Síntomas de que un gato se muere

Uno de los primeros síntomas de que un gato se muere atañe a sus constantes vitales. Su respiración en descanso se apreciará acelerada, su temperatura corporal será más baja de lo habitual (aunque también puede ascender) y su pulso también se verá alterado al alza. Para que lo comprendas con facilidad, aquí te mostramos las constantes vitales que se consideran normales en un gato adulto:

• Frecuencia respiratoria: oscila entre las 20 y las 42 respiraciones por minuto.
• Frecuencia cardíaca: puede variar entre las 160 y las 200 pulsaciones por minuto (p.p.m.). Descender de las 140 p.p.m. es un claro indicio de que algo no va bien.
• Temperatura corporal: se considera normal una temperatura de entre 38 y 39 °C. Los gatos moribundos tienen la nariz y las almohadillas frías, puesto que no son capaces de termorregularse correctamente. Quizá te interese el siguiente post de SoyUnGato sobre "Cómo saber si mi gato tiene frío".
• Tiempo de relleno capilar: es el tiempo que les lleva a las mucosas, por ejemplo, a las de la boca, a recuperar su coloración tras recibir presión. No debería exceder de los 2 segundos.

Cuando nos referimos a cómo se comporta un gato antes de morir, este punto es otro de los aspectos inequívocos de la proximidad del fatal desenlace. Y es que debido a la acumulación de toxinas por un anómalo funcionamiento de sus órganos a nivel sistémico, todas sus secreciones, ya sea el sudor, la saliva, la orina o las heces, desprenderán mal olor.

En el caso del mal olor de aliento o de boca, estaríamos hablando de la halitosis, una patología que puede manifestarse si come alimentos que no debería o están en mal estado. Tanto de una forma u otra, siempre es vital llevar a nuestro pequeño felino al veterinario para garantizar su salud. Más adelante hablaremos más detalladamente sobre este otro síntoma de que un gato se va a morir.

La falta de interés por su aseo corporal es otra de las señales que alertan de que un gato no es feliz debido al malestar, físico o psicológico que experimenta. Al fin y al cabo, aunque no pueden advertir la cercanía de su muerte, sí que perciben que no se encuentran bien y debido a ese decaimiento dejan de acicalarse. Su prioridad en esos momentos es que el malestar desaparezca.

Sabemos que los hábitos higiénicos en los gatos son primordiales para ellos. Esta falta de higiene también puede ir de la mano de otras carencias como el marcaje. Si notas que tu gato ha dejado de frotarse contra los postes o muebles de tu casa, algo que hace normalmente para dejar su olor corporal, probablemente estés ante otro tipo de comportamiento de los gatos ante la muerte.

¿Por qué los gatos se esconden cuando están enfermos? En línea con lo que acabamos de exponer, el malestar provoca que se vean amenazados y vulnerables. Por tanto, el instinto de supervivencia de un gato agonizando de dolor y que se encuentra mal le lleva a buscar la soledad a la espera de que se sienta de nuevo con fuerzas. En ocasiones, los gatos moribundos prefieren abandonar su hogar para alejarse del ruido y no ser vistos en su estado.

Cabe destacar que este síntoma de que un gato se va a morir es más subjetivo que los demás. Dependiendo de la personalidad y carácter de tu gato, decidirá alejarse o mantenerse cerca de ti.

Otro de los síntomas que explican qué hacen los gatos cuando se van a morir, tiene que ver con la apatía y el bajo ánimo para interactuar. Las condiciones en las que se encuentran provocan que prefieran mantenerse al margen. De hecho, el decaimiento es, junto a las convulsiones, la diarrea, los vómitos, la presencia de sangre en la orina y la inapetencia, uno de los principales síntomas de la cercanía de la muerte de un gato.

Básicamente, vemos un cambio de comportamiento de los gatos ante la muerte, ya que su personalidad se ve alterada. Por lo general, este síntoma de que un gato se muere es más común en gatos mayores, ya que se relacionan con el estado de su salud física. Aunque puede que no indiquen al 100% que el gato se va a morir, sí que indican que algo va mal.

Ahora que ya conoces 5 síntomas que te sirven para cómo saber si mi gato se está muriendo, vamos a continuar descubriendo muchos otros que te acabarán sorprendiendo.

Como decimos, aunque no puede generalizarse, cuando un gato deja de alimentarse y de beber es sintomático de un grave problema de salud, ya sea físico o psicológico. Aunque es a veces puede ser complicado identificar los síntomas de un gato enfermo y que va a morir, resulta especialmente llamativo, y frustrante, cuando se muestra indiferente a sus golosinas favoritas.

