Problemas y trastornos

Ojos llorosos en gatos: causas, tratamientos y remedios caseros

 
María Besteiros
Por María Besteiros, Auxiliar Técnico Veterinario. Actualizado: 10 enero 2024
Ojos llorosos en gatos: causas, tratamientos y remedios caseros

Existen diferentes motivos por los que los ojos de los gatos pueden aparecer llorosos. Determinar de cuál se trata en el caso de nuestro gato va a depender el tratamiento. El diagnóstico siempre es tarea del veterinario, ya que requiere un examen completo, la elaboración del historial clínico, así como la realización de pruebas, de ser el caso. Por lo tanto, si a tu gato le lloran los ojos, acude al veterinario.

En este artículo de SoyUnGato vamos a darte información sobre los ojos llorosos en gatos, cuáles son las causas más comunes de este problema, tanto si aparece en un solo ojo como en los dos, y qué podemos hacer en casa mientras acudimos al veterinario o durante el tratamiento que este profesional nos paute. Además, también comentamos algunos remedios caseros para los ojos llorosos en gatos.

Índice

  1. Por qué a mi gato le lloran los ojos
  2. Por qué a mi gato le llora un ojo
  3. Qué hacer si mi gato tiene los ojos llorosos
  4. Remedios caseros para los ojos llorosos en gatos

Por qué a mi gato le lloran los ojos

Son varias las causas que explican por qué a mi gato le lloran los ojos. Básicamente, se pueden dividir en tres grupos según se deban a:

  • Aumento en la producción de lágrimas: por ejemplo con motivo de alguna irritación o molestia, con el objetivo de eliminar el agente causante y proteger el ojo.
  • Alteración en la producción de lágrimas: cuando su composición no es la adecuada, no van a proteger el ojo como deberían, provocando un aumento del lagrimeo.
  • Problema en los conductos lagrimales: si se bloquean, las lágrimas acaban en el exterior del ojo.

En este apartado vamos a mencionar las causas principales de los ojos llorosos en gatos:

Conjuntivitis

La conjuntivitis es una enfermedad ocular muy conocida. Se trata de la inflamación de la conjuntiva por diferentes causas y se caracteriza por presentar lagrimeo, secreción, molestias, ojo cerrado, enrojecimiento, etc. Aunque en casa podemos lavar los ojos con suero fisiológico, es necesario que sea el veterinario quien valore la situación, pues suele hacer falta aplicar algún antibiótico.

A veces la conjuntivitis se produce como resultado de alguna infección, como la rinotraqueítis felina. En estos casos, el gato no solo tendrá mal los ojos, sino que presentará otros signos clínicos como secreción nasal, tos, fiebre o inapetencia. Los casos más leves pueden resolverse solos, pero, en general, se requiere la evaluación del veterinario.

Reacciones alérgicas

En ocasiones, se producen reacciones de hipersensibilidad ante los llamados alérgenos, que son sustancias, en principio inocuas, como polen o polvo. Los ojos llorosos son uno de los signos clínicos que provocan.

En estos casos, la solución sería evitar la exposición del gato a dicho alérgeno, pero no siempre es posible e incluso, muchas veces, ni se llega a descubrir cuál es la sustancia que provoca dicha reacción. El veterinario nos informará del tratamiento más adecuado, que puede incluir inmunoterapia o fármacos para controlar la sintomatología. En este otro post hablamos más en profundidad sobre los "Síntomas de alergia en gatos".

Irritantes ambientales

El humo, el polvo, los productos químicos y, en general, cualquier sustancia que pueda encontrarse en el ambiente puede provocar irritación ocular, que se traducirá en la aparición de ojos llorosos en el gato. Lo mejor es evitar la exposición del gato a estos irritantes, pero una vez desencadenado el problema, es recomendable retirarlo de ese entorno y limpiar los ojos con suero fisiológico. Si en un par de días no mejora, habrá que acudir al veterinario para descartar cuales pueden ser las causas de ojos llorosos en gatos.

Problemas en los párpados

A veces, el párpado no cierra correctamente, pudiendo introducirse hacia dentro. Otras veces queda con cierta holgura, posicionándose hacia el exterior del ojo. Estas disposiciones dificultan la llegada de las lágrimas a los ojos, por eso pueden acabar en el exterior, produciendo el aspecto de ojos llorosos. Además, el ojo se ve más expuesto a cualquier irritante, así como al contacto con las propias pestañas. La solución puede ser quirúrgica, lo que tendrá que decidir el veterinario.

Alteración de los conductos lagrimales

En algunos gatos existe un defecto genético que provoca un bloqueo en los conductos lagrimales, pero los problemas también pueden deberse a una obstrucción por algún cuerpo extraño, infección o cualquier otro daño.

De nuevo, será el veterinario quien tenga que valorar si es posible algún tratamiento o se hace necesario recurrir a la cirugía.

Raza

Hay que tener en cuenta que algunas razas, por su conformación anatómica, son más propensas a sufrir problemas oculares. Es el caso de los gatos persas y, en general, de aquellas razas felinas de nariz achatada y ojos grandes. Como decíamos, debido a sus rasgos físicos estas razas son más propensas a tener ojos llorosos.

