¿Por qué los gatos aman las cajas de cartón?


La predilección de los felinos por los espacios confinados y, en consecuencia, por los objetos que responden a este patrón es bien conocido por quienes convivimos con ellos. Las cajas de cartón, al igual que las mochilas, maletas o bolsas de plástico, les parecen irresistibles, y es que reúnen una serie de requisitos muy valorados por los gatos. Al ser animales crípticos disfrutan escondiéndose y este objeto constituye el escondite perfecto para observar sin ser vistos o para aislarse cuando desean descansar o estar solos. No obstante, los etólogos han identificado más razones que explican la devoción de los mininos por estos humildes objetos de embalaje. Los descubrimos.
Causas que justifican el gusto de los gatos por las cajas
No importa su tamaño, tu mejor amigo no podrá evitar acercarse a olisquear de qué se trata y si es lo suficientemente grande como para tumbarse dentro de ella la convertirá en su refugio favorito. ¿Por qué actúan así los gatos?
Cobijo frente a depredadores
Pese a que los gatos domésticos llevan ya con nosotros algo más de 4000 años, en el fondo su mente sigue respondiendo a los mismos estímulos que del gato salvaje africano: la supervivencia y la caza. En este sentido, la caja de cartón, como objeto techado que es, les permite esconderse de los depredadores, preservando así su integridad. Los lugares altos también gustan a los gatos porque en ellos se sientes seguros. A su vez, las cajas de cartón les proporcionan visión. Si algún peligro se acerca podrán verlo y reaccionar a tiempo. Podrán esconderse en el interior o salir corriendo con antelación.
Guarida para cazar
En línea con lo que acabamos de exponer, este objeto posibilita atrincherarse sin correr ningún peligro. Desde su interior puede observar lo que sucede a su alrededor de forma segura, algo que los mininos valoran sobremanera, ya que adoran observar qué ocurre en su territorio. Así, si algo interesante sale a su paso podrán salir corriendo de la caja y volver a ella para examinarlo con detenimiento. Las cajas son la guarida perfecta para acechar a su presa, ya sea esta un trozo de papel que se te ha caído al suelo, tu propia pierna o el nuevo juguete que le has comprado.
La curiosidad mató al gato
Ya lo dice el dicho, si hay algo que caracteriza a los felinos es su ansia por explorar, olfatear, morder y arañar todo lo que cae delante de sus bigotes. Las cajas de cartón no iban a ser menos. Además, el propio material del que están hechas resulta idóneo para afilar sus uñas. Por tanto, es comprensible que no puedan resistirse a batirse el cobre con ellas a sabiendas de que no podrán lesionarse en la refriega. Los especialistas en comportamiento animal coinciden en que proveer de estos artículos a los mininos es muy beneficioso para su salud. Es un modo de enriquecer su hábitat, de estimularlos previniendo la depresión.
Cama calentita
Si convives con un gato no te sorprenderá el hecho de que siempre busque un lugar calentito para descansar. Puede ser junto a una ventana recibiendo los rayos del sol, sobre un radiador, sobre un electrodoméstico o dentro de una caja, ¿por qué no? Lo prioritario es garantizar que su temperatura corporal no descienda de los 36 ºC. En el caso que nos ocupa, el cartón actúa como aislante y satisface por completo esta necesidad del animal. El mantenimiento del calor y la privacidad que le proporciona no tienen rival haciendo de la caja la mejor cama que pueda encontrar.
Deshacerse del estrés
La razón más novedosa que han dado a conocer los etólogos es la relativa a la liberación del estrés. Mediante un experimento realizado por profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utrecht se ha constatado que los mininos toleran mejor los cambios o se adaptan en menos tiempo a ellos si tienen una caja a su disposición. Para esta investigación se tomaron como muestra de estudio a 19 gatos, todos ellos de reciente ingreso en un refugio. A 10 de ellos se les dio una caja de cartón y a los 9 restantes no. Al cabo de 4 días se observó que los gatos con caja se mostraban más receptivos y que se habían adaptado más rápido y mejor que los que no la tenían. Al parecer, contar con una caja reduce de forma directa los corticoides involucrados en el estrés de los gatos. Con ella pueden desconectar y aislarse cuando la acumulación de nueva información comienza a aturdirlos. Por ello, a partir de ahora no dudes en ofrecerle una caja de cartón a tu minino, tendrá un directo efecto positivo sobre su salud.

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