Otitis en gatos: causas, síntomas y tratamiento

La otitis en gatos es una condición médica que se caracteriza por la inflamación del epitelio que cubre el pabellón auricular y el canal auditivo. Más adelante explicaremos cuáles son los otros síntomas de la otitis en gatos, pero lo principal que veremos será la inflamación y la infección del oído. Dicha inflamación, además, puede causar una pérdida de audición temporal y dolor. Por otro lado, cabe destacar que podremos ver una inflamación a nivel externo, medio e interno.

Cuando los gatos se encuentran bajos de defensas, por otras causas, pueden verse más susceptibles a padecer otitis. Por ejemplo, durante la primavera y el verano, por las altas temperaturas y humedad, también aumentan los casos de otitis en gatos.

Como hemos mencionado al inicio del artículo, existen distintos tipos de otitis en gatos. Vamos a verlas más detalladamente a continuación.

• Otitis externa: es una enfermedad en la que se inflama el canal externo del oído, hasta el tímpano, y el pabellón auricular. Se trata de una patología frecuente y suele conocerse como "oído de nadador" en humanos. Si este tipo de otitis en gatos está muy avanzada, puede llegar incluso a romperse el tímpano y provocar una otitis media secundaria.
• Otitis media: este tipo de otitis afecta el oído medio del gato, que se encuentra detrás del tímpano y contiene los huesecillos del oído. La otitis media en gatos generalmente ocurre como una complicación de una otitis externa no tratada o mal manejada, tal y como hemos comentado en las anteriores líneas. Puede ser causada por la propagación de la infección desde el oído externo o por una disfunción de la trompa de Eustaquio.
• Otitis interna: afecta el oído interno del gato, que es la parte más profunda del oído y está involucrada en el equilibrio y la audición. La otitis interna en los gatos es menos común que los otros tipos de otitis, pero puede ser más grave y potencialmente causar problemas neurológicos.

Además, es importante destacar que la otitis puede variar en gravedad y duración, y en algunos casos puede requerir una evaluación y tratamiento médico más extenso. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica adecuada para un diagnóstico preciso y un manejo adecuado de la otitis.

En el desarrollo de una otitis en gatos están implicados diferentes factores predisponentes, primarios y perpetuanes. Por ello, vamos a ver a continuación de qué se trata cada uno de ellos.

Causas predisponentes de la otitis en gatos

Los factores predisponentes de la otitis en gatos son todas aquellas circunstancias que favorecen el desarrollo de una inflamación pero no la desencadenan directamente. Dichas causas predisponentes de la otitis en gatos son:

• Condiciones ambientales: tales como la humedad o la temperatura.
• Enfermedades sistémicas: como la inmunodeficiencia o la leucemia felina que debilitan el sistema inmunitario de forma que hacen el gato es más propenso a sufrir todo tipo de trastornos.
• Empleo de bastoncillos en un intento de limpiar los oídos.
• Irritaciones al aplicar productos como pueden ser los limpiadores óticos: nunca debemos utilizar nada sin la prescripción de un veterinario.

Causas primarias de la otitis en gatos

Las causas primas de la otitis en gatos son todas las circunstancias que, por sí mismas, explican el desarrollo de una otitis en un oído sano. Destacan las siguientes:

• Presencia de ácaros, especialmente de Otodectes cynotis: son parásitos comunes en los gatos que pueden causar otitis externa. Estos ácaros infestan el canal auditivo y provocan picazón intensa, secreción y enrojecimiento. También otros parásitos como los ácaros de la sarna demodécica o la notoédrica, garrapatas, etc.
• Hipersensibilidad: es decir, reacciones alérgicas a alimentos, pulgas, dermatitis atópica, etc. Pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en el canal auditivo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar otitis.
• Cuerpos extraños: sobre todo en gatos con acceso al exterior. La presencia de cuerpos extraños en el canal auditivo, como trozos de hierba, semillas o pequeños objetos, puede irritar la piel y provocar inflamación, lo que puede llevar a la otitis.
• Traumatismos.
• Problemas dermatológicos: como los trastornos en la queratinización que se relacionan con enfermedades como el hipotiroidismo o la seborrea.
• Enfermedades autoinmunes.
• Obstrucciones provocadas: por masas como pólipos, tumores o quistes. Suelen afectar a un oído.
• Infecciones víricas.
• Hay también causas idiopáticas, es decir, de origen desconocido.

