Los mejores arneses para gatos

Este tipo de arnés rodea tanto la parte baja del cuello del gato como su tórax y, si se mira desde arriba, las cintas que lo conforman dibujan la silueta de una "H", de ahí su nombre.

Generalmente, el arnés cuenta con unas tiras estrechas y de longitud ajustable hechas principalmente de nylon. En algunos modelos, las circunferencias que rodean el cuello y el tórax se encuentran unidas entre sí únicamente por una tira que se sitúa sobre las escápulas del felino y, en otros casos, encontramos dos tiras: una sobre las escápulas y otra en el pecho del animal. En este último caso, el ajuste del arnés es mejor y más seguro.

Su ligereza y el material con el que está confeccionado hacen que este arnés sea muy cómodo para los gatos, ya que les ofrece una gran libertad de movimiento y no suele ocasionar rozaduras ni molestias al animal. Además, es fácil de colocar y ocupa muy poco espacio.

No obstante, estamos ante un arnés extremadamente simple, con un nivel de ajuste al cuerpo no demasiado bueno, lo que supone que el gato puede llegar a zafarse de él con relativa facilidad. Si tu peludo es nervioso, asustadizo o no está bien habituado a pasear con arnés, es probable que logre quitárselo y escapar. Así, esta no es la mejor opción de arnés para gatos anti escape.

Por último, es importante remarcar que algunos modelos de arnés en H cuentan con un sistema de cierre anti ahogamiento. Esto quiere decir que, si el gato queda enganchado o colgando de algún lugar (un árbol, una valla, etc.) el arnés puede abrirse automáticamente para evitar que el animal sufra daños. Este sistema, también presente en muchos collares para gatos, es el ideal si tu felino sale al exterior sin supervisión, pero puede suponer riesgo de huida si lo sacas a pasear con correa y el animal se asusta y pega un tirón, pues el arnés se abrirá.

Algunos buenos ejemplos de arneses en H son el de las marcas PetSafe y Pet-tom. Por su parte, el arnés de Catit cuenta con sistema anti ahogamiento.

Los arneses estilo chaleco son aquellos que cubren completamente el pecho y la zona interescapular del gato.

Realmente, estos arneses para gatos también suelen tener forma de H pero son mucho más robustos y resistentes que los de tiras finas. Sus cintas son ajustables y cuentan con zonas más anchas, hechas generalmente con materiales acolchados y transpirables para aumentar la comodidad del animal y protegerlo, como es el caso de este arnés para gatos de Rabitgoo o ese de PetBonus.

La forma de estos arneses permite una buena movilidad de las extremidades del gato y se ajusta mejor a su cuerpo, haciendo más complicado (pero no imposible) que el animal pueda quitárselo.

Su principal inconveniente es que, al ser más "aparatoso" es normal que al gato le cueste más tiempo habituarse a llevar este tipo de arnés y le resulte algo incómodo al principio, negándose a caminar con él. Si es tu caso, no te preocupes, el proceso de habituación al arnés debe hacerse de manera gradual y siempre con refuerzo positivo y mucha paciencia.

Algunos arneses tipo chaleco son, más bien, jerséis para gatos con una hebilla para enganchar la correa. Estos jerséis no son adecuados para salir a pasear porque tienen mal ajuste y el felino puede quitárselos con facilidad. Así, vuelven a ser otra opción poco recomendada de arnés para gatos antiescape. No obstante, son una buena opción para proteger del frío a gatos con poco pelo como los sphynx.

Los famosos arneses para gatos step-in, muy utilizados en perros de razas pequeñas y medianas, cuentan únicamente con dos oberturas para las patas delanteras y se abrochan, normalmente con velcro y/o hebilla, sobre las escápulas del gato.

Su principal ventaja es que son muy sencillos de poner, pues basta con introducir las extremidades del felino por los agujeros, sin necesidad de pasar el arnés por su cabeza, cosa que muchos gatos detestan. Suelen estar hechos con materiales ligeros, acolchados o transpirables.

A pesar de que para los tutores el step-in sea muy cómodo, para el gato quizá no lo es tanto, pues la forma de este arnés puede provocar alguna que otra rozadura en la zona de la axila y, además, su ajuste no es el más adecuado, convirtiéndolo en un arnés poco seguro para gatos inquietos o asustadizos, pues pueden quitárselo fácilmente.

Los arneses step-in pueden ser simples o acolchados como es el caso de este modelo de Eyein, que también lo englobamos en la categoría de arneses para gatos antitirones.

Si te has decidido a utilizar un arnés para que tu gato salga al exterior con más seguridad o para pasear con él utilizando una correa, lo mejor es empezar a habituarlo a su uso desde que tiene solo unos pocos meses. Para todos aquellos que tienen dudas sobre si puedo pasear a mi gato con correa, aquí pueden encontrar más detalles.

Los gatitos novenes están todavía descubriendo el mundo que les rodea por lo que tienden a ser muy curiosos y a tolerar mejor la novedad. Una vez el gato llega a la edad adulta, se vuelve algo más reservado y no suele mostrarse tan predispuesto a probar cosas nuevas. Es por este motivo por el que debes aprovechar los primeros meses de vida de tu peludo para acostumbrarle a llevar un arnés.

Aunque cualquiera de los modelos mencionados exista en talla pequeña, lo ideal es comenzar la habituación empleando un arnés muy simple y ligero, como este de Arquivet, con tiras finas en forma de H. Pónselo a tu gatito durante unos minutos al día, mientras juegas con él o le das de comer. De esta forma irá asociando el uso del arnés con un momento o estímulo agradable.

A medida que el gato vaya creciendo y una vez ya tolere sin problema este arnés, puedes empezar a utilizar alguno más robusto y seguro para él, como por ejemplo el de Dooradar. Ve enseñándole poco a poco a caminar con la correa y asegúrate de sacarle solo por zonas tranquilas en las que no haya otros perros o personas que puedan asustar a tu gato.

Los arneses para viajar en coche suelen venderse junto con una correa especial en cuyo extremo hay un cinturón de seguridad para anclar en el asiento del coche. Este tipo de arnés es más ancho y acolchado en el pecho, lo que permite una mejor sujeción el animal y lo protege en caso de tirón o golpe seco. Un buen ejemplo es el arnés de Trixie.

A pesar de la existencia de este tipo de arneses, no se recomienda llevar al gato libre en el asiento atado con un cinturón. En primer lugar, porque es bien sabida la flexibilidad y habilidad de los gatos para zafarse de los arneses y este no es una excepción y, en segundo lugar, porque ante un accidente grave el arnés puede llegar a soltarse o a abrirse, lo cual resulta muy peligroso.

La mejor forma de viajar con tu gato en el coche es llevándolo dentro de un transportín resistente, bien anclado y adecuado al tamaño del animal.

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