Mi gato babea mucho: causas y tratamientos

Mi gato babea mucho: causas y tratamientos

"Mi gato babea mucho" es una afirmación que puede preocupar a los cuidadores felinos y no es para menos, pues el exceso de producción de saliva generalmente es algo patológico, exceptuando los casos en los que el pequeño felino se encuentre asustado, estresado o ansioso o cuando está profundamente dormido. En el resto de las ocasiones la causa suele ser patológica.

Este babeo excesivo es conocido como hipersalivación o sialorrea. La saliva es un compuesto que se sintetiza en las glándulas salivales y está constituido por agua y enzimas que permiten que el alimento se deshaga, además de mantener el pH óptimo y la humedad bucal para proteger a los dientes de los microorganismos y de la acidez. Mientras que los gatos tienen 5 glándulas y los perros solo 4, es más frecuente ver babear a estos últimos, por lo que insistimos en que si tu gato babea, acude a un centro veterinario. En este artículo de SoyUnGato nos comentaremos en las principales causas de hipersalivación o sialorrea en gatos y sus tratamientos. Así pues, si te preguntas por qué tu gato babea mucho, sigue leyendo.

Náuseas

Las náuseas son un signo clínico que puede aparecer en diversas enfermedades, especialmente las que afectan al tracto gastrointestinal como la enfermedad inflamatoria del intestino, el linfoma digestivo, las infecciones, las gastritis o las obstrucciones intestinales por cuerpos extraños o tricobezoares (bolas de pelo).

En ocasiones, las náuseas se manifiestan con relamido y aumento de la producción de saliva, además de otros síntomas como decaimiento o falta de apetito. Por ello, en estos casos es habitual observar que el gato babea y está decaído.

Tratamiento

Se deberá tratar la causa de las náuseas de forma específica para evitar que el gato siga babeando pero, sobre todo, que su estado general empeore.

Es frecuente que para tratar de forma sintomática las náuseas en los gatos se utilicen fármacos antieméticos para reducir los movimientos peristálticos del tubo digestivo. En algunos casos también será necesario un ayuno.

Reabsorción dental felina

Los trastornos bucales o dentales pueden provocar un aumento de la salivación en los gatos. Entre todas las enfermedades, la reabsorción dental felina puede afectar al 75 % de los gatos, y consiste en un defecto en la unión del cemento y el esmalte de los dientes que produce un sobrecrecimiento de las encías e incluso que se pierdan las piezas dentales.

Dentro de la sintomatología, se puede manifestar con anorexia, dolor bucal, mal aliento, letargo y aumento de la salivación junto con enrojecimiento de las encías. Por lo que si piensas que tu gato babea mucho y huele mal, puede que sea esta la enfermedad que está padeciendo.

Tratamiento

El tratamiento de esta enfermedad consiste en la extracción del diente o de los dientes que se encuentran afectados por el proceso de reabsorción. Además, durante la extracción de estos dientes la propia debilidad de los mismos puede hacer que se rompan, sobre todo en los casos moderados a severos, por lo que lo ideal es que lo realice un especialista en odontología felina.

Trastornos de las glándulas salivales

Problemas a nivel de las glándulas salivales pueden hacer que estas sobreproduzcan saliva. En concreto, los trastornos más frecuentemente implicados en que tu gato babee en exceso por esta causa son los siguientes:

  • Sialoceles: son quistes de retención de saliva en los tejidos subcutáneos o submucosos, secundarios de una afectación de las glándulas salivales o del conducto salival.
  • Sialoadenitis: inflamación de las glándulas salivales como consecuencia de una infección bacteriana secundaria a una hiposecreción glandular o una obstrucción por un cálculo.
  • Cuerpos extraños o infartos en las glándulas que hagan perder el suministro de oxígeno.
  • Tumores de las glándulas salivales: aparecen con más frecuencia que los perros y casi siempre en los gatos mayores de 10 años. Los tumores más frecuentes son los adenocarcinomas y los carcinomas con infiltración en los tejidos locales y con metástasis a los nódulos linfáticos.