Causas perpetuantes de la otitis en gatos

Hacen referencia a las causas que consiguen que el proceso se cronifique, manteniendo la inflamación aunque se resuelva la causa primaria. Estas causas de la otitis en gatos son las siguientes:

• Infecciones provocadas por bacterias: como estafilococos o estreptococos. Pueden colonizar el canal auditivo y causar otitis en los gatos. Esto puede ocurrir debido a heridas, rascado excesivo, traumatismos o como resultado de una infección secundaria a una enfermedad subyacente.
• Infecciones provocadas por hongos: como la Malassezia. Pueden infectar el oído de los gatos y provocar otitis. Los hongos pueden proliferar en entornos húmedos y cálidos, como el canal auditivo, especialmente cuando hay una disminución en la función inmunológica del gato. Se puede considerar causa secundaria.
• Problemas que modifican la conformación del oído: algunos gatos pueden tener factores anatómicos que predisponen a la otitis, como canales auditivos estrechos o pliegues en el oído que dificultan la ventilación adecuada y aumentan el riesgo de infecciones. Lo calcifican o estrechan de forma que ya no es posible aplicar ningún tratamiento.

Como habrás podido ver, los motivos por lo que tu gato tiene la oreja inflamada o hinchada pueden ser muchos. Existe un amplio abanico de causas que motivan a que la oreja del gato esté hinchada. De esta forma, solo podemos decir que depende de la causa, la otitis en gatos puede ser contagiosa.

Si hablamos de los ácaros del oído, por ejemplo, que se dan por contacto directo con una zona o con un animal que está infantado, el contagio sí que se produce. Sobre todo si nos referimos a colonias de gatos, refugios o criaderos donde muchos gatos conviven juntos. Por otro lado, un gato puede tener otitis sin haber sido contagiado, como hemos visto con las distintas causas anteriores. Puede ser por una infección bacteriana de forma secundaria, un traumatismo o un cuerpo extraño.

Un gato aquejado de otitis externa va a manifestar signos clínicos como los siguientes, que serán más o menos evidentes en función de la gravedad del cuadro:

• Secreción.
• Mal olor.
• Presencia de ácaros en los oídos.
• Pérdida de escucha.
• Molestias que hacen que el gato se rasque o frote.
• Engrosamiento del pabellón auricular, enrojecimiento e inflamación.
• Sacudidas de cabeza frecuentes.
• Dolor: que se puede manifestar con cambios en el comportamiento, por los que el gato mostrará agresividad, inquietud o una mayor susceptibilidad. Puede quejarse si le tocamos por la zona. Otros gatos lo manifestarán dejando de comer o de jugar.
• Irritación y pioderma en la zona afectada.
• Prurito: tanto moderado como severo,
• Picor más o menos intenso: el gato se rasca mucho.
• Lesiones: como heridas o alopecia, en la zona que rodea a las orejas.
• A veces los traumatismos que sufre la oreja por rascado y sacudidas acaban por formar un otohematoma: que es un acúmulo de sangre bajo la piel de la oreja por rotura de capilares sanguíneos. La oreja estará inflamada y caliente. Puedes consultar el siguiente post de SoyUnGato para saber "Cómo mejorar el pelo y piel de un gato".

Así que, si te preguntas cómo saber si un gato tiene otitis, ten en cuenta que si observamos cualquiera de los síntomas mencionados debemos acudir al veterinario, ya que una infección externa que no se trata puede avanzar y acabar por perjudicar a toda la estructura ótica.

El veterinario examinará el interior del oído con el otoscopio. De esta forma puede saberse el alcance de la inflamación y, si hay ácaros o masas, se visualizarán. De ser necesario, se tomarán muestras para hacer citologías o cultivos, siempre con cuidado porque si se usan bastoncillos puede provocarse una inflamación.

En algunos casos se hace una analítica de sangre para averiguar si existe alguna enfermedad sistémica. Algunos gatos van a experimentar mucho dolor, de forma que no tolerarán ninguna manipulación. Será necesario sedarlos. Además, si ha habido gran cantidad de secreción, estrechamientos o inflamación será imposible visualizar el interior del oído. Son casos en los que antes del examen hay que proceder a un lavado, a veces medicando antes para mejorar las condiciones del conducto. Recibe el nombre de flushing.

Te recomendamos leer sobre los "Signos de dolor en gatos" en SoyUnGato.

