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Mi gato no come: causas y qué hacer

 
Equipo editorial de SoyUnGato
Por Equipo editorial de SoyUnGato. Actualizado: 19 abril 2023
Mi gato no come: causas y qué hacer

Son muy dispares las causas por las que un gato no come, más aun si nuestro ejemplar es un felino que suele comer muy bien. Si tu mejor amigo peludo lleva 24 horas sin probar bocado deberías acudir al veterinario e informarle sobre los posibles cambios que han podido tener lugar en su vida. Un ayuno prolongado puede desembocar en graves enfermedades como la lipidosis hepática. Esta enfermedad presenta una elevada mortalidad y es causada por el ayuno prolongado, de 3 o más días, o por una pérdida drástica de peso en gatos obesos. La grasa se acumula en el hígado con la consecuente retención de bilis. Además, la probabilidad de desarrollar una insuficiencia hepática es muy elevada con el riesgo que ello supone para la supervivencia del gato.

¿Cuánto puede durar un gato sin comer? Debes saber que el organismo de los felinos no tolera la falta de nutrientes por más de 3-4 días, ya que el hígado debe gestionar la movilización de las reservas de grasa y si no recibe proteína su funcionalidad se ve mermada. Por ello, desde SoyUnGato te recomendamos que observes la conducta de tu gato y recabar información, sobre todo, si recientemente ha perdido peso, ha sufrido vómitos o diarrea.

Sigue leyendo para descubrir por qué tu gato no come y qué hacer, aunque ya te adelantamos que existen un conjunto de causas internas y externas que provocan que el gatito no coma. Entre ellas, destacamos la anorexia, la diabetes, la edad, la madurez sexual y algunas enfermedades periodontales, además de algunos cambios en su rutina o su alimentación.

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Por qué mi gato no come

Los factores que pueden motivar que tu gato muestre un escaso interés por la comida pueden clasificarse en internos y externos, dependiendo de si el origen es ajeno o no al animal. Además, hay que tener en cuenta que muchas veces no nos encontramos con un gato que no quiere comer, sino que estamos delante de un gato que no puede comer por una causa mayor, como puede ser un dolor en su cavidad bucal. Por ello, a continuación vamos a profundizar un poco más en estos aspectos.

Causas internas por las que mi gato no come

La razón interna más evidente de la inapetencia de un gato es la presencia de una enfermedad, sobre todo si tiene cierto sobrepeso. Algunas de las enfermedades que puede experimentar nuestro gato y no quiera comer son:

  • Anorexia: acompañada con pérdida de peso y otros síntomas como leucemia, bolas de pelo o peritonitis. Si te encuentras en el caso de que "mi gato tiene leucemia y no quiere comer" lo más sensato y beneficioso para tu felino es que acudas urgentemente al veterinario. Solo él, como profesional, podrá examinar personalmente el caso de tu gatito que no come.
  • Diabetes: si observas que tu gato no come, pero bebe y orina mucho, podría tratarse de una diabetes.
  • Enfermedades periodontales: las molestias en la boca por una pieza dental en mal estado o por enfermedades periodontales como la gingivitis pueden provocar que el hecho de masticar le cause dolor y, por ello, prefiera abstenerse de comer.
  • Edad: en este caso podemos ver ejemplos de gatos que comen poco, o menos, debido a la edad. Si vemos que un gato mayor deja de comer, en parte, puede ser porque tienen dificultades para olfatear y la comida les resulta menos apetecible.
  • Despertar sexual: tanto en la hembra como en el macho, genera un menor apetito. Una razón más para plantearse la castración. Recuerda que, además, previene de ciertos tipos cáncer en ambos sexos.

Causas externas por las que mi gato no come

En los desencadenantes externos el abanico se amplía mucho, puesto que desde un pequeño cambio en la ubicación del comedero hasta la llegada de otro gato pueden generarle estrés y, en consecuencia, dejar de comer. Vamos a ahondar en ellos.

