Cómo mudarse con un gato

Cómo mudarse con un gato

¿Vas a instalarte en una nueva vivienda y no sabes cómo abordarlo para no estresar a tu gato? Tanto si vas a mudarte de casa como si vas a acoger a un minino, debes tomar ciertas precauciones para que este proceso, estresante y desequilibrante para los felinos, sea lo menos traumático posible. No en vano, mudarte con un gato es una de las experiencias que peor llevan por el aluvión de movimientos ruidosos, nuevos olores y entornos que acarrean.

Además del estrés, que suele somatizarse, afloran emociones negativas como ansiedad, miedo e inseguridad, pero no desesperes. Si te hallas en esta situación, bastará con que apliques lo que te contamos. En este artículo de SoyUnGato hablamos de cómo mudarse con un gato y te ayudamos a solventarla de la mejor forma posible.

Antes de la mudanza con gatos

Aunque parezca obvio, lo primero que debes tener en cuenta antes de mudarte de casa con un gato es que tienes que mantenerte calmado e ir trazando una planificación para llevar a cabo el traslado de forma gradual. De este modo, si estableces un calendario y vas empaquetando tus enseres poco a poco estarás más relajado y tu gato lo percibirá a través de tu lenguaje corporal.

Las mudanzas constituyen procesos complejos para los gatos, con independencia de su edad, raza y sexo. No obstante, por lo general, los gatos bebés y jóvenes estarán más receptivos a asumir cambios, aunque de entrada les desestabilicen. Igualmente, no existe un tiempo exacto para saber cuándo se ha adaptado al nuevo entorno. Algunos mininos lo asumen en un par de semanas mientras que a otros les lleva varios meses. Cada gato tiene su ritmo, respeta el del tuyo.

Después de este pequeño matiz, vamos a ver cómo mudarse con un gato adulto, aunque todos los consejos aplican también a gatos pequeños y jóvenes.

Cómo hacer una mudanza con gatos

Sin más preámbulos, vamos a mostrarte cómo deberías acometer la mudanza con tu gato, especialmente si es adulto, paso a paso y a fin de que resulte mínimamente estresante para él atendiendo a las recomendaciones de los etólogos. Toma nota de los siguientes pasos:

1. Afronta la situación con positivismo

Es cierto que a muchas personas les estresan las mudanzas, por lo que si a ello le sumas la presencia de un pequeño felino, la situación puede complicarse. Es importante que tomes la mudanza con gatos con la mejor energía positiva posible. Si se manifiestan en tu cuerpo síntomas de estrés o ansiedad, tu gato los percibirá, lo que puede acarrearle problemas de salud a él. Te contamos más sobre el Estrés en gatos: síntomas y cómo actuar en el siguiente artículo.

2. Prepara una habitación segura para tu gato

Días antes de iniciar la mudanza, es recomendable preparar una habitación con todos los recursos de tu gato. Este será su refugio, su lugar seguro en el que permanecerá mientras llevas todas tus cosas de una casa a otra. De esta manera, podrá mantenerse ajeno al ajetreo de la mudanza y no estresarse.

Ahora bien, ¿cómo preparar esta habitación? Lo ideal es escoger una estancia en la que el gato ya se sienta cómodo, pero también teniendo en cuenta que será la última que desmantelarás y la que deberá estar totalmente preparada antes de llevar a tu minino. Así pues, esta habitación deberá estar intacta hasta el último día. Una vez escogida, deberás ir llevando las cosas de tu gato poco a poco, es por ello que recomendamos preparar la habitación con suficientes días de antelación. Empieza trasladando su comedero, bebedero y juguetes, y juega con tu gato en esta habitación. Esto es importante para que el minino se habitúe a estar aquí y se sienta seguro. En otro momento (incluso al día siguiente o a los dos días), lleva su cama, rascador, etc. Dejarle una caja de cartón también es una excelente manera de proveerle un refugio. Por último, el día anterior a la mudanza o incluso el mismo día, introduce el arenero lo más alejado posible de la comida. Es fundamental que la caja de arena la coloques la última porque los gatos prefieren no tener en un mismo espacio la comida y la zona para hacer sus necesidades.

