Cómo hacer helados para gatos

Cómo hacer helados para gatos

Los helados son uno de los alimentos que más apetece consumir cuando el calor aprieta. Hay infinitas variedades entre las que escoger y es probable que te hayas preguntado si alguna de ellas es apta para tu gato. Lo cierto es que los helados que acostumbramos a consumir los humanos no se les pueden ofrecer a ellos. Contienen azúcares, grasas, leche, edulcorantes, cacao y otros ingredientes completamente desaconsejados para la dieta felina.

Pero, si nos apetece compartir un helado con nuestro gato, tenemos la opción de prepararlo nosotros mismos en casa. De esta forma, nos aseguramos no solo de que no contiene ningún ingrediente prohibido, sino de que los que incluimos le van a resultar beneficiosos. En este artículo de SoyUnGato te explicamos cómo hacer helados para gatos y te ofrecemos varias recetas entre las que elegir.

Helado con leche

Los helados a base de leche de vaca son muy apreciados por nosotros, pero hay que saber que, por mucho que tradicionalmente se haya asociado la leche a los gatos, lo cierto es que no es el alimento más adecuado para ellos. Al igual que les pasa a muchas personas, la leche puede provocarles una intolerancia. Esto se debe a que para digerir su azúcar, llamado lactosa, hacen falta unas enzimas digestivas, que son las lactasas.

Estas están presentes en los mamíferos a su nacimiento, ya que todos están preparados para alimentarse de la leche de su madre. Pero, al concluir la etapa de lactancia, su cantidad va disminuyendo, dificultando la digestión de la leche. Esto puede provocar trastornos a nivel digestivo tras su consumo. Además, la leche es uno de los alimentos que pueden desencadenar alergia. Por todo ello, no se recomienda que los gatos la consuman y, en todo caso, si no les sienta mal, se incorporaría a la dieta a modo de premio, no como ingrediente principal.

Así, solo podemos ofrecerle un helado de leche si tenemos la seguridad de que el gato la tolera. De lo contrario, mejor que utilicemos leche sin lactosa (que contiene muy poca cantidad), yogur natural sin azúcar, queso fresco o leche especial para gatos. A este ingrediente de base se le pueden añadir diferentes frutas en trocitos, como manzana o pera, e incluso verduras. Solo tendrás que mezclar todo y congelar. Infórmate de cuáles son los alimentos prohibidos para gatos y juega a combinar y variar el resto.

Helado con caldo

Los gatos no necesitan que sus helados sean dulces, así que puedes hacerlos a base de caldos. Puedes utilizar tanto caldos de verduras como de carnes o de pescados. Es mejor que sean caseros porque no deben contener sal, azúcares ni un exceso de grasas. Basta con que pongas el caldo en una cubitera y lo metas al congelador.

Puedes utilizar también la heladera para sacarlo más fácil con el palo, pero normalmente son de un tamaño demasiado grande para un gato. Tienes la opción de utilizar algún snack para gatos con forma de palo si quieres un polo o, simplemente, poner el cubito helado directamente en algún recipiente para que el gato lo consuma así. Sin duda, este es uno de los mejores helados para gatos para ofrecen nutrientes muy buenos para su organismo.

Helado con comida

Como hemos visto, el mejor helado para gatos no va a ser el mismo que escogerías para ti. A ellos les va a atraer más, por ejemplo, un helado de su comida favorita. Pescado blanco o azul, pollo o pavo pueden cocerse, sin sal ni salsas, y, después, pasarse por la batidora/trituradora con un poco de agua o caldo para formar una pasta. Esta es la que puedes meter en la cubitera para introducir en el congelador. Si no te quieres complicar, más fácil es hacer esta pasta directamente con su latita favorita.

Esta receta de helado casero para gatos es sencilla y nutritiva, ya que incluye ingredientes básicos en su dieta, como es la proteína de origen animal.

Helado con sorpresa

A cualquiera de las bases que hemos mencionado (leche, comida o caldo) se les puede añadir una sorpresa. Por ejemplo, podemos meterlas en la cubitera y con un trozo de algún alimento que le guste a nuestro gato, una bolita de pienso, un snack, etc. Así, chupará la parte congelada y, cuando se vaya derritiendo, accederá a su premio sólido.

Con este tipo de helados para gatos conseguimos hidratación, alivio del calor, diversión y entretenimiento.

Helado con un ingrediente

Para los gatos amantes de la fruta podemos probar esta receta de helado que no puede ser más fácil. Solo debes pelar un plátano, cortarlo en rodajas y meterlo en el congelador. En unas horas, cuando se haya congelado, solo habrá que sacarlo y pasarlo por la batidora/trituradora. Te sorprenderá la consistencia tan cremosa que va a adquirir. Muy fácil, más apetecible y, lo más importante, completamente seguro para tu gato. Eso sí, ten en cuenta que el plátano no es un alimento que deba darse muy a menudo, como explicamos en este post: "¿Los gatos pueden comer plátano?".

Cómo dar helado a los gatos

Los gatos acostumbran a soportar bastante bien las altas temperaturas. A poco que mantengamos el hogar fresco, no tendrán problemas para tolerar las olas de calor. Por eso, que nosotros tengamos la necesidad de refrescarnos, por ejemplo, consumiendo un helado, no quiere decir que ellos también lo necesiten. En otras palabras, podemos ofrecerle a nuestro gato un helado ocasionalmente, a modo de premio, pero solo si muestra interés en él. Los gatos no perciben los sabores dulces, por eso es probable que no tengan especial interés por estos alimentos. Aun así, puedes probar a hacerle alguna de las recetas que hemos compartido, sobre todo para aumentar la hidratación y refrescarlo en verano, pues los gatos son animales con tendencia a beber poca agua. Eso sí, lo que nunca debes darle es un helado hecho para humanos.

Así pues, puedes ofrecer cualquier receta de las mencionadas a modo de premio, esto es, de manera ocasional, 1-2 veces a la semana. Y ten en cuenta que los premios nunca deben suponer más del 5-10 % de la ración diaria, por lo que habrá que descontarlos del menú.

Por otra parte, es mejor que saques el helado del congelador un rato antes de dárselo a tu gato para que no esté muy frío y se le pegue a la lengua. En cuanto a la logística, es recomendable ponerlo sobre una fuente para que el gato pueda chuparlo y deslizarlo sin poner el suelo (o el mobiliario) perdido o dejárselo en la terraza, el baño, la bañera o cualquier superficie similar fácil de secar y limpiar.

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