Cómo saber si mi gato tiene frío

Cómo saber si mi gato tiene frío

Los gatos también tienen frío. Al igual que las personas, son animales homeotermos, es decir, cuentan con la capacidad de regular su temperatura corporal. Esta posibilidad no significa que nunca sientan frío o calor, sino que tienen mecanismos para conseguir que su cuerpo se enfríe o se caliente para mantenerse a una temperatura constante, con pequeñas variaciones.

Pero hasta un límite. Por eso, en condiciones climatológicas adversas, los gatos pueden enfriarse. ¿Cómo saber si mi gato tiene frío? En este artículo de SoyUnGato te explicamos cómo detectar el frío en los gatos y qué puedes hacer para aliviarlo y prevenirlo.

¿Los gatos tienen frío?

Por supuesto, los gatos sienten frío, al igual que también sienten el calor. Su organismo va a poner todo de su parte para evitar las fluctuaciones de la temperatura corporal normal, que en ellos suele ser algo superior a la nuestra, rondando los 38-39 ºC.

Para esto cuentan con varias formas de conservar el calor y de protegerse del frío como el manto. Con esta intención, en otoño, los gatos, sobre todo los que tienen acceso o viven en el exterior, van a mudar su pelo de verano, más fino, por uno más grueso que les ayude a resistir mejor el frío. Pero cuando los mecanismos corporales no son suficientes para mantener la temperatura corporal, aparecerá la sensación de frío.

Qué gatos son más sensibles al frío

Hay que tener en cuenta que no todos los gatos son iguales ante el frío. Así, aquellas razas felinas sin pelo o con este muy escaso, como el gato esfinge, el bambino o el peterbald, van a ser mucho más sensibles a las bajas temperaturas (también a las altas), de ahí que suela ser necesario proteger a estos ejemplares durante el invierno, por ejemplo, empleando prendas de ropa para gatos o no permitiéndoles salir al exterior.

De igual manera, van a ser más sensibles al frío los gatos recién nacidos y de pocos meses. De hecho, durante las primeras semanas de vida no son capaces de regular su temperatura. Esto quiere decir que si los dejamos en el ambiente se enfriarán hasta la temperatura en la que este se encuentre, poniendo en riesgo su vida, de ahí que no sea conveniente manipularlos ni separarlos de su madre y/o hermanos cuando son bebés.

Pero, además de los gatitos, los gatos más mayores, de 7-10 años en adelante, así como los que tienen algún problema de salud que los debilita, acaban de pasar por quirófano, se están recuperando de alguna enfermedad, etc., también serán más sensibles al frío, presentando mayores dificultades a la hora de mantener estable su temperatura corporal.

Síntomas de frío en gatos

Ya hemos dicho que los gatos tienen frío y cuáles son los más sensibles a las bajas temperaturas, pero lo más importante es aprender a identificar aquellos síntomas de alerta. ¿Cómo saber si tu gato tiene frío? Fíjate en estas señales:

  • Busca refugio en el lugar que encuentra más cálido de toda la casa, lo que puede incluir situarse justo delante de la calefacción.
  • Se enrosca sobre sí mismo y no se mueve. Por ejemplo, podría meterse en el interior de la cama o pegarse al radiador, pudiendo llegar a quemarse.
  • Al tacto está más frío de lo normal, sobre todo si tocamos las orejas, las patas o la cola, es decir, las partes de su cuerpo más distales, ya que el calor corporal, lógicamente, tiende a mantenerse alrededor de los órganos vitales.
  • Tiembla o tirita, señal que debe aparecer junto a las anteriores.
  • Su actividad desciende porque pasa más tiempo tumbado sin moverse en el sitio más cálido que localiza.

Si el gato está expuesto a bajas temperaturas demasiado tiempo, corre el riesgo de sufrir una hipotermia, que es una disminución de la temperatura corporal que puede llegar a poner en peligro su vida, si no tomamos medidas inmediatamente. Un gato con hipotermia va a estar frío al tacto y es probable que tenga dificultades para respirar y moverse. La hipotermia es una urgencia veterinaria.

Cómo saber si un gatito tiene frío

Como hemos comentado, los gatos bebés forman parte del grupo más susceptible, por ello es normal que nos preguntemos qué síntomas presentan para estar alerta en caso de estar cuidando a una camada. Si el gatito está con su madre, la progenitora se encargará de calentarlo si nota que tiene frío. Ahora bien, si el gatito que estamos cuidado es huérfano, los signos anteriormente mencionados también nos sirven de guía para saber si tiene frío.

Buscará nuestro calor o un lugar cálido y estará frío al tacto. Los temblores también son una clara señal que indica que el gatito tiene frío, por lo que tendremos que atenderlo de inmediato.

Qué hacer si mi gato tiene frío

Como animales homeotermos con una temperatura corporal similar a la nuestra, los gatos se sentirán a gusto en un rango de temperaturas parecido al que nos agrada a nosotros. Por eso, cuando las temperaturas descienden, hay que vigilar que no pasen frío, sobre todo si se encuentran en los grupos de riesgo que hemos mencionado.

Si pensamos que nuestro gato siente frío, se recomienda implantar medidas como las siguientes para evitar un peligroso enfriamiento, pues hay que recordar que la hipotermia puede llegar a resultar fatal:

  • Pon la calefacción, un radiador, la chimenea, etc., es decir, cualquier elemento que ayude a subir la temperatura de la estancia en la que se encuentre el animal. Otra opción es permitir que entren los rayos del sol, si es el caso.
  • Ofrécele un lugar de descanso bien abrigado. Aquí entran en juego sus gustos. Algunos gatos disfrutan de camitas tipo iglú en las que esconderse, mientras que otros se conforman con cajas de cartón con una buena manta o cojín o, simplemente, se echan sobre un sofá o una cama.
  • Para darle un extra de calor, de ser necesario, puedes ponerle debajo o al lado una bolsa de agua caliente o utilizar una manta térmica para gatos. Esto último es importante que esté diseñado específicamente para la especie felina para garantizar que, en caso de romperla, no contenga sustancias tóxicas o dañinas para el animal.
  • Ya hemos hablado de la ropa para las razas felinas sin pelo, pero las prendas para gatos pueden ponerse a cualquier ejemplar, independientemente de la raza, si notamos que tiene frío.
  • Por otra parte, es bueno que evitemos, en lo posible, que nuestro gato llegue a sentir frío. Para ello, además de las medidas mencionadas, es importante ofrecerle una alimentación de calidad que le proporcione todas las calorías que necesita para regular su temperatura corporal. Los gatos de razas sin pelo suelen requerir un mayor aporte calórico debido a su metabolismo. Por último, si vemos a nuestro gato con frío, podemos ofrecerle comida tibia.

Todas estas medidas son igualmente aplicables para evitar el frío en los gatos. Así mismo, si vives en un lugar donde hay muchos gatos callejeros y quieres ayudarlos a sobrellevar el frío invierno, puedes colocar casitas de madera con un forro interior hecho con tetrabriks y cinta americana.

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