¿Los gatos absorben las enfermedades de sus dueños?

Seguro que desde la infancia has oído decir que los gatos y las energías van de la mano, que son animales que pueden conectar con el más allá o que ejercen como protectores espirituales. Incluso aún hoy se cree que los gatos negros están relacionados con la brujería. En la Edad Media se pensaba que las brujas adoptaban esta forma para hacer de las suyas con total impunidad, motivo por el que los quemaban vivos.

Y pese a que las supersticiones y las leyendas son constructos mentales que heredamos de generación en generación, sin resistencia ni cuestionamiento, la ciencia no ha podido constatar aún que los gatos absorban las enfermedades de sus tutores para liberarlos de sus síntomas. De lo que sí se tiene evidencia es de que los gatos perciben los cambios en el estado de ánimo de su tutor o que pueden advertir la muerte de una persona.

Si te interesa este tema, te invitamos a leer el artículo "Cosas que los gatos perciben de las personas".

La anatomía de un gato es una precisa máquina de ingeniería, dotada de mecanismos diseñados para recabar información sobre las condiciones del medio y permitirle sobrevivir en él. Así, los gatos son animales con altas capacidades sensoriales que perciben cualquier pequeña variación en su entorno. Su comportamiento se amolda a lo que perciben y, por tanto, es natural que si su tutor está enfermo, su conducta se vea alterada.

Pero, cuando nos referimos a que los gatos absorben las enfermedades de sus dueños o que repelen las energías negativas en una especie de sacrificio de amor por no verlo sufrir o para protegerlo, hay más de misticismo que de realidad en ello. Si te preguntas por qué te visita tu gato cuando estás decaído o tienes fiebre, la explicación reside en tus feromonas, que hacen variar tu huella olorosa, y en tus constantes vitales. Cuando los mininos detectan estas variaciones en sus tutores a través de su agudizado sentido del olfato, mediante su oído o las almohadillas carpianas, tienden a mostrarse más demandantes de interacción y a querer pasar más tiempo con ellos. Quizás por esto, especialmente en las culturas asiáticas, se considera a los mininos animales protectores o talismán que absorben las energías negativas y protegen a los humanos de su nefasta influencia. Prueba de ello son el Maneki Neko o gato chino de la buena suerte y el khao manee, una de las razas de gatos blancos que es venerada en su Tailandia natal por ser guardián espiritual y atraer la prosperidad.

Si bien está científicamente probado que convivir con un gato reporta infinidad de beneficios a la salud física y mental, la idea de que están conectados con el más allá o con la espiritualidad es una creencia supeditada a la subjetividad. Si deseas ampliar información sobre este tema, lee el post "Cuáles son los beneficios de tener gato".

Si alguna vez te has resfriado y tienes gato, es probable que no se haya separado de ti y se haya mantenido acostado sobre tu tronco. Esto es debido a que ha identificado que tienes fiebre. Al ser esta la zona de tu cuerpo que más calor retiene, le resulta atractiva para su descanso. En el caso de patologías más graves como, por ejemplo, la diabetes, los gatos pueden detectar las variaciones en el olor del aliento o de la orina.

Cuando se percatan de la presencia de estos estímulos a los que no están acostumbrados, pueden experimentar cierto estrés y mostrarse más inquietos o ronronear más de lo habitual. Son sus mecanismos de defensa para liberarse de esa incertidumbre que tan poco les gusta (porque les resta control y calma). En cualquier caso, es una conducta que evidencia que los gatos quieren a sus dueños y que desean recobrar la cotidianeidad. Por ello, aunque los gatos no absorban las enfermedades, el hecho de tener su compañía y atención constante puede hacer que los tutores enfermos (dependiendo de la gravedad de la enfermedad) se sientan un poco mejor.

Los gatos no solo se muestran más demandantes de atención con sus humanos de referencia cuando acontece una enfermedad física. Estos cambios en su comportamiento también se manifiestan cuando estamos preocupados, tristes o eufóricos. Aparte de por los indicadores biométricos, nuestro lenguaje corporal les alerta de que algo distinto está sucediendo. Recuerda que tu gato te conoce bien y te necesita saludable.

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