¿Los gatos tienen pestañas?

Los gatos no tienen unas pestañas como las nuestras, pero tampoco unas cejas. Ellos, sobre sus ojos, muestran unos pelos muy largos, especiales y distintos a los del cuerpo, que reciben el nombre de vibrisas. Estos pelos apenas protegen los ojos, pero sí desempeñan importantes funciones al complementar los sentidos gracias a su gran sensibilidad. Por ejemplo, facilitan la orientación en el espacio, recogen información del entorno, contribuyen a mantener el equilibrio, etc.

Como hemos dicho, si solo echamos un vistazo rápido, los ojos de los gatos nos van a parecer casi iguales que los nuestros. Solo si nos fijamos con atención podremos saber si los gatos tienen pestañas o no. Veremos que los bordes de sus párpados, tanto inferior como superior, no cuentan con los pelos largos en hilera, curvados hacia arriba, que sí caracterizan nuestros ojos. Sí podremos ver pelitos más cortos en el párpado superior, que puede costar distinguir al mezclarse con el pelaje.

Las pestañas son elementos muy importantes para nosotros, como demuestra su función, ya que se encargan de proteger los ojos. En concreto, funcionan como una especie de filtro que impide que el polvo o cualquier otro elemento o cuerpo extraño llegue a entrar en el ojo y cause alguna lesión. También contribuyen a protegerlo de la luz solar y del agua u otros líquidos.

Pero, además, tienen una función estética, pues en algunas culturas se consideran las pestañas largas como un signo de belleza, de ahí el desarrollo de artilugios y cosméticos específicos para cuidar y alargar las pestañas.

Encima de los ojos y formando un arco sobre ellos nosotros contamos con las cejas, constituidas por pelos cortos. Al igual que las pestañas, su principal función es ayudar a proteger los ojos. Así, contribuyen a evitar el contacto con agua, sudor, luz y, en general, con cualquier sustancia o elemento, como polvo o arenilla, que pudiera llegar a dañar el ojo.

Además, tienen también su importancia en el ámbito de la estética, pues se pueden peinar de diferentes maneras, depilar, teñir, etc. Pero incluso cuentan con un tercer cometido, pues ayudan a transmitir el lenguaje no verbal de las personas, expresando distintas emociones, como enfado, sorpresa, etc.

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Las pestañas son un mecanismo de protección ocular que han desarrollado algunas especies animales, pero no todas. A lo largo del tiempo, la evolución va favoreciendo diferentes soluciones para un mismo problema como es, en este caso, la protección de los ojos frente a los agentes externos.

Por este motivo, no debe extrañarnos que algunos animales carezcan de pestañas o no las tengan iguales a las nuestras. Simplemente, su organismo habrá desarrollado otras opciones equivalentes. De hecho, entre los mamíferos podemos encontrar pestañas, pero, fuera de ellos, peces, insectos o reptiles carecen de ellas. Por lo tanto, podemos decir que los gatos no tienen unas pestañas como las nuestras porque no las necesitan.

Como los ojos de los gatos son estructuras delicadas, al igual que en otros animales y humanos, puedes echarle un vistazo a las "Enfermedades de los gatos en los ojos", aquí.

Como hemos dicho, si las pestañas son parte de los elementos de protección de los ojos y no están desarrolladas en los gatos, es que contarán con otros mecanismos para realizar la misma función. En este sentido, podemos hablar de la presencia en los gatos (y en otros animales como los perros) de la estructura que ya mencionábamos al inicio: la membrana nictitante o tercer párpado, que se encarga de proteger el ojo y mantenerlo lubricado.

Por su segundo nombre, tercer párpado, ya podemos darnos cuenta de que esta membrana supone una diferencia importante entre nuestros ojos y los de nuestros felinos domésticos, ya que nosotros solo tenemos dos párpados y carecemos de este tercero.

La membrana nictitante normalmente se encuentra oculta, pues es retráctil, en el borde interior del ojo, entre el globo ocular y los párpados. Pero, como tiene la capacidad de extenderse hasta cubrir la totalidad del ojo, en ocasiones vamos a poder verla. Si apreciamos una especie de capa blanquecina que, a partir del borde interno del ojo, lo cubre parcial o totalmente, es bastante probable que se trate de la membrana nictitante.

Hay que saber que, cuando se mantiene en el ojo sin retraerse, se relaciona con diferentes problemas de salud. Es decir, un gato con una o las dos membranas nictitantes bien visibles sobre el ojo o los ojos puede estar padeciendo trastornos digestivos, deshidratación, enfermedades oculares, etc. Es muy posible que necesite asistencia veterinaria.

Tienes otras "Curiosidades sobre los ojos de los gatos" en el siguiente artículo de SoyUnGato.

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