Gato Ragdoll


Por la dulzura de su mirada pronto apreciarás lo dócil y mansa que es esta raza. No dudará en venir a tu encuentro cada vez que llegues a casa, un comportamiento más propio de perros que de gatos. El ragdoll es un gato de complexión musculosa, pecho ancho, huesos fuertes y de enorme flexibilidad. Por su falta de sensibilidad al dolor y su incapacidad para girarse en el aire deberás tomar ciertas precauciones y ayudarlo a descender al suelo.
Características del gato ragdoll
De porte poderoso por su pelaje semilargo y más largo en torno al cuello y a la cara, esta raza necesita alcanzar los 3 o 4 años de edad para desarrollar su madurez. Su mirada, intensa y tierna a partes iguales, da idea del carácter afectuoso y conciliador de esta raza. Origen California (EE.UU.). El tamaño de este gatito es grande. El peso de 6.5 a 9kg machos y de 4.5 a 6.5kg hembras.
El pelo de este gatito es semilargo, abundante, denso y suave. Color lila, chocolate, rojo, crema, seal (marrón) o blue (gris) en versión colorpoint (patas, cola, cara y orejas más oscuras), bicolor o con manchas mitted (barbilla y patas blancas). La cabeza en forma triangular y ancha. Las orejas triangulares, separadas y tiesas y los ojos ovalados y en distintas tonalidades de azul. La cola larga, no ancha y terminada en forma redonda. Longevidad estimada de 11 a 15 años. Dificultad para cuidarlo media.
Carácter-Comportamiento
Si existe un rasgo que diferencia a esta raza es la docilidad y devoción por su amo. Los ragdoll detestan la soledad, necesitan sentirse acompañados y arropados en todo momento. De no ser así llegan a enfermar. Son tan mansos y nobles que ante una disputa prefieren retirarse o esconderse. Nunca buscan afianzar su supremacía y se muestran amistosos con los desconocidos, con los niños o con otras mascotas. Incluso, se sienten cómodos en los ambientes bulliciosos. Mientras se perciban protegidos no se opondrán a un cambio de domicilio y tolerarán de buen grado los viajes en coche. Dada su dificultad para percibir los riesgos deberás restringir su acceso al exterior.
Su facultad para relajar la musculatura le permite adoptar posturas imposibles haciendo gala de una inusitada flexibilidad. Una curiosa cualidad que también comporta ciertos riesgos, ya que el ragdoll es lento de reflejos e insensible al dolor. Al igual que el gato persa es muy tranquilo y hogareño. Una raza, por tanto, idónea para aquellas personas que disfrutan del tiempo en casa y que reclaman compañía.
Cuidados para el gato ragdoll
Su pelaje precisa el cepillado, como mínimo, 2 o 3 veces por semana. Este cuidado es especialmente necesario tras el invierno como coadyuvante en la prevención del tricobezoares en pleno periodo de muda. Para ello, lo recomendable es utilizar un cepillo de doble cara. Primero, lo cepillaremos con el lado de las púas anchas para continuar con el de las púas largas y metálicas. Así, aseguraremos una óptima eliminación del pelo muerto. Es conveniente llevarlo al peluquero felino una vez al año para cortarle el pelo y mantenerlo en perfectas condiciones El cuidado de los dientes, orejas y uñas es una constante en el aseo de todo gato, al igual que lo son las vacunas para preservar su salud.
Báñalo cuando lo consideres oportuno. Al tratarse de un ejemplar especialmente perezoso debes ofrecerle un pienso específico para razas de interior, bajo en calorías y en la dosis que el veterinario te recomiende para prevenir la obesidad, sobre todo, en los machos castrados. Debes asegurarle una cierta estimulación ambiental para motivarle a realizar un mínimo de 20 minutos diarios de ejercicio. Los juguetes interactivos como el kong relleno de su snack favorito y los dispositivos que emiten luces o sonidos son formas de gimnasia pasiva.
A su vez, puedes probar con las escaleras, a diseminar sus juguetes por diferentes estancias de la casa o a adoptar otra mascota para que jueguen juntos. De este modo, promoverás su ejercitación diaria.
Salud del gato ragdoll
Entre las patologías más predominantes de esta raza destaca la miocardiopatía hipertrófica, como es usual en los gatos domésticos sedentarios, sobre todo, en los machos de edad avanzada. Entre sus síntomas deberán alertarte la dificultad para respirar, la flacidez de los miembros posteriores, la inapetencia, la pérdida de peso o los vómitos.
En los casos más extremos, puede desencadenar la muerte súbita del animal. Los trastornos urinarios como cistitis, infecciones de orina o el síndrome urológico felino son otra de las enfermedades que más visitas veterinarias registran los ragdoll. Observarás que se lame la zona genital con insistencia, que orina con frecuencia o que esta contiene sangre. La ingesta de bolas de pelo como consecuencia de su acicalamiento diario puede generar obstrucciones intestinales. Resultan indiciarias las regurgitaciones, las arcadas y la apatía. Para prevenirlo, ayúdale a realizar sus purgas con malta para gatos.
La enfermedad renal poliquística también merece una mención especial. Se trata de una afección hereditaria más propia de persas y gatos exóticos de pelo corto que, sin embargo, muestra cierta prevalencia en el ragdoll. Los quistes van aumentando de tamaño conforme el gato va creciendo hasta llegar a provocar la insuficiencia renal. El felino se mostrará decaído, con una continua sensación de sed, inapetente y muy débil.
Historia de la raza y datos curiosos
El ragdoll debe su origen a Ann Backer. Esta californiana cruzó su gata de angora blanca llamada Josephine con Daddy Warbucks, un sagrado de birmania. Fruto de este cruce nació una camada de gatitos especialmente cariñosos y tranquilos. Tanto le gustaron a Ann que decidió proseguir con los cruces de aquellos ejemplares más mansos. Ella misma obligaba a quienes deseaban adquirir un ejemplar a llevarse la pareja. De este modo, la raza quedó establecida en Riverside (California) en 1960. Pese a su nobleza y belleza, la CFA no admite a esta raza en los certámenes felinos por su insensibilidad al dolor. Gran Bretaña lo hizo en 1970. Como sabes, ragdoll significa "muñeca de trapo" en inglés, y es que esta raza tiene la facultad de relajar sus músculos por completo cada vez que coges en brazos a uno de sus congéneres, evocando la sensación de asir una muñeca.
¿Sabes que los ragdoll son muy populares en las terapias gerontológicas o de enfermedades crónicas? Su dulzura y la sensación de tranquilidad que transmiten resultan muy favorables en dichas circunstancias mejorando el estado emocional de los pacientes. Eso sí, recuerda que no maúlla, lo que dificultad saber si padece algún dolor. No cabe duda de que esa fragilidad lo hace aún más adorable.
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Fotos de Gato Ragdoll