Tratamiento

Generalmente, para estos problemas el único tratamiento es el quirúrgico y dependiendo de la enfermedad la técnica será diferente. Para los tumores se valoraría el uso de fármacos quimioterápicos o técnicas de radioterapia.

Intoxicaciones

Las intoxicaciones son una causa frecuente de hipersalivación o sialorrea en la especie felina. En especial, producen este síntoma las intoxicaciones por piretrinas de las pipetas desparasitantes para perros, los carbamatos y los insecticidas organofosforados debido a la inhibición de la colinesterasa, provocando efectos muscarínicos. La ingestión de plantas irritantes como la flor de pascua también suele provocar que el gato babee mucho.

En general, la ingestión o el contacto bucal con cualquier sustancia corrosiva va a hacer que tu gato segregue mayores cantidades de saliva.

Tratamiento

Si conoces la sustancia o planta con la que se ha intoxicado tu pequeño felino, debes decírselo a tu veterinario por si existe algún tipo de remedio o de antídoto concreto para el tóxico. En el resto de los casos, si han pasado menos de dos horas de la ingestión, se puede provocar el vómito, realizar un lavado gástrico o usar carbón activado para neutralizar el tóxico. También serán necesarios fármacos para el tratamiento sintomático del proceso y en algunos casos oxigenoterapia e ingreso del gato.

Para más detalles, no te pierdas este otro artículo sobre Intoxicaciones en gatos.

Enfermedad renal crónica

La enfermedad renal crónica consiste en la pérdida progresiva de la funcionalidad de los riñones. Es muy frecuente en los gatos de más de 7 años y tiene repercusiones en todo el organismo, pues son los riñones los encargados de filtrar la sangre.

Los síntomas de la enfermedad renal crónica en el gato son muy diversos, pero entre ellos podemos encontrar la hipersalivación secundaria a úlceras orales y los vómitos que esta enfermedad produce.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad renal crónica busca controlar la progresión de la misma con la terapia de la proteinuria, la hipertensión y los desequilibrios de los electrolitos usando fármacos como los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) para controlar la proteinuria; la restricción de fósforo en la dieta en gatos en estadio 3 y 4 o quelantes del fósforo en gatos con grado 4 de enfermedad; uso de dieta renal en los gatos de estadio 3 y 4; uso de antihipertensivos como el amlodipino; y suplementar el potasio en gatos con enfermedad renal crónica de estadio superior a 3 y con hipofosfatemia.

Cuando los gatos presenten una anemia con un hematocrito por debajo del 20 %, se utilizará eritropoyetina, la fluidoterapia será necesaria en gatos con deshidratación crónica y la nutrición forzada en casos de anorexia o mala nutrición.

Estrés

El estrés es muy frecuente en los gatos, siendo el desencadenante de la liberación de cortisol y adrenalina, que es la responsable a su vez de que el animal produzca mayores cantidades de saliva. El simple hecho de estar en el veterinario, en el coche o la visita de alguien al hogar puede hacer que tu gato abra su boca y segregue saliva. Similar puede ocurrir cuando está asustado o con miedo

Tratamiento

El estrés se debe tratar con modificación del ambiente y reduciendo o evitando si es posible el estímulo desencadenante. Para ello, el gato debe contar con un ambiente enriquecido, un espacio calmado, con sitios para esconderse y refugiarse, tener suficientes rascadores, juguetes, comida y agua disponibles. Además, se deben evitar los ruidos, los cambios innecesarios en el hogar y controlar que las visitas no molesten al gato. Si el problema es el trayecto en coche, se puede usar algún tipo de tranquilizante o feromonas sintéticas. En casa también se pueden instalar difusores de estos compuestos que ayudan a calmar a tu gato estresado. En este vídeo compartimos más consejos:

Problemas esofágicos

Los problemas a nivel del esófago, como la esofagitis, los tumores o los cuerpos extraños, pueden hacer que el gato babee debido al reflujo gastroesofágico que irrita y estimula la zona, aumentando así la liberación de saliva.

Cuando un gato tiene problemas esofágicos, además del babeo, podemos encontrar dolor en la deglución, disfagia y regurgitación. Si la enfermedad es crónica, el gato puede presentar pérdida de peso debido a que no está tomando el alimento suficiente por el dolor y reflujo. En los peores casos, se puede complicar el problema causando perforación del esófago o neumonía por aspiración, con síntomas como tos, disnea, fiebre o anorexia.

