¿Se puede bañar a un gato sin vacunas?

Lo primero que debemos saber es que los gatitos, durante sus primeras semanas de vida, no consiguen regular por sí mismos su temperatura corporal. Esto quiere decir que corren el riesgo de enfriarse si se exponen al ambiente. Por otra parte, se encuentran en un momento de su vida muy vulnerable, ya que todavía no disponen de un sistema inmune maduro, las defensas transmitidas por su madre van disminuyendo y hasta las ocho semanas no se les administra la primera vacuna.

Esto hace que estén más expuestos a contraer diferentes enfermedades y a que estas cursen con mayor gravedad. Lo mismo sucede con los parásitos y con las situaciones potencialmente estresantes, como pudiera ser el baño. Para contribuir a su salud se recomienda la vacunación de todos los gatitos, aunque no vayan a salir del hogar, ya que nosotros podemos introducir patógenos, como virus, en nuestro calzado o ropa. Para que las vacunas sean eficaces no llega con una única dosis, sino que hay que repetir la administración a lo largo de toda la vida del gato. Lo habitual es revacunar una vez al año. Será nuestro veterinario quien establezca el calendario de vacunación más adecuado a las circunstancias de nuestro ejemplar.

Teniendo todo esto en cuenta, seguro que ya has adivinado que no es bueno bañar a un gato antes de vacunarlo. En general, no está recomendado bañarlos a tan corta edad, salvo que sea estrictamente necesario. Sí podríamos limpiarlos localmente, por ejemplo, con toallitas especiales para gatos, siempre vigilando los cambios bruscos de temperatura y minimizando el estrés.

¿Y se puede bañar a un gato bebé después de vacunarlo?

Una vez el gatito haya sido vacunado, no cambia la recomendación de evitar el baño y priorizar la limpieza local, ya que sigue siendo un animal vulnerable con un sistema inmune todavía sin madurar. Salvo que la suciedad sea excesiva o peligrosa para su salud, para una buena higiene llega con el autoacicalado al que dedican horas todos los días desde pequeños y los cepillados regulares que podemos hacer nosotros.

Si quisiéramos acostumbrar al agua a nuestro gatito, podríamos hacerlo siempre con agua tibia, champús específicos para gatos y asegurando un secado completo, lejos de corrientes de aire. Este "entrenamiento" podría empezar tras la vacunación y la adaptación al nuevo hogar.

Los gatos adultos sanos cuentan con un sistema inmune maduro que los ayuda a enfrentarse a situaciones de estrés tanto físico como emocional. Por ello, serán más resistentes a situaciones problemáticas y potenciales patógenos e incluso, aunque enfermen, es posible que manifiesten un cuadro mucho más leve, sobre todo si están correctamente vacunados. Con independencia de que se les hayan puesto o no todas las vacunas, podemos bañar a un gato adulto, siempre que esté sano, utilicemos agua tibia, productos para gatos y lo sequemos del todo.

Si se trata de un ejemplar que da muestras de enfermedad, lo primero debe ser acudir al veterinario para diagnosticar y tratar. Un baño en esas circunstancias podría estresarlo, lo que repercutiría en su sistema inmune, de ahí que resulte contraproducente. Al igual que si se tratase de un gatito, si fuese absolutamente necesario, se podría limpiar con toallitas a nivel local.

En cualquier caso, aun tratándose de un ejemplar adulto sano, deberíamos valorar la pertinencia del baño. Es decir, los gatos pasan muchas horas del día autoacicalándose, por lo que lo habitual es que estén limpios. Además, podemos cepillarlos para ayudarlos a eliminar pelo muerto y suciedad y, como hemos dicho, limpiarlos localmente si fuese necesario. Por eso, en general, no hace falta que los bañemos. Si nuestro gato comienza a presentar zonas del cuerpo sucias o con mal aspecto, se recomienda acudir al veterinario, ya que podría ser indicativo de un problema de salud.

En este vídeo te enseñamos a limpiar a un gato sin bañarlo:

De las explicaciones que hemos ido dando en los apartados anteriores, podemos deducir que hay algunas situaciones en las que el baño supone más riesgos que beneficios. Son las siguientes:

• Gatitos en sus primeras semanas de vida cuando aún no regulan su temperatura corporal.
• Gatitos antes de vacunar.
• Ejemplares enfermos, con independencia de su edad, ya sea su trastorno físico o psicológico.
• Gatitos o gatos adultos o sénior que acaban de llegar a un nuevo hogar.
• Gatos para los que el baño supone un estrés elevado.

En todos estos casos, el baño podría tener consecuencias negativas por enfriamiento o debilitamiento del sistema inmune. Por ejemplo, el gato podría comenzar a manifestar signos clínicos de enfermedad o de agravamiento, si ya estuviese enfermo. Esto no tiene por qué suceder siempre que bañemos a un gatito sin vacunar o en alguna de estas situaciones, pero es un riesgo a valorar para decidir si nos exponemos a él o no.

Por eso, si es estrictamente necesaria la limpieza, es más recomendable recurrir a las toallitas para gatos o, en tal caso, al lavado de la zona concreta que estuviese manchada. Si tenemos alguna duda, podemos consultar con el veterinario.

Si por cualquier circunstancia no queda más opción que el baño, este debe hacerse de la siguiente manera:

1. Escoge una estancia de la casa caldeada y sin corrientes de aire y ten a mano todo lo que vayas a necesitar.
2. En una tina, bañera, fregadero o similar, moja al gato con agua tibia. Si se asusta con el ruido de la ducha, echále agua con algún recipiente. Céntrate en el cuerpo y evita que le caiga por la cara.
3. Aplica algún champú específico para gatos. Es importante que esté formulado para esta especie porque así evitamos reacciones adversas. Frota con suavidad por todo el cuerpo, haciendo espuma.
4. Aclara con agua tibia asegurándote de que no queda ningún resto del producto.
5. Con una toalla, absorbe toda el agua posible. Con otra, seca al gato todo lo que puedas. El secado puede completarse con un secador con aire tibio. Debe quedar completamente seco.

Ahora que sabes que no es recomendable bañar a un gato sin vacunas y los pasos a seguir en caso de necesitar hacerlo, no te pierdas este otro artículo donde te explicamos Cuando sí puedes bañar a un gato.

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