Qué necesitas saber

Me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago?

 
María Besteiros
Por María Besteiros, Auxiliar Técnico Veterinario. 27 abril 2023
Me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago?

Por desgracia, es muy fácil encontrarse con gatos, de todas las edades, aspectos y circunstancias, con la necesidad de un hogar porque ya no los quieren, están en la calle o pretenden sacrificarlos. Si nos gustan los animales es posible que sintamos la necesidad de adoptar alguno, pero hay que saber que la adopción supone una gran responsabilidad, es a largo plazo e implica una serie de gastos y obligaciones.

No es extraño que por alguno de estos motivos un adoptante llegue a pensar en cesar la convivencia con el animal. ¿Qué sucede en estos casos? Es decir, si me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago? En este artículo de SoyUnGato vamos a abordar esta compleja cuestión, para lo que siempre tendremos como guía el bienestar animal, un concepto que implica una profunda reflexión personal antes de adoptar, precisamente para prevenir estas situaciones.

También te puede interesar: Cómo saber la edad de un gato

Índice

  1. ¿Se puede devolver un gato adoptado?
  2. No me adapto a mi gato y no puedo más, ¿qué puedo hacer?
  3. Ya no quiero a mi gato, ¿qué hago?
  4. Cómo puede afectar a un gato el cambio

¿Se puede devolver un gato adoptado?

En primer lugar, hay que saber que las asociaciones protectoras son perfectamente conscientes de la responsabilidad que supone cuidar de un animal. Por eso, antes de adoptar realizan cuestionarios y entrevistas, que algunas personas incluso consideran invasivas debido al nivel de detalle que conllevan. Pero es que las asociaciones han recogido a ese animal, lo han cuidado, recuperado y han corrido con sus gastos, todo ello de manera altruista, pues casi todas están constituidas por voluntarios. Esto les lleva a ser muy minuciosos con el destino de cada animal. No olvidemos que los que recogen es probable que en algún momento también fueran queridos. Estamos hablando del trabajo de protectoras que actúan con responsabilidad. Las perreras y otras entidades similares, aunque se definan como protectoras, entregarán a los animales sin más requisito que pagar el chip y/o las tasas correspondientes.

Las buenas protectoras también firmarán un contrato con el adoptante, como otro mecanismo para asegurarse de que siempre estará bien cuidado. En este contrato se consiente un seguimiento periódico en el que la asociación comprobará que el gato se encuentra en buenas condiciones. En general, también se especifica que si, por algún motivo, el adoptante ya no pudiese cuidar del animal, tendría que devolverlo. Es otra medida que intenta garantizar el bienestar durante toda su vida.

Por lo tanto, si has adoptado un gato en una buena asociación protectora, es muy probable que sí lo puedas devolver. Es más, sería imprescindible que lo devolvieses si no te puedes o quieres hacer cargo. Podemos considerarlo una de las ventajas de la adopción en asociaciones bien gestionadas. Algunas personas prefieren ir a lo fácil y quedarse con gatos de particulares o de perreras, que no hacen cuestionarios ni visitas ni seguimientos y pueden ser gratis, antes que pasar los requisitos de una protectora y pagar los gastos (gastos que ayudan a que puedan seguir salvando vidas). Pero no tendrán la opción de devolverlo.

No me adapto a mi gato y no puedo más, ¿qué puedo hacer?

En este apartado debemos insistir en la importancia de reflexionar antes de adoptar un gato. Son seres vivos con una esperanza de vida que puede superar los 15 años. A lo largo de todo ese tiempo necesitan un hogar seguro y adecuado a sus necesidades, cuidados veterinarios, de higiene, alimentación, etc. Todo esto cuesta dinero, en ocasiones bastante: vacunas, comida, antiparasitarios, arena, castración y cualquier urgencia, como una enfermedad o una intoxicación.

Por otra parte, siempre debemos buscar un animal que se adapte a nuestro ritmo de vida. Por ejemplo, si trabajamos fuera todo el día, no es la mejor idea adoptar un gatito. Un mal acoplamiento es fuente casi segura de problemas. Si el gato no ve cubiertas sus necesidades, se frustrará y lo manifestará a través de distintos trastornos de conducta, como la eliminación inadecuada, esto es, sobre todo, orinar por toda la casa. Conviene que, antes de adoptar, nos pongamos en el peor de los escenarios para pensar en cómo reaccionaríamos. Si no lo tenemos claro, lo mejor es no adoptar.

