Cómo evitar que el gato arañe el sofá

Antes de adentrarnos en explicar cómo evitar que el gato arañe el sofá, resulta indispensable entender esta conducta. Los gatos arañan el sofá principalmente por dos motivos:

• Para limarse y afilarse las uñas, manteniéndolas así sanas y con una longitud adecuada. Las garras son una de las principales armas que tienen los felinos para defenderse y es muy importante para ellos mantenerlas en buen estado. A pesar de que un gato casero no necesite, en principio, defenderse de grandes peligros, también tiende a afilar sus uñas enganchándolas en superficies verticales, ya que este comportamiento es instintivo. Además, es una conducta beneficiosa, pues si es el propio gato quien mantiene sus uñas en buen estado, no es necesario que se las recortemos o se las cuidemos nosotros (lo cual puede resultar complicado en ocasiones).
• Para marcar su territorio. Al ser animales territoriales, los gatos necesitan delimitar el espacio en el que viven a través de marcajes, los cuales sirven de señal olfativa (y en este caso también visual) a otros animales que pasen por la zona y les informa de la presencia del gato, así como de su estado de salud, su edad, su estado sexual e incluso su tamaño. Todo esto es posible gracias a que los felinos dejan la zona que rascan impregnada con feromonas, una sustancia química indetectable para nosotros, pero que sirve de medio de comunicación para otros animales. Las feromonas no solo se liberan a través de las glándulas que los gatos presentan entre sus dedos, sino que estos también las liberan cuando marcan su territorio con orina o frotando su cara contra ciertas superficies. Hablamos de ello en este post: "Marcaje en gatos: tipos y qué hacer".

Tu gato necesita llevar a cabo las conductas propias de su especie, lo que quiere decir que nunca podrás evitar que utilice sus uñas y arañe ciertas superficies. ¡Pero tranquilo!, esto no significa que tu sofá siempre vaya a sufrir las consecuencias, pues la solución radica en enseñar a tu peludo dónde puede y dónde no puede afilar sus garras.

Este proceso puede resultar más o menos rápido en función de varios factores, pero el primer paso siempre será cubrir sus requerimientos de estimulación y enriquecimiento ambiental. Esto quiere decir que debes proporcionar a tu gato rascadores que pueda utilizar, pero no solo eso, pues lo ideal es que cuente con más de uno, distribuidos por diferentes puntos de la casa y que estos sean lo suficientemente grandes y robustos como para que el felino pueda erguirse totalmente sobre sus dos patas traseras y agarrarse a ellos con las delanteras, estirando completamente su cuerpo.

Es importante, para el proceso de aprendizaje, que refuerces al gato siempre que afile sus uñas en el lugar adecuado, para que de esta forma asocie el comportamiento con una experiencia agradable y tienda a repetirlo cada vez más. Por contra, cuando lo haga en el sofá, y por tanto te preguntes qué hacer cuando el gato araña el sofá, sigue estos pasos:

1. Llámale la atención para que se detenga, pero sin gritarle.
2. Inmediatamente después, ofrécele una alternativa adecuada. Es importante que el felino aprenda a través del refuerzo positivo y que nunca le grites, le golpees o le asustes (por ejemplo, echándole agua) cuando afile sus uñas en el sofá, pues esto puede resultar contraproducente.

Ante cualquier problema de comportamiento que no sepas cómo trabajar, lo ideal es contactar con un etólogo que te asesore durante el proceso, ya que debes tener en cuenta que una conducta inadecuada que se repite de manera muy frecuente o intensa también puede ser consecuencia de que tu gato padece estrés, ansiedad o aburrimiento.

Muchas veces, aún teniendo rascadores, los gatos rechazan su uso y prefieren afilar sus uñas en las esquinas del sofá. Esto puede ser porque los rascadores que tienen a su disposición no son de su agrado, bien sea porque le quedan muy pequeños, porque son inestables o porque el material no es el más adecuado.

Por otro lado, también es posible que tu gato sí que utilice sus rascadores con gusto pero, aún así, continúe acudiendo de vez en cuando a arañar el sofá. Esto puede ser porque los felinos, a la hora de marcar su territorio, escogen zonas estratégicas donde rascar y, por muchas opciones que tengan, continuarán acudiendo cada cierto tiempo a repasar las marcas que dejaron en ese lugar.

Si te encuentras en esta situación y no logras que tu gato deje de arañar el sofá, aquí te dejamos algunos consejos sencillos que puedes poner en práctica:

• Si es posible, trata de limitar de manera temporal el acceso del gato al sofá, mientras trabajas en modificar su comportamiento.
• Coloca un rascador cerca de la esquina del sofá que el felino araña y redirígelo hacia él cuando el gato se acerque al sofá, premiando que use el rascador.
• Utiliza feromonas felinas para que tu gato esté más relajado en casa y reduzca sus conductas de marcaje. Puedes adquirirlas en tu clínica de confianza, en tiendas especializadas o en Amazon: Comprar feromonas felinas.
• Utiliza espráis comerciales o caseros para alterar el olor del sofá. Por ejemplo, el olor que desprenden los cítricos resulta desagradable para ellos, de manera que puede ser un buen repelente natural.
• Cubre las esquinas del sofá con protectores. Algunos de ellos actúan también como rascador, de manera que el gato puede seguir mintiendo esta actividad sin dañar el mueble. Puedes comprarlos ya hechos o ¡también puedes hacerlos tú mismo! Para el primer caso, puedes consultar este modelo: Protector y rascador para sofá.
• Asegúrate de que las uñas de tu gato están en buenas condiciones y no son excesivamente largas. En caso contrario, aquí te contamos "Cómo cortar las uñas a un gato".
• Mantén a tu gato entretenido, ofrécele actividades y enriquecimiento ambiental y pasa tiempo de calidad con él para evitar que se aburra.

Ahora que ya sabes cómo evitar que el gato arañe el sofá, ponte manos a la obra para mejorar el enriquecimiento ambiental de tu hogar y empezar a ver los resultados. Recuerda que, si no consigues tu objetivo, la recomendación es acudir a un etólogo felino para una evaluación personalizada.

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