Por qué a mi gato le llora un ojo

Ahora bien, ¿qué pasa cuando a mi gato le llora solo un ojo? En ocasiones, solo uno de los ojos presenta lagrimeo por las causas mencionadas en el apartado anterior, sobre todo a las alteraciones en los párpados o en los conductos lagrimales, que pueden afectar a uno o a los dos ojos. Aun así, es más probable que se trate de alguna de las siguientes:

Pelos en contacto con la córnea

El lagrimeo suele deberse a una pestaña que crece hacia el interior del ojo, rozando la córnea y provocando molestias. La solución en este caso de ojos llorosos en gatos pasa por acudir al veterinario para, en principio, retirar esta pestaña. Después, habría que valorar si ha sido un problema puntual o motivado por alguna alteración que propicie que las pestañas acaben en el interior del ojo.

Cuerpos extraños

Con cuerpos extraños hacemos referencia a todos aquellos objetos susceptibles de introducirse en el ojo y causar molestias, como una espiga, arena, insectos, etc. Las lágrimas intentarán expulsarlos, pero si vemos que no remiten en cuestión de horas, habría que acudir al veterinario para que valore su extracción y prescriba el tratamiento necesario, de ser el caso.

Heridas

Una pelea con otro gato u animal, un juego demasiado brusco, un enredo en un arbusto o un golpe pueden provocar lesiones en el ojo, tanto en el párpado como en la córnea o en la conjuntiva. Dependiendo de su gravedad, el lagrimeo puede ser una de sus consecuencias.

Puedes limpiar la zona con suero fisiológico para ver bien la lesión. Si es una herida leve y está en el exterior, es posible que se solucione sola en un par de días. Pero si se localiza en el interior del ojo, hay que acudir al veterinario para su valoración y tratamiento.

Glaucoma

El glaucoma es una afección grave en la que se produce un aumento de la presión intraocular, provocando lagrimeo, dolor, agrandamiento del ojo, etc. Es una urgencia veterinaria que va a requerir medicación. De lo contrario, el gato podría llegar a perder la visión.

Neoplasias

Tumores, quistes o pólipos son crecimientos que pueden aparecer alrededor del ojo o en su interior. Un gato con ojos llorosos por alguna de estas causas necesita acudir al veterinario para que diga exactamente de qué se trata, pues es la única manera de saber cuál es el tratamiento adecuado, que puede incluir su extracción.

Ojos llorosos en gatos: causas, tratamientos y remedios caseros - Por qué a mi gato le llora un ojo

Qué hacer si mi gato tiene los ojos llorosos

Como hemos visto, son muchas las causas que pueden desencadenar lagrimeo en uno o en los dos ojos, de ahí la necesidad de acudir al veterinario para saber cuál es la que exactamente está afectando a nuestro gato. Mientras, los ojos pueden limpiarse con suero fisiológico o productos formulados especialmente para la limpieza ocular de los gatos. No utilices nunca ningún otro, pues podrías agravar el problema.

Si están ambos ojos afectados, usa para esta limpieza una gasa para cada uno. Ten todo lo que necesites a mano, acerca el gato a tu cuerpo (puedes envolverlo en una toalla si es necesario para evitar que se mueva) y pasa la gasa empapada siempre del interior al exterior del ojo. El suero puedes comprarlo en monodosis, utilizando una entera o media para cada ojo. Por otra parte, conviene que incluyas la limpieza de los ojos en la rutina de aseo de tu gato para que esté acostumbrado a este manejo.

Es importante que limpies el ojo varias veces al día o, al menos, que lo seques para prevenir que la humedad permanente en la zona pueda acabar por provocar alguna infección o lesión en la piel. Si la secreción ocular se ha secado o formado costra, puedes aplicar el suero templado, o incluso agua, para ablandarla antes de retirarla. Nunca hay que frotar.

Si el veterinario te ha prescrito un tratamiento para tu gato con ojos llorosos, puedes hacer esta limpieza antes de aplicarlo. Nunca utilices un fármaco si no lo ha prescrito este profesional. A veces tendremos que recurrir al collar isabelino para impedir que el gato se toque el ojo, lo que podría agravar la situación, en su intento de aliviarse la picazón o las molestias.

Finalmente, los gatos predispuestos a sufrir problemas en los ojos, como los persas, necesitan que prestemos atención a su salud ocular. Para ello habrá que seguir las pautas de higiene recomendadas por el veterinario, empleando suero o el producto específico que este profesional decida.

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Remedios caseros para los ojos llorosos en gatos

Si a tu gato le llora un ojo o los dos, es posible que te preguntes si puedes aplicar algún tratamiento natural o remedio casero. De hecho, es muy habitual que ante los ojos llorosos en gatos, independientemente de que sea uno o los dos, la reacción de los cuidadores sea limpiarlos con una infusión de manzanilla. Efectivamente, puede utilizarse como remedio casero para los ojos llorosos en gatos, pero lo primero es saber cuál es el problema que afecta a nuestro felino.

Si se trata de una irritación leve y puntual, es posible que se solucione solo con estos lavados, igual que se hubiese solucionado sola. Pero si lo que tenemos es un cuerpo extraño, una infección o cualquier alteración a nivel anatómico, la manzanilla no solo no va a terminar con el lagrimeo, sino que podríamos empeorar la situación al no estar tratando su causa. Por lo tanto, ante unos ojos llorosos que no mejoran en un par de días, es imprescindible acudir al veterinario para un diagnóstico y su correspondiente tratamiento.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Petersen-Jones y Crispin (1993): Manual of Small Animal Ophtalmology. British Small Animal Veterinary Association.

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