Fibrosarcoma felino: síntomas, tratamiento y esperanza de vida

El fibrosarcoma en gatos consiste en una neoplasia o tumor de origen mesenquimal que es el tipo de tejido que se forma en el embrión y que dará lugar a los tejidos conjuntivos y de soporte. Se trata de un tumor de tipo maligno en el que proliferan unas células constituyentes del tejido conectivo felino y que sintetizan colágeno e intervienen en los procesos de cicatrización, es decir, los fibroblastos.

Este tumor tiene una forma redondeada, uni o multinodular y de consistencia sólida o blanda que suele crear adherencias en las capas subcutáneas limítrofes y no es doloroso ni ulcerativo excepto cuando ya está tremendamente avanzado.

Tampoco suele producir metástasis pero sí es frecuente que tras su extirpación vuelva a salir, especialmente si no se ha podido realizar una cirugía con márgenes extensos.

Imagen: Today's Veterinary Practice

El primer síntoma del fibrosarcoma felino es la aparición de un bulto que se suele notar al tocar a nuestro gato, pero que crece rápidamente hasta alcanzar un tamaño considerable. Frecuentemente lo podemos notar en la zona interescapular de nuestro gato, ya que puede aparecer tras la vacunación con ciertas vacunas como la de la leucemia o la rabia.

Este bulto puede ser ligeramente móvil o fijado al tejido y musculatura subyacente por su potencial infiltrativo, dejando poco delimitado el tejido sano del tumor. La ulceración se puede dar en los tumores de gran tamaño tras traumatismos o por el avance del proceso.

No suele aparecer metástasis pero si ocurre generalmente es en el pulmón donde puede producir síntomas respiratorios como tos o disnea.

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Este tipo de tumor no suele aparecer debido a una mutación genética puntual como otros tipos de tumores, sino que suele tener una causa clara: la vacunación de nuestros gatos. Tras aplicar una vacuna a un gato es común que aparezca un pequeño nódulo de inflamación en el punto de inyección pero que desaparece sin mayor problema a las dos o tres semanas.

Sin embargo, en ocasiones puede no desaparecer, generando una inflamación crónica que puede inducir el desarrollo del fibrosarcoma. Esto suele ocurrir generalmente con vacunas con adyuvantes como la de la leucemia o la rabia felina.

Otras condiciones pueden aumentar el riesgo de que aparezca este tumor en los gatos como pueden ser:

• La aplicación subcutánea de agentes o fármacos: como el lufenuron.
• Los antibióticos de uso prolongado.
• Los microchips.

De forma mucho menos frecuente, el virus del sarcoma felino que es un virus derivado del de la leucemia felina, puede llegar a ocasionar este tumor en la especie felina.

Si el tumor no tiene aún un tamaño considerable se puede confundir y se debe diferenciar de otros procesos como un absceso en el punto de inyección mediante una ecografía del bulto.

Para diagnosticar correctamente este tipo de tumor no es eficaz la citología pero sí su estudio histopatológico tras la obtención de una muestra por biopsia con incisión en cuña. En el estudio de este tumor suele aparecer un importante componente inflamatorio, con muchas células mononucleares con granulación y fibrosis así como mucha mitosis o división celular y amplias zonas de muerte celular o necrosis central.

Tras observar estos cambios en el tejido se deben realizar radiografías, especialmente una radiografía torácica en busca de metástasis pulmonar.

La terapia del fibrosarcoma felino es complicada por el tipo de tumor en sí, su agresividad y su grado de extensión. Además, si hay metástasis, el tratamiento se ve aún más condicionado pues la cirugía no sería recomendable.

La cirugía de extirpación completa del tumor es el principal tratamiento de este tumor, siendo necesario para evitar su frecuente recidiva la eliminación de todas las fascias y los músculos adyacentes al tumor por su potencial infiltrativo. Los márgenes quirúrgicos que se recomiendan como mínimo son de 2 cm, aunque lo ideal es de 3-5 cm en los laterales y en profundidad a la masa del tumor. Es de utilidad que tras la cirugía se aplique radioterapia en la zona una vez comenzado el proceso de cicatrización a las dos semanas de la cirugía.

La quimioterapia es más eficaz en los tumores asociados a las vacunas que en los no asociados, con una eficacia del 50-60% cuando se usan fármacos como la doxorrubicina o el carboplatino.

La esperanza de vida de un gato al que le ha sido diagnosticado un fibrosaroma felino depende de su grado de extensión y gravedad del tumor en el momento del diagnóstico, así como de su tratamiento aplicado. Por ejemplo:

• Los gatos con metástasis: tienen una esperanza de vida muy reducida debido a la extensión del tumor de forma inextirpable.
• Los gatos con fibrosarcoma localizado al que se le ha realizado una correcta cirugía con márgenes amplios y con el uso de radioterapia y quimioterapia: la esperanza de vida puede ser la de cualquier otro gato pues puede superar la enfermedad sin recidivas.

Ahora que ya sabes más sobre el fibrosarcoma felino, quizás te interese consultar los Sarcomas en gatos: tipos, síntomas y tratamientos.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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