Mi gato maúlla mucho, ¿qué sucede?


Son numerosas las situaciones en las que tu gato puede querer expresarte aquello que le desagrada, que le estresa o que le alegra. El maullido es su forma de comunicarse y el mecanismo a través del cual podrás identificar, con observación, qué es lo que le sucede. Atender a su lenguaje corporal te ayudará a esclarecer el porqué de su maullido. Cuando son cachorros el constante maullido forma parte de su mecanismo de defensa. Están acostumbrados a maullar cada vez que se separan de su madre para que esta los encuentre. Por ello, se recomienda no separarlos antes de los 2 meses de vida. En la edad adulta, en cambio, el maullido solo debe ser puntual. Analizamos sus significados.
Razones por las que puede maullar mucho tu gato
No siempre resulta sencillo descifrar lo que tu mejor amigo está queriendo decirte. Siempre que aprecies un comportamiento desconocido en tu mascota lo más prudente es acudir al veterinario, no sin antes recopilar toda la información de la que puedas hacer acopio. Estos son los motivos más recurrentes por los que tu gato puede maullar. ¡Presta atención!
Maullar por dolor
El malestar físico es el desencadenante más plausible cuando el maullido hace acto de presencia de forma repentina. Si te hallas en esta situación deberás explorar su anatomía palpándola con suavidad. Si aprecias que se queja cuando tocas un punto en concreto ya habrás despejado la incógnita, es un claro síntoma de dolor. Si, por el contrario, no observas nada deberás fijarte en la concurrencia de otros síntomas como la inapetencia, la apatía, la diarrea, los vómitos o la caída del pelo. Visita al veterinario para salir de dudas. En el caso de que tu mascota se haya caído o se haya dado un golpe comunícaselo al especialista, ya que podrían existir lesiones internas.
Maullar por ansiedad
La falta de estimulación cognitiva da lugar al aburrimiento y un minino aburrido es más vulnerable a la ansiedad. Si tu mascota pasa muchas horas sola y carece de juguetes o de recursos retadores es muy probable que a tu regreso a casa se comporte de un modo rebelde: arañando los muebles o mostrándose inquieta e hiperactiva. Para prevenir este tipo de conductas síntomas de ansiedad, deberás proveerle de un espacio suficiente para que pueda correr, saltar o trepar. A su vez, los juguetes, el rascador y el acceso a una ventana, cerrada pero despejada, evitarán que su instinto de caza permanezca aletargado. Sin embargo, la medida más efectiva es que dediques tiempo a jugar con él.
Maullidos por estrés
Los cambios repentinos o bruscos en su rutina diaria son grandes estresantes para los felinos. La pérdida del control sobre su territorio o ver mermada su seguridad les causa estrés. Lo identificarás rápidamente si observas que su maullido es grave y prolongado. Recuerda que todos los gatos agradecen contar con un lugar en el que resguardarse. Cuando se sienten aturdidos, tienen miedo o simplemente desean estar solos y desconectar necesitan disponer de una cama o de un lugar de descanso en una zona tranquila y de uso exclusivo. De este sencillo modo estarás previniendo la aparición de los cuadros de estrés. Observa cuál es el rincón predilecto de tu minino para colocar su refugio en él.
Por hambre
Si maúlla cerca de su comedero o del lugar en el que sabe que guardas su comida te estará queriendo decir que quiere comer más o que le apetece cambiar de tipo de comida. Si le ofreces la cantidad recomendada por el veterinario o por el fabricante, atendiendo a su peso y edad, prueba a introducir la comida casera o los patés en su dieta. Siempre que cuentes con el visto bueno del especialista y que lo hagas con moderación esta novedad le reportará beneficios tanto gustativos como nutricionales. Eso sí, no olvides proceder de un modo gradual.
Maullar para llamar tu atención
Es posible que tu minino maúlle porque necesita de tu ayuda para que le facilites salir de algún escondite, por ejemplo, de un armario, le abras una puerta o repongas la arena de la bandeja sanitaria. En este último caso apreciarás que escarba fuera del arenero en el suelo. Igualmente, es posible que tu gato maúlle porque desea pasar más tiempo contigo.
Maúlla para saludarte
Al igual que en la casuística anterior, un maullido suave y breve puede corresponderse con un saludo. Tu mascota se alegra de verte y esta es su particular forma de hacértelo saber. Deberás responderle con contención, por ejemplo, con una breve caricia a fin de que no asocie el maullido con una conducta deseable.
Porque se hace mayor
A partir de los 8 años el felino se adentra en la etapa final de su vida. En dicha etapa, que requiere cuidados específicos, los maullidos largos y graves son habituales. En algunos casos puede tratarse de una señal indiciaria de la demencia senil. Por ello, a partir de esta edad lo aconsejable es incrementar la frecuencia de las visitas veterinarias a 4 al año.
Maúlla por estar en celo
El celo de las hembras se manifiesta con maullidos agudos, elevados e insistentes, además de con otras conductas como restregar sus genitales contra el suelo o contra los objetos. Si tu gata está en celo deberás dedicarle más tiempo y mostrarte más cariñoso con ella. Si no deseas descendencia, cierra las ventanas y esterilízala pasado el celo.

El maullido en los gatos callejeros
En la calle las peleas entre gatos son una constante. Cuando un minino está enfadado y a punto de iniciar una contienda con otro congénere suele emitir un maullido característico. Podemos equipararlo a un grito. Si tu mascota tiene acceso al exterior y alguna vez te ha sorprendido con este tipo de maullido evita que vuelva a salir para que no lo lastimen.
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