¿Cómo tratar la otitis en gatos? Ya sabes las causas que provocan que el gato tenga la oreja hinchada o inflamada, pero ahora tenemos que saber qué podemos hacer. Si conocemos la causa primaria y cualquier otra predisponente o perpetuante que puede estar actuando, el tratamiento suele ser un éxito. Cuantos más factores intervengan, más complicado será resolver la otitis.

El tratamiento para la otitis dependerá de la causa que la esté provocando pero, sobre todo, tenemos que ser conscientes y seguir la pauta de tratamiento que nos de el veterinario hasta al final. Incluso cuando creamos que ya hemos podido solucionar el problema, tenemos que acabar con el tratamiento. Normalmente, el tratamiento consiste en:

1. Retirar el cuerpo extraño, en caso de que haya.
2. Limpiar el oído del gato, con cuidado, y secarlo delicadamente.
3. Identificar cuál es la causa que ha provocado la otitis en el gato y aplicar el respectivo tratamiento.

El tratamiento siempre debe ir dirigido a combatir la causa primaria. Además, hay que medicar también contra la presencia de infecciones oportunistas, como las que pueden causar bacterias u hongos y es imprescindible mantener el oído lo más seco y limpio posible.

Hay diferentes fármacos entre los que el veterinario escogerá en función de las características y la gravedad del cuadro. Por ejemplo:

• Si hablamos de bacterias: el especialista tendrá que realizar una limpieza del oído y revisar el conducto auditivo. Después de ello, nos recetará gotas para la otitis en gatos, ya que contienen componentes antibacterianos.
• Si hablamos de ectoparásitos: deberemos aplicar un antiparasitario, ya sea con una pipeta o un producto ótico acaricida. También es posible que nos receten antiinflamatorios.
• Si hablamos de hongos: después de seguir el mismo proceso que en el anterior caso y cerciorarse de que está ante un caso de otitis en gatos por hongos, el veterinario nos recetará un producto fungicida.

Si ninguno de los anteriores tratamientos para la otitis en gatos funciona, la única solución será recurrir a un tratamiento quirúrgico. Sea cual sea el caso, lo más seguro es que el especialista en gatos nos recomiende utilizar un collar isabelino para que no se rasque y se haga heridas.

No existen remedios caseros para la otitis en gatos. En el caso de que sospechemos que nuestro gato puede tener otitis, es de vital importancia que lo llevemos al veterinario. Solo él podrá identificar y diagnosticar la otitis en gatos, además de darnos el tratamiento específico. Bajo ningún concepto deberemos medicar al gato con antibióticos humanos ni mucho menos debemos intentar crear remedios caseros para la otitis en gatos.

Si quieres evitar el tener que preguntarte "por qué mi gato tiene la oreja hinchada o inflamada", lo mejor es que sepas que existen una serie de consejos y pautas para prevenir la otitis en gatos. Presta atención:

• Mantén una buena higiene: limpia regularmente las orejas de tu gato con productos recomendados por un veterinario. Evita usar hisopos de algodón, ya que podrían empujar la suciedad o el cerumen más profundamente en el canal auditivo.
• Evita la humedad: seca bien las orejas de tu gato después de bañarlo o si se ha mojado bajo la lluvia. La humedad puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias o levaduras en el oído.
• Controla las alergias: si tu gato tiene alergias conocidas, trabaja con tu veterinario para identificar los alérgenos y tomar medidas para minimizar la exposición. Esto puede incluir cambios en la dieta, el uso de filtros de aire en el hogar y la eliminación de alérgenos ambientales.
• Evita el acceso a sustancias irritantes: mantén a tu gato alejado de productos químicos fuertes, como productos de limpieza o pesticidas, que podrían irritar el canal auditivo y desencadenar una otitis.
• Controla las infestaciones de parásitos: mantén a tu gato protegido contra ácaros del oído y otros parásitos externos mediante tratamientos regulares recomendados por un veterinario.
• Evita lesiones en las orejas: evita que tu gato se rasque excesivamente las orejas o tenga acceso a objetos afilados que puedan causar heridas en el canal auditivo.
• Programa revisiones veterinarias regulares: lleva a tu gato a consultas veterinarias periódicas para que el veterinario pueda examinar las orejas y detectar cualquier problema temprano.

Recuerda que cada gato es diferente, por lo que es importante consultar con tu veterinario para obtener recomendaciones específicas para tu felino en particular. Si sospechas que tu gato tiene otitis o muestra signos de malestar en los oídos, busca atención veterinaria de inmediato para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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