Por qué mi gato maúlla por la noche

Por qué mi gato maúlla por la noche

Cuando acabas de acoger a un gato en casa, es natural que te asalten las dudas si observas que su adaptación está tomando más tiempo del esperado. Si te preguntas por qué mi gato maúlla por la noche, has llegado al lugar adecuado. En este artículo de SoyUnGato te explicamos cuáles son los posibles desencadenantes de esta conducta, algo molesta cuando tratas de descansar, y qué deberías hacer para revertirlo.

El maullido pertenece a la batería de sonidos de los gatos. A través de ellos se comunican con los humanos, ya que somos algo lentos interpretando sus movimientos corporales. De hecho, el código de comunicación entre iguales tiene en el lenguaje corporal a su máximo exponente. El movimiento de la cola, de las orejas, de los bigotes o la apertura de los ojos denotan su estado de ánimo (y nos alertan de sus intenciones).

Por aburrimiento

Los maullidos de los gatos siempre esconden una llamada de atención que, como tutor, deberías atender sin excusa. Es su forma de expresarte que algo no va bien y que necesita de tu intervención. Por ello, cuando desde SoyUnGato analizamos la cuestión de ¿qué significa cuando un gato maúlla por la noche?, conviene señalar que en un alto porcentaje de los casos el desencadenante es el malestar psíquico.

Que tu minino no te deje dormir por la noche con su maullido es una situación, que lejos de alarmarte, requiere que prestes atención a las posibles causas de ese estrés. Este maullido nocturno se asemeja al llanto y, por ello, debes tratar de esclarecer su origen para revertirlo cuanto antes. De no hacerlo podría derivar en trastornos del comportamiento.

La falta de estimulación o lo que es lo mismo, el aburrimiento, es una de las causas más recurrentes de maullido nocturno, especialmente entre los ejemplares de corta de edad, que suelen ser más demandantes de ejercicio y juego. Como animales crepusculares que son, el anochecer es para los gatos, junto al amanecer, el momento idóneo para jugar.

Nuestro consejo es que reserves varios ratos a lo largo del día, de no más de 10-15 minutos, para jugar con él, especialmente antes de irte a dormir. De este modo, se cansará y se mantendrá calmado durante tu ausencia. Los juguetes de inteligencia o interactivos también son adecuados para estimularlos y exponerlos a retos con los que se entretengan.

Te contamos Cómo jugar con un gato en el siguiente artículo que te recomendamos.

Por miedo

El estrés generado por la inseguridad es otro motivo por el que mi gato maúlla mucho por la noche. Una fuerte tormenta, los fuegos artificiales, la llegada de un nuevo miembro a la familia, una visita inesperada o la compra de un nuevo mueble pueden incomodarle. Los nuevos olores y la repentina ruptura de su status quo hacen inevitable el maullido nocturno como constatación de su desaprobación o malestar.

En estos casos, lo adecuado es no dejarlos encerrados en una habitación ni cerrar por completo la puerta de tu dormitorio. Las hamacas para gatos pueden convertirse en prácticos aliados en estos procesos de adaptación. Mantendrás la higiene y tu gato se sentirá reconfortado durmiendo cerca de ti. Dejar la radio a un volumen bajo también es un acierto, ya que contribuirá a distraer su atención y a mantenerlo menos beligerante.

No dudes en echarle un vistazo a este post de SoyUnGato sobre el Estrés en gatos: síntomas y cómo actuar.

Por soledad

Especialmente entre los gatitos de corta edad y con los ejemplares más sensibles a los cambios, por ejemplo, porque acaban de llegar a casa y aún no están del todo familiarizados con las rutinas y con el entorno, es común que se quejen por la noche reclamando atención (y compañía). Por tanto, si te encuentras en esta tesitura te recomendamos que te plantees acoger a un segundo gato para que se acompañen.

¿Cuánto tarda un gato en adaptarse a otro? Descubre la respuesta a continuación.

Por hambre o sed

El sistema gastrointestinal de los gatos reclama ingestas reducidas y frecuentes para preservar su bienestar. Así, teniendo presente que dedican en torno al 75 % del día a dormir, no es de extrañar que por la noche pueda apetecerle comer. Si su comedero está vacío, reclamará tu atención maullando.

