presentes. Dado que la boca y el paladar también les permiten descubrir nuevos estímulos, texturas y sabores, es muy común que los gatitos quieran llevarse todo a la boca y, cuando empiecen a tener sus primeros dientes, tendrán el impulso de morder prácticamente cualquier cosa que les despierte curiosidad.

Además, en sus primeros meses de vida, los gatitos también comenzarán a desarrollar los comportamientos instintivos inherentes a su especie, y recordemos que el instinto de caza es muy acentuado en los gatos. Por ende, a medida que vayan ganando movilidad, flexibilidad y destreza para moverse por sus propios medios, los gatitos se mostrarán muy motivados a perseguir y atrapar no solo juguetes, sino casi todo lo que se mueva repentinamente en su entorno. Y los gatos adultos seguirán demostrando gran interés en actividades que simulen el contexto de una cacería.

Qué hacer

Si tienes un gato cachorro que te muerde y se va corriendo, es muy probable que este sea un comportamiento exploratorio, el cual no debe ser inhibido ni reprendido porque es algo esencial para su óptimo desarrollo físico, cognitivo y sensorial. Pero sí puedes actuar con el propósito de direccionar estos comportamientos a los recursos más propicios y seguros para tu gatito y para ti. ¿Te preguntas cómo lograrlo? Sigue estos pasos:

  1. Permite que el gatito permanezca junto a su madre y hermanos hasta completar el periodo de destete. Esto es fundamental porque la progenitora es la responsable de enseñar a sus crías los límites del juego y los códigos básicos de conducta social, los cuales nortearán el comportamiento del gato adulto, permitiéndole tener más recursos para lidiar positivamente con las distintas interacciones que llevará a cabo a lo largo de su vida, así como previniendo el desarrollo de conductas agresivas relacionadas al juego.
  2. Ofrece a tu gatito recursos que permitan la libre expresión de sus comportamientos exploratorios, como juguetes y mordedores adaptados a su tamaño y fabricados con materiales seguros para los gatos. Recuerda que los gatitos también experimentarán cambios en su dentición, los cuales pueden provocar la necesidad de morder para aliviar las molestias relacionadas.
  3. Dale el recurso cuando muerda para que interprete que no debe morderte a ti, pero sí sus juguetes. Por tanto, no debes utilizar tus manos ni pies para jugar con tu gatito o no entenderá por qué a veces sí puede morderte y a veces no. Sé firme y coherente en su educación.

Juego

Otra razón por la que tu gato te muerde y se va corriendo es porque ha asimilado que esta es una forma adecuada de jugar contigo, y es probable que hayas desempeñado un rol importante en esta asimilación. Como dijimos, naturalmente los gatos se sienten muy estimulados a perseguir y atrapar cosas que se mueven, porque entienden que estas cosas son presas y esto dispara su instinto de caza. Entonces, si empiezas a permitir que tu gato juegue de esta manera con tus manos, pies o cualquier parte de tu cuerpo, es muy probable que él entienda que esto es parte del juego, principalmente si esta costumbre empieza a ser reforzada desde una temprana edad.

Tu gato te muerde y se va corriendo para invitarte a iniciar una dinámica de persecución. Si le respondes moviendo tus manos para que las atrape porque te parece divertido, responderá con un nuevo mordisco e interpretará que este es un juego adecuado. Aunque tengas la mejor de las intenciones, debes tener en mente que estás reforzando una conducta que no te resultará muy agradable cuando tu gato ya sea un adulto con dientes y uñas bien afilados. Y cambiar esta costumbre en un gato adulto resultará mucho más difícil porque él ya la ha asimilado como una costumbre totalmente aceptable.

Qué hacer

El consejo más útil es que no fomentes en un gatito conductas y acciones que no quieres ver reflejadas en el comportamiento de un gato adulto. Entonces, siempre que tu gatito quiera jugar contigo o que tú quieras invitarlo a una actividad que simule el contexto de una cacería (¡lo que le agradará muchísimo!), emplea juguetes que sirven a este propósito y no tus manos o pies. Si necesitas ayuda, no dejes de echar un vistazo a nuestra guía de “Cómo educar a un gato desde cachorro”.

