Razas de gatos egipcios

Razas de gatos egipcios

¿Qué sabes sobre las razas de gatos egipcios? En este post de SoyUnGato queremos hablarte de los mininos que tienen su origen en Egipto. ¿Sabes que las 46 razas felinas que actualmente están reconocidas podrían proceder del gato salvaje que habitaba en tierras egipcias? Este felino, usual a orillas del río Nilo desde tiempos inmemoriales, jugó un papel destacado en el Antiguo Egipto monumental que hoy admiramos.

De acuerdo con las investigaciones de los expertos, de las 27 especies de gatos existentes, solo una subespecie, la del Felis silvestris lybica (el gato silvestre norteafricano), era doméstica. Precisamente, esta subespecie es la que convivió durante miles de años con los antiguos egipcios, ayudándoles a cazar y a contener las plagas de los roedores. Gracias a ellos, sus cosechas de cereal no peligraron y se evitaron grandes hambrunas. Si sientes curiosidad, descubre otras razas de gatos egipcios en este artículo.

La importancia del gato egipcio

Los primeros pobladores egipcios comenzaron a cosechar cereales en las riberas del río Nilo, que eran muy fértiles, y el Felis silvestris lybica les fue de gran ayuda. Por tanto, no es de extrañar que 4.000 años después, cuando el Imperio egipcio vivía sus horas de mayor esplendor, estos veneraran a los gatos como divinidades y fueran la mascota preferida de los faraones. ¿Sabes que estaban protegidos por ley y que los momificaban?

La diosa Bastet, que simbolizaba el hogar y la protección familiar, era representada con la silueta de un gato muy parecido al Sphynx. De hecho, a esta raza también se le conoce como gato egipcio, pese a que su origen está ubicado en Canadá. El mau (gato en egipcio) era una animal muy respetado entre los egipcios por su conexión con el más allá, su caminar sigiloso, su personalidad enigmática y su contribución al progreso de esta civilización.

Mau egipcio

Estamos seguros de que cuando hablamos de razas de gatos egipcios, la primera que te viene a la mente es la del mau egipcio. De hecho, es la más popular y apreciada por su belleza y carácter amistoso. Buena parte de su atractivo físico se lo debe a su característico manto moteado, propio de los gatos atigrados. Su pelo es corto y denso, de un color que oscila entre el castaño y el gris. Tiende a ser más claro en la zona del abdomen.

Las motas oscuras están distribuidas por el cuerpo de forma diferente en cada ejemplar y se convierten en rayas en las extremidades y en la cola. Es habitual encontrar una M dibujada en su frente, otro atributo de los mininos de patrón tabby que nos recuerdan a los felinos salvajes, y que explica que gusten tanto a algunos amantes de los gatos.

Se trata de gatos cariñosos y leales que reclaman altas dosis de estimulación, tanto física como mental. Son muy inteligentes y algo territoriales con los niños. No les gusta compartir sus juguetes y pueden mostrarse celosos con ellos. Igualmente, conviene socializarlos antes de las siete semanas de vida para evitar conflictos si van a convivir con otros animales de compañía. Su maullido es melodioso y denota la dulzura que los caracteriza.

Aquí tienes una ficha completa con más características del Mau egipcio.

Abisinio

Pese a que su nombre haga referencia a Abisinia, la actual Etiopía, estos gatos proceden de Egipto (no está corroborado al 100%, pero se cree que es así). Se eligió el nombre de abisinio porque el primer ejemplar de esta raza que llegó a Inglaterra era oriundo de Etiopía.

Su característica física más llamativa es su pelo corto y tupido en una preciosa tonalidad arena que emula al pelaje de los pumas. Suele oscurecerse en la espalda y se torna más claro en el abdomen. Son muy afectuosos y agradecen contar con la compañía de su familia humana. Por ello, no son la mascota idónea para las personas que disponen de poco tiempo o que se ausentan por muchas horas. Demandan mucha atención.

Pueden llegar desarrollar ansiedad por separación y deben disponer de suficientes juguetes con los que entretenerse y mantenerse activos. Adoran jugar con los niños. Se dice que los abisinios nunca pierden su gusto por el juego pese a cumplir años. Suelen llevarse bien con otras mascotas y su mantenimiento resulta sencillo. Basta con que lo cepilles un par de veces por semana e higienices, una vez por semana, sus ojos y orejas.

No te pierdas la siguiente ficha completa sobre el Gato abisinio, en SoyUnGato.

Gato salvaje africano

Este minino es considerado la madre de todas las razas de gato doméstico que hoy conocemos y con las que tenemos la fortuna de convivir. Está emparentado con el gato montés y los antiguos egipcios lo domesticaron hace miles años, convirtiéndose en un animal respetado por todas las clases sociales por su ayuda y sabiduría atribuida.

Los penachos o pinceles de sus orejas evidencian su origen salvaje. Su pelo es corto y muy denso. Puede variar entre el color gris y el amarillo ceniza. La parte trasera de su cuerpo luce unas rayas oscuras que terminan en la cola, que es larga y con la punta negra. Son felinos de talla grande, puesto que pueden alcanzar los 7 kg de peso. Son independientes y muy territoriales. El instinto de caza sigue estando muy arraigado en ellos.

Como ves, los gatos egipcios han desempeñado un rol significativo en el devenir de las razas felinas. Sin la domesticación que los antiguos egipcios llevaron a cabo con el gato salvaje norteafricano, probablemente la historia de los mininos tal y como los conocemos hoy sería muy diferente. ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención sobre las razas de gatos egipcios?

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