De acuerdo con los expertos, no conviene dejarles acceso a demanda a la comida, ya que resulta contraproducente para los más glotones. El sobrepeso deviene en otras patologías más graves como la diabetes, la artrosis o las miocardiopatías. No obstante, el agua debe tenerla siempre disponible. Si tu minino no bebe con asiduidad, prueba con las fuentes para gatos o con la comida húmeda por temporadas.

¿Por qué es importante la hidratación en mi gato? No dudes en descubrir la respuesta en este artículo que te sugerimos.

Por frío

Los gatos de corta edad, puesto que aún no regulan bien la temperatura corporal, las razas sin pelo como el sphynx, el peterbald o el donskoy y aquellos que duermen en zonas abiertas, expuestas a corrientes de aire, son los más susceptibles de maullar por la noche al sentirse incómodos. Por ello, si afirmas que mi gato maúlla por la noche y no deja dormir, asegúrate de preservar la temperatura ambiental y procúrale una cama y una manta.

Por costumbre

Muchas veces, con nuestra mejor intención, reforzamos conductas no deseadas. Si en cuanto oyes maullar a tu gato acudes a su llamado, estás trasladándole el mensaje de que está haciendo lo correcto para lograr lo que desea. Así, repetirá esa conducta por molesta que sea para ti. Aunque te cueste, debes mantener la neutralidad, no actuando. Al cabo de poco tiempo, comprenderá que esa no es la manera y modificará su comportamiento.

Por alguna enfermedad

Aunque, como hemos comentado, buena parte de las veces, los desencadenantes del maullido nocturno tienen que ver con el malestar psíquico, existen casos en los que el dolor generado por una anomalía en un órgano interno, por afecciones articulares o por una insuficiencia renal, muy usual entre los gatos ancianos, desencadena el maullido, tanto de noche como de día.

La soledad, la oscuridad y la falta de estímulos, propios de la noche, propician que el dolor sea insoportable. Si te preguntas por qué mi gato maúlla tanto y no eres capaz de identificar la posible causa, no demores la visita al veterinario. Debe examinarlo para descartar esta posibilidad como detonante de su maullido. Entre los mininos de más edad, la ceguera y/o la sordera agravan este malestar.

Descubre cuáles son los Signos de dolor en gatos en el siguiente artículo que te recomendamos.

Por tener el arenero sucio

Un arenero sucio, pequeño o de difícil acceso son motivo de estrés y, en consecuencia, de protesta en forma de maullido nocturno. Por tanto, cerciórate de que en casa hay tantas bandejas sanitarias como gatos, mejor si existe una de más, y que reúnen las condiciones adecuadas para que tu gato la acepte y la utilice con agrado. En estos casos, aparte de hacer sus necesidades en otro lugar, pueden optar por retenerlas, lo que daña su salud.

Averigua Cada cuánto cambiar la arena del gato en el siguiente post.

Por celo

A partir de los 4-5 meses en el caso de los machos, y de los 6 meses en el de las hembras, el celo hace acto de presencia y con él, el maullido incesante, especialmente por la noche. Para evitar la frustración y el desasosiego que genera, lo idóneo es castrarlo. Está constatado que beneficia a la salud del animal, al prevenir ciertos tipos de cáncer. Además, hace desaparecer el celo permanente en las gatas que no han sido apareadas durante el celo.

Para más información sobre el Celo en gatos y gatas: síntomas, inicio y qué hacer te recomendamos el siguiente artículo de SoyUnGato.

Qué hacer cuando un gato maúlla por la noche

Como ves, la pregunta de por qué mi gato maúlla por la noche no tiene una única respuesta. Deberás reflexionar sobre el cambio, o cambios, que están provocando el estrés al que está dando salida de este modo. De este modo, podrás atajar de raíz la situación.

Aparte de lo ya dicho, ahora queremos facilitarte, a modo de breves tips, varias recomendaciones que te ayudarán a evitar que tu gato maúlle por la noche:

  • Juega con él a diario y cuida el enriquecimiento ambiental: ofreciéndole suficientes rascadores, árboles para gatos y refugios.
  • Baja las persianas para lograr un ambiente más favorable: para el descanso, libre de ruidos y luces del exterior.
  • Recurre a las feromonas sintéticas o de apaciguamiento: les resultan relajantes y les ayudan a recobrar la seguridad. Las encontrarás en formato espray o en difusor.

En el siguiente vídeo de SoyUnGato te damos algunos consejos sobre cómo hacer que tu gato duerma de noche y que quizá te pueden parecer interesantes.

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