Ahora, si hablamos de un gato que ya ha asimilado que morder es parte del juego, deberás trabajar para redireccionar este comportamiento hacia los recursos adecuados. Para ello, es importante seguir los siguientes pasos:

  1. Señala la conducta inadecuada. No es necesario recurrir al regaño ni mucho menos a los castigos para decir a tu gato que ha hecho algo inadecuado. Basta con decirle un firme “¡NO!” e interrumpir inmediatamente el juego o la actividad que se esté llevando a cabo cuando tu gato te muerde para hacerle entender que el acto de morder no es aceptable en esta dinámica y no le generará una consecuencia positiva o deseada (en este caso, que le juego continúe). Aquí te explicamos "Cómo regañar a un gato cuando muerde".
  2. Preséntale la opción correcta. El objetivo no es hacer que tu gato deje de morder, ya que este es un comportamiento natural y necesario. El punto es enseñarle que solo debe morder las cosas que pueden ser mordidas, o sea, que fueron diseñadas con esta finalidad. Siempre que tu gato te muerda y se vaya corriendo, después de decirle el firme “¡NO!” e interrumpir el juego, preséntale un juguete que sí pueda morder para redireccionar esta conducta. Además, puedes fomentar esta asimilación invitándolo tú mismo a practicar estas actividades que simulan un contexto de caza con los recursos apropiados para tal fin, como pueden ser las pelotas o las varillas que traen colgados juguetes que imitan un ratoncito o una pequeña ave. ¡Aprovecha y echa un vistazo a nuestra selección de los mejores juguetes para gatos!
  3. Refuerza la conducta adecuada. Para educar a un gato, no basta con señalar que se ha portado mal, sino que también es fundamental enseñarle cómo portarse bien. Para ello, es clave que reforcemos las conductas que consideramos apropiadas en el momento oportuno, es decir, justo después de su realización. Entonces, cada vez que tu gato juegue contigo de una manera amigable, sin morderte ni arañarte, o cada vez que lleve a cabo correctamente una acción u orden de obediencia que tratas de enseñarle, ofrécele una recompensa, pues esto fomentará la asimilación de este comportamiento como parte de su rutina, así como mantendrá a tu gato motivado para seguir aprendiendo. Descubre aquí el paso a paso de "Cómo aplicar el refuerzo positivo para educar a tu gato".

Mala socialización

El proceso de socialización del gato, que debería empezar en sus primeras semanas de vida, le permite desarrollar su confianza y desplegar un comportamiento más estable y seguro en la edad adulta. Así mismo, tiene la oportunidad de asimilar un mayor número de recursos para gestionar sus emociones y la forma de relacionarse con todo su entorno, entendiendo que solo debe recurrir a las reacciones agresivas, como los mordiscos y los arañazos, como un recurso extremo en situaciones que realmente pongan en riesgo su bienestar.

Es por ello que los gatos que no han sido debidamente socializados son más propensos a manifestar conductas relacionadas con la inseguridad y el miedo excesivo, que pueden ir desde esconderse en la presencia de desconocidos hasta morder o arañar ante un intento repentino de aproximación o interacción por parte de una persona (que, eventualmente, puede ser su tutor). Por tanto, si tú u otra persona se acerca de forma repentina y el gato muerde y se va corriendo a esconderse, es probable que este sea el motivo de su conducta.

Qué hacer

Socializar a un gato es fundamental para enseñarle tanto a convivir armoniosamente con otros individuos, ya sean otros gatos, perros o personas, como a reaccionar de una manera más equilibrada ante diferentes estímulos y circunstancias que se presentarán a lo largo de su vida y que pueden resultarle más o menos agradables.

Aunque lo ideal sería llevar a cabo una socialización temprana, también es posible y necesario socializar a los gatos adultos, siempre con bastante paciencia. Para ayudarte, en SoyUnGato te contamos "Cuándo y cómo socializar a un gato".