Como hemos dicho, la estancia en la que está tu gato será la última que desmantelarás y la primera que ordenarás al llegar al nuevo domicilio. Una vez que llegue el furgón de la mudanza, tu gato tendrá que permanecer en esta habitación que has preparado para él, con la puerta cerrada, para evitar que se estrese con el movimiento de cajas y personas. Procura no abrir la puerta para que tu minino no intente escapar.

3. Utiliza el transportín

Cuando llegue el momento de empaquetar la habituación de tu minino, antes de nada deberás colocar su transportín para que pueda introducirse en él. Para ello, es imprescindible que tu gato esté acostumbrado al transportín y lo considere un espacio seguro. Si no es así, no te pierdas este artículo: "Transportines para gatos y cómo acostumbrarlos". Como ves, la sensación de seguridad es muy importante cuando hablamos de mudarse con un gato. Una vez dentro, bájalo a tu coche y empaqueta todo lo de la habitación. Este es un consejo muy eficaz sobre cómo mudar a un gato sin que se agobie. Si es necesario, coloca en su transportín alguna manta, juguete o emplea feromonas sintéticas, de las que hablaremos en el siguiente punto.

Únicamente lo sacarás del transportín cuando su habitación esté preparada. En este sentido, aconsejamos preparar esta estancia antes de llevar al gato, así podrás dejar de nuevo a tu gato aquí para que le resulte más familiar y se adapte mejor a su nuevo hogar. Si no has podido habilitar el resto de estancias antes de la mudanza oficial, tendrás que dejar a tu minino en su habitación con la puerta cerrada para que no se estrese demasiado.

Una vez que lleves a tu gato a su habitación, tendrás que esperar a que él salga del transportín por sí mismo, sin presionarlo y cuando le apetezca. En este sentido, cerciórate de que no existen huecos en los que pueda quedar atrapado. Suele ser usual entre los mininos nerviosos.

4. Usa feromonas sintéticas

Las feromonas sintéticas siempre son grandes aliadas en una mudanza con gatos, ya que propician un ambiente seguro y tranquilo para el animal. Por ello, puedes utilizarlas tanto en tu antiguo hogar como en el nuevo, colocándolas especialmente en la habitación que has preparado para él. Las encontramos en diferentes presentaciones, como por ejemplo en formato difusor que se enchufa a la corriente y en espray, el cual puedes usar para pulverizar la manta del transportín.

5. Permite que explore

Cuando el resto de la vivienda esté amueblada y lista para ser disfrutada, podrás permitirle que salga a explorar. Como hemos comentado, algunos expertos en comportamiento felino aconsejan recurrir a los difusores de feromonas sintéticas para rebajar ese estrés natural y favorecer la familiarización, que por norma general durará un mínimo de 10 días. Por ello, en este punto de la mudanza, colócalas en más estancias de tu hogar.

6. Mantén el nuevo hogar seguro

Durante ese período de adaptación mantén cerradas todas las ventanas y las puertas de acceso al exterior. Es normal que esté nervioso y puede intentar escapar, con todos los peligros que ello conlleva. ¿Es malo no dejar salir a mi gato de casa? Descubre la respuesta a continuación.

7. Valora llevar a tu gato a otro lugar

Si tu gato es muy nervioso y prevés que te lo va a poner muy difícil, puedes optar por llevarlo a una residencia felina o a casa de algún familiar donde se sienta cómodo y tráelo de vuelta cuando todo esté liquidado. Por supuesto, esta decisión deberás tomarla en función de cómo sea tu gato y de lo que consideres que es mejor para él, ya que algunos felinos podrían estresarse más en una residencia.

