Por qué mi gato duerme conmigo

De media, los mininos poseen una temperatura corporal de 38,5 °C. Para sentirse a gusto buscan lugares cálidos como la cercanía de una ventana, un radiador o a ti. Si afirmas que tugato duerme pegado a ti, puede ser debido a que le ofreces una excelente fuente de calor, confiable y duradera. Por tanto, no es de extrañar que literalmente duerma encima de ti, ya que reúnes todas las condiciones para ayudarle a mantenerse calentito.

Además del calor, buscan lugares cómodos para las muchas siestas que realizan a lo largo del día. Como sabes, en la edad adulta rondan las 14-16 horas durmiendo, mientras que los cachorros y gatos senior pueden alcanzar las 20 horas de sueño al día. Tu minino no puede renunciar a dormir en tu cama o sobre ti, porque le ofreces una superficie mullida y elevada sobre la que descansar, algo similar a cuando decide dormir sobre tus piernas.

Te encargas de mantener impoluta su bandeja sanitaria, de que no le falte alimento y agua a diario, juegas con él, lo aseas y le muestras tu cariño cuando le hablas susurrando o lo acaricias. Sabe que junto a ti nada malo puede sucederle. Por tanto, cuando se trata de una actividad en la que es especialmente vulnerable, como es el momento de dormir (o de alimentarse), no duda en buscarte. La calidad de su sueño es mejor si duerme a tu lado. Así pues, si tu gato siempre duerme contigo, ¡enhorabuena!, te has ganado su confianza.

De acuerdo con los etólogos, otra de las motivaciones por las que tu gato duerme contigo tiene que ver con su deseo de protegerte. En su hábitat natural, cuando los grupos de gatos están consolidados, se protegen y cuidan mutuamente, por ejemplo, acicalándose o durmiendo juntos. Lo hacen por instinto de supervivencia y por pertenencia a grupo, lo que también explica por qué te acompaña al baño.

La razón más asentada, por inequívoca, de por qué tugato duerme conmigo en la cama se sustenta en el cariño que siente por ti. Sin duda, sabes satisfacer todas sus necesidades y junto a ti se siente arropado y querido. Es probable que acompañe esta muestra de afecto frotándose o rozándose contra ti, con el ronroneo y el lamido. Habéis forjado un estrecho vínculo y necesita cuidarte, comportándose de este modo.

En este vídeo encontrarás más señales que indican que tu gato te ama:

Otra de las razones por las que tugato duerme conmigo en la cama es porque la percibe como suya. Su instinto de territorialidad provoca que algunos gatos, o los gatos en ciertos momentos de su vida, se apropien, por ejemplo, de la cama de sus tutores. Al considerarte parte de su comunidad, no se resiste y te permite dormir junto a él (en lugar de a la inversa), pero existen ejemplares en los que esta rutina acentúa este instinto y los vuelve agresivos.

En otras ocasiones, puede sentirse estresado por algún cambio o estar enfermo y tu cercanía le ayuda a sobrellevarlo. Los gatos ancianos (a partir de los 7 años de edad) son más demandantes de compañía y de caricias, sobre todo por la noche, precisamente, por el malestar general y las afecciones que ya comienzan a aflorar y que les restan bienestar. Esta búsqueda de aliento puede justificar afirmaciones como que tu gato te abraza al dormir.

A menos que seas alérgico al pelo de gato, si adoptas las debidas medidas de higiene con él y tu hogar, no podemos afirmar que sea malo dormir con tu gato. De hecho, está demostrado que acariciar al minino y escuchar su ronroneo disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca, al tiempo que alivia notablemente el estrés. Por tanto, pueden darse situaciones en las que su compañía te resulte de gran ayuda para conciliar el sueño.

Aparte de las personas alérgicas, las inmunodeprimidas, los niños y las embarazadas deben extremar las precauciones, ya que una de las consecuencias de dormir con gatos, en estos casos, es que se contraigan enfermedades zoonóticas (enfermedad de Lyme, toxoplasmosis, sarna, tiña, infecciones, etc.), si los mininos están enfermos por no tener actualizado su calendario vacunal y de desparasitaciones.

Restringir el acceso al exterior del animal (y compensar esa demanda de estimulación y ejercitación con un adecuado enriquecimiento ambiental), aislar el colchón con una funda antiácaros de calidad y lavar cada semana a 60 °C, como mínimo, la ropa de cama y los tejidos sobre los que se apoya tu gato para dormir, te servirá para garantizar la asepsia que deseas y protegerte de posibles patologías transmitidas por él.

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