Si ves que no quiere comer sus alimentos preferidos, ni tampoco quiere beber líquidos, estamos ante una de las cosas que hace un gato antes de morir más evidentes. Lógicamente, un gato con más años no comerá la misma cantidad de comida que un gato joven, pero no por eso debemos de dejar de preocuparnos. El hecho de que no quiera ingerir ni alimentos ni líquidos, es más que una alarma.

Quizá estemos ante uno de los síntomas de que un gato se muere más evidentes. Como consecuencia de su inapetencia, es natural que pierda peso y que sus costillas o su pelvis luzcan más marcadas que en meses anteriores. Acudir al veterinario permitirá que le puedan administrar, si es pertinente, cuidados paliativos como, por ejemplo, alimentarlo por vía venosa.

Si te preguntas qué hace un gato antes de morir, la respuesta pasa por un repentino y brusco cambio en su carácter, y como ves, en sus rutinas. Es posible que se muestre especialmente irascible, irritable o incluso agresivo. En muchos casos es debido a la desorientación que les produce el dolor que sienten. Puede suceder que no te reconozca y que crea que puedes querer hacerle daño, ante lo que reacciona de forma agresiva.

A la falta de interés por el acicalamiento le acompaña el escaso uso del arenero, otra de las cosas que hace un gato antes de morir. Por ejemplo, porque no se siente con fuerzas para acceder a él o porque no es capaz de controlar sus esfínteres. No se trata de una señal inequívoca de la muerte de un gato, pero sí que te advierte de que algo lo perturba. Además de llevarlo sin demora al veterinario, deberías ofrecerle distintos areneros, de distintos tamaños, y ubicarlos en varias estancias de la casa.

Por desgracia, el cáncer es una grave patología que afecta a 1 de cada 5 gatos. Los bultos o neoplasias son relativamente frecuentes en los mininos a partir de los 11 años de edad. El melanoma oral, los linfomas y el cáncer de mama son otras de sus variantes que mayor prevalencia tienen entre los mininos. Si detectas un bulto en la anatomía de tu gato, no dudes en acudir al veterinario, ya que su supervivencia podría verse comprometida.

Junto al fétido olor de sus secreciones, la halitosis es otro posible indicio de la proximidad de la muerte de un gato. La insuficiente ingesta de alimentos y de hidratación deviene en un deficiente desempeño de su sistema digestivo, al igual que la mala ingesta de alimentos que no tocan. Igualmente, la falta de saliva acelera la acumulación de bacterias y toxinas, provocando el mal aliento.

Como sabes, los gatos pasan el 75% del día durmiendo, lo que equivale a unas 14-16 horas, que en el caso de los cachorros y gatos sénior puede ascender a las 20 horas. Sin embargo, cuando un felino está al borde de la muerte, excederá esa cantidad y, a su vez, el tiempo que permanezca despierto preferirá mantenerse poco activo, al sentirse cansado o sin fuerzas.

El acceso a la sanidad, fruto de una mayor conciencia social sobre el respeto al bienestar animal, está propiciando que los gatos vivan más que los que habitan en la calle o en estado salvaje. De media, los gatos domésticos rondan los 15 años, aunque existen ejemplares que han alcanzado los 20 años. Pese a todo esto, cuando tu gato presenta los síntomas que acabamos de mencionarte, debes consultarlo cuanto antes con el veterinario.

¿Crees que los gatos se despiden antes de morir? Una vez más, no dejan de sorprendernos. Varios tutores de gatos fallecidos han reconocido que justo el día antes de morir, y después de semanas de apatía, sus gatos eligieron deliberadamente varios momentos del día para acercarse a su humano favorito, ronronear y buscar sus caricias, o para dormir sobre su almohada la noche anterior en lo que puede considerarse una despedida.

Una vez en el veterinario, este lo explorará y podrá pautar el tratamiento que corresponda. En el peor de los casos, si considera que no va a surtir los efectos deseados, con el fin de evitar un sufrimiento innecesario al animal, te propondrá aplicarle la eutanasia. Si estás de acuerdo, una vez producida la muerte del gato, la propia veterinaria puede encargarse de su incineración.

Existen funerarias de animales que se dedican en exclusiva a esta actividad y son, de hecho, la opción más económica. Si lo prefieres y dispones de un lugar especial, puedes ocuparte por tu cuenta de su sepultura. Si tenía el microchip, deberás comunicar su muerte para que lo den de baja del censo de animales de compañía registrados y este se mantenga actualizado.

Esperamos que este luctuoso hecho tenga lugar dentro de muchos años, pero mientras tanto ya conoces cuáles son los síntomas de que un gato se muere para que sepas cómo proceder y puedas ofrecerle una atención cariñosa en esos últimos días, de forma que pueda sentirse acompañado en un ambiente tranquilo y familiar.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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