8. Dedícale más tiempo

Dedícale más tiempo una vez hayáis llegado a la nueva estancia. La relación tutor-felino no debe verse afectada por los cambios de espacio. De hecho, debes preocupar pasar más rato con tu pequeño peludo para que se sienta cómodo y seguro en su nuevo hábitat. Se trata de uno de los consejos para mudarse con un gato adulto más básicos pero a la vez efectivos, ya que nada le hará más feliz que pasar tiempo contigo.

9. Distribuye sus cosas poco a poco

Conforme tu minino se vaya adaptando a su nuevo hogar, explore las distintas estancias y se familiarice con ellas, podrás empezar a trasladar sus cosas a sus lugares definitivos, siempre de forma gradual, poco a poco y observando a tu gatito. Además, aconsejamos adquirir un arenero extra para garantizar que los usa y no orina por toda la casa. Puedes colocar uno en la habitación del gato y otro en el lugar que realmente quieres que esté.

En caso de realizar una mudanza con dos gatos o más, sí que será fundamental que dispongan cada gato de un arenero y proporcionarles otro extra.

10. Ten paciencia y respeta sus tiempos

Si te acabas de mudar y tu gato se esconde, debes saber que es totalmente normal. Respeta su ritmo de adaptación y deja que vaya habituándose poco a poco a su nuevo hogar. Verás que, con el paso de los días, empezará a salir, a jugar y, en definitiva, a recuperar la estabilidad emocional. De todas formas, un truco muy efectivo es ofrecerle su comida favorita y, por supuesto, pasar tiempo con él.

Sigue leyendo para entender cómo un transportín puede ayudarte a mudarse de casa con un gato.

Cómo transportar a tu gato en el coche para la mudanza

Como hemos mencionado en el anterior apartado, los gatos y las mudanzas pueden ser grandes enemigos debido a los cambios que implican. Su apego a las rutinas les proporciona seguridad y, en consecuencia, una mudanza reta sus instintos más primitivos.

Así, el desplazamiento en coche hacia la nueva casa es otra de las etapas de este proceso que conviene ejecutar con todas las precauciones. Algunos consejos a la hora de entender cómo mudarse con un gato con un trasportín son:

  • Deja que coma a su hora: con total normalidad, pero que sea, como mínimo, 3 horas antes de comenzar con la mudanza.
  • Si tu minino lleva mal los viajes en general, consúltalo con tu veterinario: quizás te recomiende darle algún calmante.
  • Media hora antes de introducirlo en el transportín pulveriza feromonas sintéticas; esto le servirá para inducirle a la relajación.
  • Asegúrate de que el transportín queda bien fijado en el vehículo: el vaivén no ayudará en absoluto a tu propósito de brindarle un viaje lo más llevadero posible.
  • Deberá viajar contigo: nunca en el maletero ni en el furgón de la mudanza.
  • Si va a ser un trayecto largo, deberás planificar alguna parada: para beber o para que utilice la bandeja sanitaria.
  • Si es un día muy caluroso el vehículo deberá estar previamente ventilado: nunca lo dejes solo dentro del coche porque podría sufrir un golpe de calor de consecuencias fatales.

Después de la mudanza con gatos a una nueva casa

Después de mudarse con un gato de casa, deberás mostrarte atento y observador a su comportamiento. Lo natural es que se desenvuelva de un modo más cauteloso que el acostumbrado y que lo olisquee todo. Es su manera de pasar revista y familiarizarse con su nuevo hábitat.

Para acelerar este trance puedes tomar un paño y pasárselo por las mejillas y la frente. Después, frótalo por las paredes, puertas y muebles de la casa a su altura. Cuando pase por allí reconocerá su olor y se tranquilizará. Repite esta rutina hasta que compruebes que deja de rozarse con todo lo que se encuentra a su paso. Significará que ya está marcado y lo reconoce como su territorio.

Mantén sus rutinas y deja a la vista sus enseres. Además de proporcionarle un entorno seguro, deberás prestar atención a la nutrición y a la hidratación, así como a los momentos de juego y de caricias. En estos primeros días agradecerá, más que nunca, que estés más pendiente de él. El enriquecimiento ambiental jugará también un rol importante para mantenerlo entretenido y estimulado.

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