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Cómo saber si un gato tiene cáncer

 
Miguel Fraga García-Yanes
Por Miguel Fraga García-Yanes, Veterinario. 6 mayo 2022
Cómo saber si un gato tiene cáncer

Al igual que sucede en medicina humana, el registro de casos de cáncer en gatos no es un hecho infrecuente. No siempre es fácil detectarlo a tiempo y ello incide negativamente en su pronóstico de supervivencia y en ocasiones calidad de vida. Por ejemplo, leucemia y los linfomas son tipos de cáncer habituales en gatos. Si te interesa aprender cómo saber si un gato tiene cáncer, continúa leyendo, te revelaremos todas las claves.

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Qué es el cáncer

Se conoce como cáncer a los tumores malignos, es decir, al proceso desencadenante de la división anormal y descontrolada de las células. Estos malignos tumores o neoplasias pueden dañar y afectar a diversos órganos vitales. Si existe metástasis o diseminación por el organismo tienen peor pronóstico. Se siguen investigando sobre las causas de estos.

Los especialistas apuntan a la predisposición genética o causas ambientales como la exposición prolongada a determinados factores como por ejemplo sustancias químicas. Se ven con más frecuencia afectados gatos de edad avanzada (hay excepciones).

Cómo saber si un gato tiene cáncer - Qué es el cáncer

¿Cómo saber si un gato tiene Cáncer? Síntomas

Dada la amplia diversidad y localizaciones distintas del cáncer que existe, puede ser habitual que sus síntomas se confundan con los de otras patologías en ocasiones.

Esto puede dificultar acometer una intervención temprana. Es indispensable que prestes atención a los cambios que observes en su comportamiento y sintomatología. Acudir con la mayor brevedad posible a la consulta de tu veterinario puede marcar la diferencia en cuanto a calidad de vida de tu mascota. Tenlo presente. Algunos (de los muchos) de los síntomas que acompañan o indican cáncer son:

  • Masas o nódulos duros. Sobre todo en mamas de gatas no castradas. Si estos crecen o se ulceran indica peor pronóstico. Gatos de pelaje blanco, pueden padecer carcinomas de células escamosas agravados por la exposición solar. Normalmente se da con más frecuencia en las orejas.
  • La inapetencia junto a pérdida de peso y otros síntomas digestivos como distensión abdominal, vómitos y/o diarrea puede ser indicativo de linfoma alimentario.
  • Tos persistente o dificultad respiratoria (disnea) pueden ser indicativos junto con efusión pleural de un linfoma mediastínico.

¿Cómo se diagnostica?

Muchas veces, la historia clínica o anamnesis y la exploración general no son suficientes y el veterinario debe recurrir a pruebas complementarias como radiografías, ecografías, analíticas de sangre e incluso TAC para conocer la localización y extensión de la neoplasia.

La biopsia o extracción de parte del tejido sospechoso para analizarlo en el laboratorio debe emplearse para confirmar el diagnóstico. Puede realizarse también la punción y aspiración con aguja fina de la lesión.

Tipos de cáncer que pueden afectar a un gato

La categoría es también muy amplia. Aquí os describiremos algunos de los más frecuentes.

  • Linfoma. El linfoma alimentario es la presentación más frecuente de linfoma. Esta afecta al sistema digestivo. Siendo el de bajo grado el más frecuente, el cual afecta a la población geriátrica de gatos. En poblaciones menores de tres años es más común la presentación mediastínica (torácica). Un gran porcentaje de los gatos con linfoma son FeLV+ (virus leucemia felina).
  • Carcinoma de las células escamosas. Este cáncer cutáneo suele cursar con metástasis, pero resulta especialmente agresivo localmente. Suele afectar a la nariz y a las orejas y se inicia como una herida que tarda en cicatrizar. Como antes hemos dicho se da más en gatos de capa blanca.
  • Carcinoma mamario. Se dará entre las gatas no castradas. Se aprecian nódulos en las glándulas mamarias. Se recomienda siempre castrar a las hembras, y más en gatas ya que son muy agresivos.

Tratamientos para gatos con Cáncer

En un alto porcentaje de los casos la cirugía, la quimioterapia y la prescripción de los fármacos adecuados hace posible que el animal salga adelante y tenga calidad de vida durante varios meses. Por tanto, la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia son los tratamientos más consolidados hoy en día en la medicina veterinaria.

La selección de una u otra terapia dependerá de múltiples factores como el tipo, extensión y localización del cáncer, existencia o no de metástasis, edad del gato, recursos económicos del propietario, etc. Puede darse la circunstancia de que el especialista desaconseje tratarlo porque de hacerlo su calidad de vida se vería sustancialmente mermada.

Cirugía

Consiste en extraer la totalidad con buenos márgenes del tumor. En ocasiones, puede combinarse con la radio o la quimioterapia para mejorar el pronóstico o si no se ha podido reducir completamente mediante cirugía. Se considera la opción más resolutiva.

Radioterapia

La radioterapia es una forma de tratamiento basada en el empleo de radiaciones ionizantes con el fin de erradicar las células cancerosas. Las sesiones pueden prolongarse varios meses y sus efectos secundarios (pérdida de pelo, vómitos o signos cutáneos) reclaman en ocasiones de medicación para mitigarlos.

Quimioterapia

El propósito es el mismo, pero en esta ocasión se pueden emplear pastillas o medicación intravenosa. Puede tener efectos secundarios, aunque hay que añadir que los gatos son mucho menos sensibles a la toxicidad por la quimioterapia que los perros.

Los gatos tratados de cáncer requieren cuidados especiales que pasan por extremar la calidad de su alimentación, procurarles un refugio o espacio apartado en el que puedan descansar y la medicación si el caso lo requiere, tal y como paute el veterinario. Llevar un registro diario de su evolución ayudará mucho al especialista.

¿Se puede coger a tiempo?

La forma más efectiva de vigilar y coger a tiempo el cáncer felino es observando el comportamiento y sintomatología del animal, así como visitando al especialista frecuentemente. La edad es un agente de gran protagonismo cuando hablamos de cáncer en gatos, a excepción de algunos más propios de los ejemplares jóvenes. Esperamos haber contribuido a disipar tus dudas en torno a cómo saber si un gato tiene cáncer. Una actuación temprana, seguir las indicaciones médicas y el cariño que solo tú puedes proporcionarle facilitarán, sin duda, una mayor calidad de vida de nuestra mascota.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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