Tratamiento

Dependiendo de la enfermedad de esófago que padezca tu gato, el tratamiento será diferente. El peor de los casos es el tumor de esófago, siendo el pronóstico malo y la quimioterapia paliativa el tratamiento, pues la cirugía de extirpación presenta enormes riesgos al no poder quitar gran longitud del esófago y por el riesgo de dehiscencia local de las suturas aplicadas.

En el caso de cuerpos extraños, se deberían retirar por endoscopia. En las inflamaciones del esófago, se deberá aplicar nutrición parenteral, usar inhibidores de la secreción gástrica para reducir el reflujo y emplear sucralfato para proteger la mucosa.

Enfermedades infecciosas

Hay ciertas enfermedades infecciosas en la especie felina que pueden producir lesiones a nivel de la boca y en la lengua. Generalmente, las lesiones son úlceras en las mucosas, lo que produce unas claras molestias al pequeño felino afectado, haciendo que hipersalive para contrarrestar el daño que se está produciendo.

Estas enfermedades son la calicivirosis por el calicivirus felino, la inmunodeficiencia y la leucemia felina.

Tratamiento

La mejor manera de evitar las enfermedades mencionadas es fijando un adecuado calendario de vacunación. Si desgraciadamente tu gato presenta una de estas enfermedades, se deberá aplicar un tratamiento en el centro veterinario a fin de reducir, controlar o acabar con la replicación del virus y, por tanto, de la sintomatología de la enfermedad. Se suelen utilizar tratamientos de soporte basados en fluidoterapia, nutrición y control de las constantes, así como antivirales o interferones, entre otros tratamientos específicos según los problemas secundarios que puedan aparecer con estas enfermedades.

Epilepsia o convulsiones

La epilepsia y las convulsiones son un problema neurológico que puede afectar a los gatos y que consiste en una sobreexcitación de la musculatura debido a una activación brusca de un grupo neuronal. Esto se debe a que el umbral excitativo de las neuronas se encuentra más bajo de lo normal, por lo que se agiliza la despolarización de la membrana de las mismas y la descarga de neurotransmisores, pasando el proceso de una neurona a la siguiente. Mientras que la epilepsia tiene un origen intracraneal, las convulsiones se pueden dar debido a causas muy diversas, como vemos en este artículo: "Convulsiones en gatos".

Tratamiento

Además de controlar la enfermedad o el problema que está ocasionando las convulsiones, para tratar estos problemas neurológicos se utilizan fármacos como el fenobarbital a dosis de 1,5 a 2,5 mg/kg, cada 24 horas, y se recomienda que cada 6 meses se controle la funcionalidad hepática y los niveles de fenobarbital. Si este fármaco no controla estos ataques, se podrían utilizar otros fármacos como el levetiracetam o la gabapentina.

Golpe de calor

Cuando la temperatura corporal de los gatos sube por encima de los 39,2 ºC su salud peligra, pues el exceso de temperatura corporal puede producir graves daños internamente. Los signos clínicos que indican que tu gato presenta hipertermia o un golpe de calor incluyen espasmos, temblores, jadeo excesivo con hipersalivación, respiración alterada, vómitos, erupciones cutáneas rojizas, cianosis de piel y mucosas y dificultades para mantener la postura corporal, pudiendo acabar en shock y muerte.

Tratamiento

Lo primordial es reducir la temperatura corporal del gato afectado mediante técnicas de enfriamiento, como humedecerlo con paños o toallas húmedas o mediante el uso de fluidoterapia intravenosa. Además, se deberán controlar los síntomas que ha producido el golpe de calor, en ocasiones con oxígeno, antieméticos o protectores del estómago, entre otros.

Como has podido controlar, un gato que babea mucho debe ser atendido en un centro veterinario debido a la variedad de causas que pueden estar detrás de este síntoma.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Harvey, A.; Tasker, S. (Eds). (2014). Manual de Medicina Felina. Ed. Sastre Molina, S.L. L ́Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España.