Mi gato tiene calvas: causas y qué hacer

Mi gato tiene calvas: causas y qué hacer

Nuestros gatos pueden presentar calvas en diferentes zonas de su cuerpo, pudiendo ser a su vez focales o multifocales y de tamaños y formas diferentes. Estas calvas pueden estar acompañadas de signos clínicos y lesiones como picor, enrojecimiento, costras, pústulas, supuración y dolor, entre otros dependiendo de la causa que las esté originando. Si las calvas las están originando enfermedades sistémicas es probable que tu gato presente signos de enfermedad como fiebre, falta de apetito, letargia, etc. También cabe destacar que las calvas en los gatos también pueden estar producidas por patógenos que se pueden transmitir a las personas, por lo que si tu gato ha empezado a tener calvas debes acudir a un centro veterinario para que diagnostiquen el origen del problema y pongan el mejor tratamiento para evitar que tu gato siga perdiendo pelo.

Continúa leyendo este artículo de SoyUnGato para conocer las principales causas y tratamientos de las calvas en nuestros pequeños felinos. No te pierdas mi gato tiene calvas: causas y qué hacer, a continuación.

Tiña o dermatofitosis

Alguna vez habremos escuchado a alguien decir "mi gato tiene calvas en las orejas". La respuesta se encuentra en la dermatofitosis o tiña, una enfermedad infecciosa de origen fúngico causada por unos hongos llamados dermatofitos y que es una de las principales causas de calvas en la especie felina.

Los dermatofitos más frecuentemente implicados en los gatos son:

  • Microsporum canis
  • Trichophyton mentagrophytes
  • Microsporum gypseum
  • Microsporum persicolor
  • Trichophyton terrestre
  • Microsporum fulvum

Destacando el primero de ellos por ser el que más frecuentemente se aisla en los casos de tiña felina.

Esta enfermedad es zoonótica, es decir, se puede transmitir a las personas. Los signos clínicos que producen estos hongos en los gatos son:

  • Zonas o placas alopécicas en forma de círculo así como costras
  • Descamación
  • Inflamación de la piel

A diferencia de otras enfermedades, la tiña no suele producir picor en los gatos.

Tratamiento de la tiña en los gatos

Debido a su carácter tan contagioso se requiere una desinfección exhaustiva del hogar y de los enseres y utensilios de frecuente uso por parte del gato a fin de evitar que permanezcan esporas de estos hongos y perpetuar la infección.

Además, será necesario tratar al gato de forma tópica con champús, soluciones o cremas y/o sistémica con fármacos antifúngicos como el itraconazol dependiendo de la gravedad de la infección.

Si quieres saber más sobre la Tiña en gatos: síntomas, contagio y tratamiento no dudes en echarle un vistazo al siguiente artículo de SoyUnGato que te recomendamos.

Parasitosis externa

Los parásitos externos también pueden contribuir a que tu gato presente calvas debido a que generan mucha inquietud y picor que provoca que tu pequeño felino se rasque, arrancándose el pelo y apareciendo zonas sin él.

Entre los parásitos externos a destacar que producen calvas en los gatos encontramos los ácaros de la sarna y las pulgas, unos diminutos organismos que pueden generar bastante daño mecánico-irritativo en nuestros gatos. Además, no solo está el daño físico que estos parásitos producen sino que algunos de ellos también pueden transmitir enfermedades infecciosas al vehicular los microorganismos patógenos que las desencadenan.

Tratamiento de la parasitosis externa en los gatos

La terapia de estas parasitosis es siempre con el uso de fármacos antiparasitarios en forma de pipetas y espráis. Si tu gato sale al exterior o tiene contacto con él a través de alguna ventana o balcón del hogar se recomienda una antiparasitación frecuente con productos preventivos como los collares antiparasitarios que pueden protegerlo varios meses de los principales parásitos externos, así como el uso de pipetas repelentes y antiparasitarias mensuales.

Ahora que ya sabes que una de las causas por las que mi gato tiene calvas en la cabeza es la parasitosis externa, te dejamos la siguiente Guía completa para desparasitar a un gato, aquí.

Estrés

Las calvas en gatos por estrés son más habituales de lo que pensamos. Nuestros gatos son unos animales particularmente sensibles al estrés causado por muy diferentes causas, como por ejemplo mudanzas, nuevas incorporaciones al hogar, cambios en la rutina, ruidos estridentes, viajes, enfermedad de sus cuidadores, etc.

