Laxantes para gatos: tipos, dosis y usos

Laxantes para gatos: tipos, dosis y usos

Los laxantes o purgantes son productos que ayudan al tránsito intestinal y lo hacen de distintas maneras, según el tipo que escojamos. Las diferencias entre ellos explican también sus diferentes indicaciones y posibles efectos secundarios. Por eso, aunque tengamos laxantes en nuestro botiquín casero o podamos adquirirlos en una farmacia sin receta, no es buena idea que se los demos a nuestro gato sin la prescripción del veterinario, ya que podría resultar contraproducente y peligroso. En este artículo de SoyUnGato hablaremos de los laxantes para gatos, sus tipos, dosis y usos.

Tipos de laxantes para gatos

Como hemos dicho, aunque hablamos de laxantes en general, lo cierto es que los hay de diferentes tipos y es tarea exclusiva del veterinario escoger cuál es el que necesita nuestro gato. Por eso nunca debemos darle un laxante por nuestra cuenta, aunque ya se lo hayamos administrado en alguna otra ocasión.

Destacamos los siguientes tipos de laxantes en función de sus características:

  • Laxantes osmóticos: son aquellos que concentran el agua en el intestino. De esta manera, consiguen hidratar las heces. Suelen ser muy eficaces y seguros. Un ejemplo es la lactulosa.
  • Laxantes estimulantes: lo que hacen estos laxantes es aumentar la motilidad intestinal. Funcionan bien pero no son los más adecuados para un uso habitual, pues podrían acabar por interferir en los movimientos normales del intestino. Es ejemplo el bisacodilo.
  • Laxantes formadores de bolo: este tipo de laxantes funcionan ablandando las heces y propiciando su eliminación, lo que llega a aumentar la frecuencia de las deposiciones. Se añaden al alimento y pueden utilizarse con frecuencia sin que se produzcan efectos secundarios. En este grupo destaca el Metamucil.
  • Laxantes emolientes: son laxantes cuya función es hacer que las heces absorban una mayor cantidad de agua, lo que hace que se ablanden. Son de uso frecuente y un ejemplo es el docusato sódico.
  • Laxantes lubricantes: se centran en conseguir que las heces sean expulsadas. No pueden utilizarse a diario ni tampoco a la vez que los laxantes emolientes. Además, interfieren en la absorción de algunos nutrientes, como las vitaminas. El ejemplo más representativo es el aceite mineral.

Usos de los laxantes en gatos

Ya que funcionan favoreciendo la movilidad intestinal y la eliminación de las heces, el uso principal de los laxantes es aliviar el estreñimiento cuando otras medidas (como el aumento de la fibra en la dieta, el consumo de agua y el ejercicio o la administración de malta) no han funcionado, así como prevenirlo, recordemos que siempre bajo prescripción del veterinario.

Cuando un gato está estreñido, es decir, presenta dificultades para defecar o lo hace con una frecuencia menor a la habitual, puede deberse a alguna causa leve, pero siempre es importante tratarla para evitar que surjan complicaciones derivadas de mantener las heces durante mucho tiempo en el sistema digestivo.

Un gato puede sufrir estreñimiento por estrés, dolor, deshidratación, el consumo de determinados fármacos o la presencia de estenosis u obstrucciones intestinales. Por eso, si vemos que a nuestro gato le cuesta defecar, lo hace fuera del arenero, deja de comer o vomita, debemos acudir al veterinario.

Si el estreñimiento no se soluciona con los laxantes, es posible que este profesional baraje otras opciones, como la aplicación de enemas (líquido que se introduce a través del recto) o incluso la extracción de las heces, una vez anestesiado el gato.

Te hablamos más del Estreñimiento en gatos: síntomas y qué hacer en el siguiente post de SoyUnGato.

Dosis de laxantes para gatos

Lógicamente, la dosis va a ser diferente según el laxante que nos haya recetado el veterinario, pues ya hemos visto que existen varios tipos. A modo orientativo, podemos exponer algunos ejemplos, aunque, insistimos, solo el veterinario puede determinar la dosificación que necesita nuestro gato:

  • En general, la lactulosa: se recomienda en dosis de 0,5 ml por cada kg de peso corporal, pudiendo repetirse cada 8-12 horas.
  • De bisacodilo: se dan 5 ml al día.
  • El aceite de parafina (aceite mineral): se administra a razón de 10-15 ml.

Dónde puedo comprar laxantes para gatos

Muchos laxantes pueden comprarse en farmacias sin necesidad de receta, al igual que pueden encontrarse en establecimientos especializados en la venta de productos para animales o, por supuesto, en clínicas veterinarias.

Recordemos que, aunque podamos adquirirlos sin una receta veterinaria, la recomendación es que solo los administremos bajo su supervisión. Son productos eficaces y seguros siempre que se utilicen según las indicaciones del profesional. De lo contrario, podrían tener consecuencias muy graves.

Laxantes naturales para gatos

Como hemos dicho, si nuestro gato está estreñido, podemos probar a implantar algunas medidas para solucionar el problema antes de recurrir al uso de laxantes, como ofrecerle comida húmeda o, en cualquier caso, animarlo a que beba mayor cantidad de agua. De hecho, existen algunos productos, muy conocidos, que se pueden utilizar para obtener un efecto laxante.

Un ejemplo es la malta, una pasta que se administra con regularidad y ayuda a evitar la formación de bolas de pelo, favoreciendo el tránsito intestinal. Cuenta con la ventaja de que suele ser bien aceptada por los gatos, con lo que es fácil que la ingieran.

Alimentos laxantes para gatos

Por otra parte, existen algunos alimentos conocidos por su capacidad para favorecer la motilidad intestinal, de ahí que se puedan utilizar para tratar o prevenir los casos de estreñimiento menos graves. Destacamos los siguientes:

  • Aceite de oliva: añadir una cucharadita a la comida puede ayudar a la defecación en los casos leves.
  • Fibra: existen alimentos para gatos con alto contenido en fibra que podemos dar a los ejemplares que acostumbran a padecer problemas de estreñimiento. Además, el salvado de trigo integral, la pulpa de remolacha, la zanahoria, la calabaza o el psyllium pueden aportar una buena cantidad de fibra. Solo tendremos que añadir pequeñas cantidades a la comida habitual del gato.
  • Leche: la leche puede tener efecto laxante, útil para los casos de estreñimiento leves, en los gatos adultos que ya no dispongan de la enzima lactasa. Sin ella, el organismo no consigue descomponer la lactosa, que es el azúcar de la leche. Esta atrae el agua hacia el intestino y es lo que favorece su movilidad. Lógicamente, si a tu gato la leche le sienta mal, es mejor que evites dársela.

Quizá te interese consultar el siguiente post con Remedios caseros para el estreñimiento en gatos. ¡No dudes en echarle un vistazo!

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Laxantes para gatos: tipos, dosis y usos, te recomendamos que entres en nuestra sección de Medicamentos.

Bibliografía
  • Palmero, Mª Luisa: "De Estreñimiento a Megacolon. ¿Cómo evitarlo?". Gattos Centro Clínico Felino.