Si aun así nos supera la situación por cualquier circunstancia, la última opción es deshacernos del gato. Por tanto, si no te adaptas a tu gato y no puedes más, te recomendamos seguir estas recomendaciones:

  • Encuentra la causa del problema. Empieza hablando con quien lo había cuidado hasta entonces para que nos ayude a saber qué puede estar pasando.
  • Visita la clínica veterinaria. A la vez, la recomendación es acudir al veterinario para un examen general que determine si sufre alguna enfermedad. En ese caso, el diagnóstico y el tratamiento pueden conseguir solucionar problemas como el que hemos mencionado del marcaje con orina.
  • Acude a un etólogo. Si el examen veterinario establece que el gato está sano, existe la opción de consultar con un etólogo, pues muchas veces el problema de convivencia surge por un mal manejo de los cuidadores. Es solucionable, pero requiere tiempo, paciencia y dinero. Por eso volvemos a la importancia de pensarlo muy bien antes de adoptar, ponernos en el peor de los escenarios y asumir que una adopción es para siempre.
Me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago? - No me adapto a mi gato y no puedo más, ¿qué puedo hacer?

Ya no quiero a mi gato, ¿qué hago?

Las adopciones son para toda la vida, como hemos dicho. Los animales son un miembro más de la familia, para lo bueno y para lo malo. Hemos escogido adoptar y eso supone contraer un compromiso de por vida, aunque surjan problemas que pongan a prueba nuestra paciencia. Pero, si sabiendo todo esto, quieres deshacerte de tu gato, el procedimiento es el siguiente:

  • Devolverlo a la protectora. Si lo has adoptado en una buena asociación protectora, habrás firmado un contrato de adopción con una cláusula que indica que, en caso de no poder hacerte cargo de él, tendrás que devolverlo. Puede ser el final de un problema para ti, pero es difícil que el gato vuelva a conocer lo que es un hogar. Hay demasiados buscando una familia y las adopciones se complican, sobre todo para los ejemplares adultos, de color negro, etc.
  • Buscarle un hogar responsable. Si no tienes a quien devolver al gato, tendrás que buscarle un nuevo hogar. Para ello, puedes comenzar por preguntar entre tus familiares y amistades, clínicas veterinarias, redes sociales, etc. Deberías preocuparte porque el nuevo hogar ofrezca garantías para el gato y no dárselo a cualquiera que pueda acabar abandonándolo o algo peor.
  • Acudir a una asociación protectora. Una vez buscado entre los contactos más próximos, el siguiente paso son las asociaciones protectoras. Es importante, de nuevo, asegurarse de que es una entidad que de verdad trabaja por el bienestar animal y no una perrera en la que el gato va a ser enjaulado o sacrificado.

En cualquiera de las alternativas mencionadas, hay que tener en cuenta el tiempo. No podemos pretender que el nuevo hogar aparezca de un día para otro. Es imprescindible la paciencia, sobre todo si contactamos con una asociación protectora. Se trata de entidades que en la mayoría de las ocasiones son dirigidas por unos cuantos voluntarios y siempre tienen más animales de los que pueden hacerse cargo, de ahí que tengamos que esperar.

Cómo puede afectar a un gato el cambio

Por último, antes de pensar en deshacernos de nuestro gato, debemos tener presente lo que puede suponerle a él salir del hogar que conoce. Los gatos son animales muy apegados a sus rutinas. Esto incluye sus hábitos de vida, su casa, las personas de su familia, etc. Algunos ejemplares sufren estrés incluso con pequeños cambios, como poner muebles nuevos. Por eso, trasladarlo de su domicilio a uno desconocido puede suponerle un gran trastorno. Y si ya resulta estresante para un gato adaptarse a otro hogar, cuando el nuevo emplazamiento es una jaula, puede incluso dejar de comer hasta fallecer.

Insistimos en que para evitar sufrimiento innecesario es imprescindible pensarlo bien antes de adoptar. Así mismo, es fundamental tener en cuenta que, como acabamos de ver, un gato no se adaptará a un nuevo hogar de un día para otro. Por tanto, si el problema con el tuyo es que lo adoptaste recientemente, deberás tener paciencia, ganarte su confianza y ofrecerle un hogar enriquecido. Si, por el contrario, lleva mucho tiempo en la familia y manifiesta problemas de conducta que te superan, insistimos, es fundamental encontrar la causa y poner remedio. Con la ayuda de buenos profesionales es posible conseguir una convivencia armoniosa, sin necesidad de abandonar al gato.

Si deseas leer más artículos parecidos a Me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Qué necesitas saber.

Escribir comentario
Añade una imagen
Haz clic para adjuntar una foto relacionada con tu comentario
¿Qué te ha parecido el artículo?
1 de 2
Me arrepiento de haber adoptado un gato, ¿qué hago?