Todos estos cambios pueden hacer que tu gato se encuentre más nervioso que de costumbre y sufra las consecuencias del aumento del cortisol o estrés, entre ellas el exceso de acicalamiento6 que provoca que le falte pelo en algunas zonas, siendo en algunos casos la cara y la zona alrededor de los ojos.

Tratamiento del estrés en los gatos

Es importante mantener a nuestros gatos en unas condiciones adecuadas y entre ellas está un hogar armónico y calmado, sin estrés. Por lo tanto, debemos reducir todos los estresores posibles que pueden estar afectando a la salud de nuestro gato.

Si esto no es posible por el momento, debemos hacer que se encuentre mejor con el uso de feromonas sintéticas felinas, como las de Feliway, que ayudan a crear ese ambiente calmado y relajado para reducir el estrés del felino, así como facilitar lugares altos y escondidos para refugiarse y descansar siempre que lo desee.

También es importante que tenga:

  • Suficiente alimento
  • Higiene adecuada del arenero
  • Juguetes
  • Entretenimientos
  • Rascadores

En otras palabras, un correcto enriquecimiento ambiental. Por ello, si quieres aprender a identificar los Síntomas de estrés en gatos te dejamos este otro artículo de SoyUnGato para que puedas hacerlo.

Dermatitis

"Mi gato tiene calvas en las patas traseras o mi gato tiene calvas con heridas" pueden ser afirmaciones que preocupan a los cuidadores de gatos y que muchas veces son resultado de una inflamación de la piel o dermatitis.

Las dermatitis pueden ser producidas por un proceso alérgico como reacciones a la picadura de pulgas o el contacto con alérgenos como:

  • Polvo
  • Moho
  • Productos químicos
  • Algunos ácaros

A dichas reacciones se denomina dermatitis atópica. Esta enfermedad puede ser estacional en los casos que sea producida por alérgenos que solo se encuentran en un determinado momento del año como es el polvo, mientras que puede ser no estacional si el alérgeno se presenta todo el año.

Además de picor debido a la inflamación cutánea, los gatos presentarán enrojecimiento que hará que los gatos se rasquen, arrancándose el pelo y produciendo pequeñas heridas con sangre que predispone a que sean colonizadas con microorganismos patógenos como bacterias infectando la piel.

Tratamiento de la dermatitis en gatos

Los casos leves de dermatitis en los gatos se pueden controlar mediante tratamiento tópico como el uso de lociones antiinflamatorias, humectantes, antipruríricas o antimicrobianas específicas y con el uso de champús de tipo tratamiento específicos. En los casos más llamativos de dermatitis será necesaria la terapia sistémica por vía oral mediante el uso de fármacos inmunomoduladores como la ciclosporina y los corticoides, así como el oclacitinib como antihistamínico.

Problemas hormonales

Una causa de caída de pelo en los gatos pueden ser los trastornos a nivel hormonal o endocrino. Determinados cambios hormonales como el que se produce tras la esterilización de nuestros gatos pueden desembocar en una alopecia transitoria.

Sin embargo, es más frecuente que ocurra bajo determinadas enfermedades endocrinas como el síndrome de Cushing que consiste en un hiperadrenocorticismo en el que se incrementan las hormonas producidas por las glándulas suprarrenales, en concreto el cortisol, produciendo signos clínicos como:

  • Aumento de la ingesta de agua y la frecuencia de micción
  • Aumento del apetito
  • Letargia
  • Hinchamiento del abdomen
  • Pérdida de pelo
  • Fragilidad cutánea

La causa son tumores en la hipófisis o en las adrenales que inducen ese aumento de cortisol.

Tratamiento de los problemas hormonales en gatos

La terapia dependerá de dónde se ha producido el daño que aumenta el cortisol, de manera que si el tumor es adrenal se debe extirpar de forma quirúrgica, pero la operación presenta un elevado riesgo, siendo aún más complicado extirpar el tumor de la hipófisis, por lo que en los gatos se debe usar tratamiento médico con fármacos como el trilostano ya que el mitotano, con efectividad en perros, no produce casi efecto en la especie felina.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Aybar, V.; Casamián, D.; Cerón, J. J.; Clemente, F.; Fatjó, J.; Lloret, A.; Luján, A.; Novellas, R.; Pérez, D.; Silva, S.; Smith, K.; Tegles, F.; Vega, J.; Zanna, G. (2018). Manual Clínico de Medicina Felina. Ed.SM Publishing LTD. Sheffield, UK.