  • Cambios en su entorno: por su carácter territorial, los felinos controlan cada detalle del espacio en el que habitan. Por tanto, si has decidido colocar el comedero en otro lugar, que resulta ruidoso por la presencia de un electrodoméstico en funcionamiento, tu gato puede asustarse y no querer comer porque lo asocia a una mala experiencia. Una reforma en el hogar, una visita más o menos prolongada, un traslado de domicilio, el nacimiento de un bebé o la llegada de otra mascota son argumentos más que suficientes para que tu gato se sienta amenazado y busque restablecer el orden de cosas. Mientras dure este proceso estará alerta y preferirá no comer o hacerlo en menor medida.
  • Nueva alimentación: el paso de gatito a adulto o una esterilización motivan un cambio en la dieta. Igualmente, optar por otra marca de pienso o que la comida esté fría harán que se muestre reticente a probarla. Los etólogos lo llaman neofobia alimentaria y pone de manifiesto la aversión de los gatos a los cambios alimenticios. Son carnívoros estrictos y no toleran la comida que no contenga proteína de origen animal. Tampoco que esté fría, dado que por instinto natural tienen interiorizado que las presas de sus antepasados aún conservaban su temperatura corporal. Por ello, prueba a calentar su comida en el microondas unos segundos o a dejarla en el exterior para que se atempere. Ten presente que si tu gato lleva una dieta facultativa como parte del tratamiento de una enfermedad no debes introducir modificaciones en ella bajo ningún concepto, puesto que podría comprometer su salud.
  • Intoxicaciones: el acceso a productos de limpieza, medicamentos o la ingesta de plantas de interior, tóxicas para los gatos, puede provocarle malestar y, por ende, falta de apetito. Si tienes sospechas de que esto ha podido sucederle a tu mascota acude lo antes posible al veterinario para que ataje la intoxicación.
Mi gato no come: causas y qué hacer - Por qué mi gato no come

Síntomas de que mi gato no come

    Probablemente te des cuenta de que tu gatito no come porque ves su comedero lleno de comida, pero en realidad existen otros síntomas que acompañan al hecho de que tu gato no quiera comer. Entre estos síntomas podemos mencionar los siguientes:

    • Daños a nivel de órganos: por ejemplo, atrofia muscular cardíaca, daños en los riñones o lipidosis hepática.
    • Debilidad.
    • Cansancio.
    • Sistema inmunitario debilitado.

    Diagnóstico para un gato que no come

    Después de ver como "mi gata ha dejado de comer" o como "mi gato no come y está apagado" es normal que te preguntes qué puedes hacer para solventar la situación. Si has detectado que tu gato lleva sin comer 24 horas ya es motivo suficiente para hacer una visita a tu veterinario, sobre todo, si no existe ningún acontecimiento que pueda justificar este cambio de comportamiento. Bajo ningún concepto tenemos que esperarnos hasta llegar al punto de que "mi gato no come desde hace 3 días".

    El diagnóstico en el veterinario para un gatito que no come se basará en realizar exámenes médicos entre los que encontramos:

    • Análisis de sangre
    • Análisis de heces
    • Radiografías
    • Ecografías

    Recuerda que el diagnóstico para un gato que no come es para destapar la causa que está provocando que el gatito no coma, por lo que este tipo de pruebas y exámenes serán más que necesarios.

    Qué hacer si mi gato ha dejado de comer

    Como hemos dicho en el anterior apartado, en ningún momento debemos llegar al punto en el que el gato no come en 3 días, por ejemplo. Con tan solo 24 horas ya es más que suficiente para saber que tenemos que ir a nuestro veterinario de confianza. Él sabrá cómo proceder y te indicará qué pautas y cuidados deberás procurarle.

    No obstante, existen ciertas recomendaciones que merecen tu atención por su utilidad para estimular el apetito del gato.

    • Evita sobreestimularlo con premios innecesarios: tu gato puede acostumbrarse a ellos y preferirlos antes que su comida.
    • Establece unos horarios fijos para comer y retira su comedero pasado el tiempo estipulado: de este modo, aprenderá que dispone de un tiempo limitado para comer.
    • Ubica su comedero y su bebedero en un lugar tranquilo, sin distracciones.
    • Prueba a mezclar su pienso con comida húmeda: la novedad estimulará su apetito.
    • Algunos felinos prefieren la comida blanda: por ello, puedes dejar su pienso a remojo en agua tibia. Nunca caliente porque alterará su composición.
    • Si necesitas cambiarle el pienso introduce gradualmente el nuevo alimento para prevenir los trastornos gastrointestinales: añade una pequeña proporción cada día. Al cabo de 2 semanas el nuevo pienso debería copar la totalidad de su alimentación.
    • Coloca varios comederos en diferentes estancias de la casa: seguro que en alguno de ellos le apetece comer.

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