Mi gato maúlla raro: causas y qué hacer

Mi gato maúlla raro: causas y qué hacer

El maullido de los gatos es para ellos un medio de comunicación con nosotros. Esto no quiere decir que todos los gatos maúllen o lo hagan con frecuencia, de hecho, hay gatos bastante silenciosos a los que es muy extraño oír maullar. Pueden ser más o menos comunicativos, sin que suponga ningún problema. Pero, en ocasiones, ese gato al que casi nunca oíamos empieza a emitir un extraño maullido o nuestro gato "hablador", de repente, tiene una voz rara que nos cuesta reconocer.

Los cambios tanto en tonalidad como en intensidad o frecuencia del maullido de nuestro gato pueden indicarnos la existencia de un problema que habrá que descubrir y solucionar. Para ayudarte, en este artículo de SoyUnGato respondemos a tu pregunta: "¿por qué mi gato maúlla raro?". Explicamos las posibles causas y qué hacer para solucionarlas.

Celo

Comenzamos por una de las situaciones que en mayor medida suelen afectar al maullido de nuestro gato, en este caso, de nuestra gata. Se trata del periodo de fertilidad, más conocido como celo. Cuando las gatas inician su madurez sexual, algo que puede suceder a muy temprana edad, tanto como los cuatro meses de vida, su comportamiento se modifica sustancialmente, dando muestras de su receptividad y reclamando la atención de los machos.

Para ello, se frotan por diferentes superficies, pueden marcar con orina, adoptan una postura en la que muestran sus genitales y, sobre todo, maúllan mucho, muy agudo y muy fuerte. A algunas personas les recuerda al lloro de los bebés. Si tu gato maúlla raro de noche y es una hembra sin castrar, es probable que se trate del celo.

Este periodo comienza antes del año y se repite, aproximadamente cada 15 días, en general durante los meses en los que hay más incidencia de la luz solar. Por lo tanto, una gata sin castrar puede estar en celo, en la práctica, buena parte del año y durante toda su vida. El comportamiento asociado al celo no solo dificulta la convivencia, sino que supone un estrés para la gata y, además, el riesgo de padecer enfermedades asociadas a las hormonas sexuales, como la piómetra o infección uterina o los tumores en las mamas, que en un elevado porcentaje son malignos en esta especie.

Tratamiento

Por todo lo anterior, la recomendación general es castrar a las gatas, es decir, extraerles los ovarios y el útero o solo los ovarios, justo antes del primer celo para prevenir trastornos tanto físico como psicológicos como los que hemos mencionado, además de la llegada al mundo de camadas no deseadas de gatitos.

En este artículo hablamos más en profundidad del Celo en gatos y gatas.

Estrés

Otro de los motivos comunes que pueden llevar a los gatos a emitir un maullido extraño es el estrés, aunque algunos gatos estresados harán justo lo contrario, es decir, entrarán en un periodo de mutismo. Los gatos, en general, son muy sensibles a los cambios en su hábitat y en sus rutinas. Cualquier modificación en su entorno, aunque a nosotros nos parezca tan insignificante como mover un mueble de sitio, a ellos puede producirles un gran estrés, que algunos demostrarán emitiendo un maullido diferente al habitual, más largo e intenso. Un gatito recién llegado a tu casa también puede maullar insistentemente buscando a su familia.

Una mudanza, la llegada a casa de otro gato o de un bebé, una visita, un viaje, un ruido inesperado, etc., son factores a tener en cuenta, pues pueden estar detrás del estrés. De todas formas, aunque sospechemos que la causa es psicológica, siempre se recomienda descartar algún origen físico, para lo que hay que acudir al veterinario a realizar una revisión general. Si el gato está sano, habrá que buscar el desencadenante de su estrés. Podemos contar con la ayuda de un etólogo o experto en comportamiento felino.

Tratamiento

El tratamiento pasará por identificar la causa, eliminarla si es posible, así como introducir medidas en el hogar y en las rutinas que ofrezcan estabilidad al gato. Enriquecimiento ambiental, atención y cuidados de calidad son los pilares del bienestar del felino doméstico. Como prevención, evita realizar cambios bruscos. Cualquier modificación del entorno gatuno debe ser introducida de forma paulatina. Puedes ayudarte de feromonas felinas apaciguadoras.

Dolor

Los gatos son animales depredadores que están acostumbrados a ocultar el dolor para no mostrar debilidad. Y es un hecho constatado que lo hacen. La consecuencia es que, en no pocas ocasiones, cuando descubrimos que algo les sucede, la patología ya está muy avanzada. Por eso es importante que estemos muy pendientes de su comportamiento y de pequeños cambios que pueden ser indicios de dolor.

Aunque instintivamente los gatos ocultan su malestar, los dolores intensos pueden hacer que emitan un maullido diferente al habitual. Por ejemplo, podemos escucharlo cuando sufren de cistitis o de obstrucción uretral e intentan hacer pis pero no pueden. Un maullido extraño acompañado de algún signo anómalo, como disminución del apetito, problemas al orinar, eliminación fuera del arenero, vómitos, etc., es motivo de consulta veterinaria urgente. Por ello, si tu gato maúlla raro y vomita o no come, no lo dudes y acude al centro veterinario.

Tratamiento

Dependiendo de la causa, que descubrirá el veterinario en consulta examinando al animal y realizando las pruebas pertinentes, así será el tratamiento. Es muy importante no dejar que el gato pase dolor. En primer lugar porque no hay necesidad de que sufra existiendo fármacos y tratamientos, pero, también, porque el dolor puede llevar a que reaccione con agresividad ante cualquier manipulación, pudiendo provocar un accidente.

Enfermedad en las vías respiratorias

A veces no es que el maullido sea raro, sino que nuestro gato no maúlla bien, es decir, suena como si estuviese ronco o afónico. Esto puede deberse a alguna enfermedad en las vías respiratorias que afecta a su voz, tal y como también nos pasa a los humanos.

Una muy extendida es la rinotraqueítis, que provoca una inflamación de la tráquea, además de diferentes signos, como secreción nasal y ocular, pérdida del apetito, fiebre, tos, etc. Es una enfermedad muy contagiosa entre ellos y que, sobre todo en gatitos o en adultos ya debilitados por algún motivo, puede ser grave, llevando a que el animal deje de comer y de beber, se deshidrate e incluso pueda fallecer.

Tratamiento

Por todo lo descrito, si el maullido extraño se acompaña de alguno de los síntomas descritos, hay que acudir al veterinario para iniciar el tratamiento, que suele consistir en antibióticos para controlar las infecciones bacterianas secundarias y otros fármacos en función de cada caso.

Otras enfermedades

Finalmente, un gato maúlla raro por otras enfermedades, algunas asociadas a la edad, como pueden ser el hipertiroidismo o el síndrome de disfunción cognitiva. En el primer caso, el gato parece sufrir una repentina hiperactividad, maullando mucho más de lo normal, comiendo más pero adelgazando, etc. En cuanto a la disfunción cognitiva, se trata de una especie de Alzheimer felino que provoca modificaciones en el comportamiento, entre las que podemos contar el maullido, así como cierta desorientación, problemas de eliminación, etc. En ambos casos, hay que acudir al veterinario.

Es más, a modo de prevención, la recomendación es que los gatos de más edad, aproximadamente a partir de los 8-10 años de vida, se sometan a una revisión veterinaria general al menos una vez al año. Esta sirve para detectar, de forma temprana, distintos problemas de salud como los mencionados y comenzar a tratarlos o a adoptar las medidas necesarias lo antes posible.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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