Mi gato me muerde y se va corriendo: causas y qué hacer - Mala socialización

Problemas de comunicación

Otra situación en la que un gato muerde y se va corriendo es cuando existe un problema de comunicación que lo hace sentir incómodo o molesto con algo que has hecho, aunque no hayas tenido la intención de molestarlo o estresarlo. Así como tú no siempre entiendes qué quiere decir tu minino a través de sus posturas, gestos y sonidos, él también puede tener dificultades de entender qué intentas decirle a través de palabras o incluso malinterpretar algunas de tus acciones.

Estos problemas casi siempre derivan de las diferencias entre los códigos de comunicación de los gatos y los humanos. En este sentido, es importante que sepas que, a diferencia de los perros, los gatos no cambian su forma de actuar e interactuar cuando se relacionan con nosotros. Es decir, que ellos interactúan con nosotros igual que lo hacen con otros gatos, empleando los mismos códigos de conducta social. Por ejemplo, las demostraciones de afecto y confianza de los gatos son distintas a las nuestras y también a las de los perros. A la mayoría de los gatos no les agrada ser manipulados de forma brusca ni verse encerrado en un abrazo ni mucho menos que le acaricien la barriga, ya que esta es una parte muy sensible de su cuerpo. Luego, si tratas de someterlo a alguna de estas experiencias que le resultan incómodas, es muy probable que tu gato te muerda para decirte “¡basta!” y se aleje de ti para estar tranquilo.

Qué hacer

Para evitar estos problemas de comunicación con tu minino, lo más recomendable es que dediques algo de tiempo a conocer el lenguaje corporal de los gatos para aprender a interpretar qué quiere decirte tu minino en diferentes situaciones del día a día, así como entender las cosas que hacemos los humanos que pueden estresar a los gatos y, por supuesto, evitar llevarlas a cabo. Son estas: "Cosas que los gatos odian de los humanos".

También es muy importante que trabajes para afianzar el vínculo con tu gato y evites emplear métodos contraproducentes en su educación, como el regaño y los castigos, que solo contribuirán para que se sienta estresado y termine teniéndote miedo. Si necesitas ayuda, no dejes de echar un vistazo a nuestros "Consejos para ganarse la confianza de un gato".

Estrés o aburrimiento

Tanto el estrés como el aburrimiento impactan muy negativamente en el comportamiento de los gatos y, muchas veces, comparten las mismas causas. Eso es así porque muchos gatos, antes de desarrollar síntomas de estrés, ya dan señales claras de que se sienten aburridos al vivir en un ambiente poco o nada enriquecido, donde no encuentran los medios ni los recursos para gastar energía y mantenerse entretenidos.

Tarde o temprano, ese gato aburrido acumulará demasiada tensión y recurrirá a las vías que estén a su alcance para aliviarla. Y es ahí que pueden manifestarse una serie de alteraciones de conductas relacionadas con la destructividad y también con la agresividad, como puede ser arañar las cortinas o el sofá, trepar por los muebles, derrumbar cosas e incluso morder a sus tutores.

Qué hacer

La mejor estrategia preventiva contra el estrés consiste en enriquecer el entorno de tu gato con juguetes interactivos o tradicionales, rascadores, estímulos olfativos (por ejemplo, la catnip o hierba gatera), plataformas aéreas y otros recursos que despierten su curiosidad, motivándolo a ejercitarse y poner a prueba sus sentidos.

No obstante, hay muchas otras cosas que pueden estresar a los gatos, como los cambios repentinos en su entorno o rutina, la llegada de un nuevo miembro a la familia, la exposición a estímulos muy fuertes, etc., y es fundamental que trates de eliminarlas o atenuarlas lo máximo posible en tu hogar. Para saber más, no dudes en consultar nuestro artículo sobre “El estrés en gatos: síntomas y tratamiento”.

Ahora que conoces las principales causas que explican por qué tu gato te muerde y se va corriendo, encuentra el motivo que afecta al tuyo y pon remedio de inmediato.

Mi gato me muerde y se va corriendo: causas y qué hacer - Estrés o aburrimiento

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