Cómo caza un gato

Cómo caza un gato

Los gatos poseen una anatomía precisa, y casi infalible, para cazar y subsistir. Su afinado oído, su visión nocturna y sus dientes afilados hacen que, junto a su agilidad y sigilo, los gatos sean cazadores perfectos para sorprender y matar a sus presas. Sin embargo, es posible que si convives con uno y te obsequia un día sí y otro también con pájaros o roedores muertos, desees acabar con este hábito. En este post de SoyUnGato queremos ayudarte con esto.

Por ello, dedicamos estas líneas a explicarte cómo caza un gato, por qué lo hace, los posibles riesgos que entraña este comportamiento y cómo puedes neutralizarlos. Ya te adelantamos que el instinto de caza felino es consustancial al gato, por doméstico que sea, y que, como tutor, debes apelar a él para mantenerlo saludable y feliz. Te facilitamos varias sencillas pautas, basadas en evidencias científicas, para lograrlo.

Cuándo empieza a cazar un gato

Que la cría de los gatos haya sido históricamente menos selectiva que la de los perros ha favorecido que en los primeros el arraigo del instinto de caza felino esté muy presente, pese a que no requieran cazar para poder alimentarse y sobrevivir. Por tanto, como venimos diciendo, los gatos, también los domésticos, necesitan cazar, ya que forma parte de su impronta genética.

En su hábitat natural, la madre alecciona a los gatitos, trayendo pequeñas presas al nido y matándolas delante de ellos. Dicho adiestramiento comienza a los 3 meses de edad y puede afirmarse que con 6 meses ya están preparados para cazar ratones, pájaros o presas de pequeño tamaño por sí solos. En la edad adulta pueden llegar a cazar entre 10 y 20 presas a lo largo del día, preferentemente en solitario.

Por qué cazan los gatos

Pese a que la causa última de la caza en los gatos es la supervivencia, los ejemplares domésticos no necesitan asegurarse una fuente de alimentación. ¿Entonces por qué cazan? Es un aspecto de la conducta felina muy estudiado y los expertos no tienen dudas. Coinciden en que, ya desde temprana edad, la caza les permite familiarizarse con el entorno. Les ayuda a medir sus fuerzas, a adaptarse al medio y a fijar jerarquías de grupo.

Por tanto, más allá de la nutrición, se trata de un comportamiento asociado a su instinto de supervivencia, que lejos de eliminar, deberás aprender a redirigir para prevenir posibles enfermedades. Especialmente si tu gato tiene acceso al exterior, puesto que se verá expuesto a multitud de estímulos ante los que no podrá sino reaccionar. Más adelante te mostraremos cómo minimizar los riesgos vinculados a ello.

Cómo caza el gato a sus presas

Ya desde que son cachorros, los gatos despliegan la estrategia del acecho o de la emboscada para cazar. Curiosamente, es la misma a la que recurren grandes felinos como el leopardo, la pantera o el tigre. Seguro que ya has descubierto a tu minino en dicho trance: se esconden, se agazapan y esperan el momento justo para saltar y morder a su presa. Con sus dientes perforan la médula espinal y con la mandíbula parten la tráquea.

Cuando abordamos cómo caza el gato a sus presas, merecen tu atención 4 elementos que siempre se repiten. Nos referimos al acecho, a la persecución, al asalto y al golpeo. Te los destacamos, precisamente porque deberás aprender a integrarlos en tus rutinas de juego con él. Tanto los juguetes como las dinámicas de juego deberán permitirle avistar, localizar y asaltar a su presa. Igualmente, deberán ser acordes a su edad.

Qué hacer si mi gato caza un pájaro

Si tu gato caza un pájaro o un roedor y te lo trae, no deberías regañarlo ni enfadarte con él. Es su modo de cuidarte. Ten presente que en su hábitat natural, cuando los gatos establecen lazos de confianza, se dedican atenciones de todo tipo (desde la higiene con el acicalamiento social hasta la alimentación). Por tanto, se trata de una prueba de afecto que no debería ser sancionada (comprometería la confianza que te tiene).

No obstante, no es menos cierto que cazar roedores, pájaros e incluso conejos y comérselos es una práctica potencialmente peligrosa. Estas presas pueden estar enfermas o infectadas y propiciar que tu gato también enferme. En algunos casos, como la toxoplasmosis y la leptospirosis, son transmisibles a los humanos. Realizar pruebas fecales y desparasitarlo te ayudará a controlar los parásitos intestinales, las pulgas y las garrapatas.

Te damos más respuesta sobre "¿Los gatos comen ratones?" en el siguiente post de SoyUnGato.

Cómo hacer que un gato deje de cazar

¿Sabes que en Australia existe una gran preocupación por el impacto medioambiental que comporta la caza de los gatos domésticos? Cada año se contabilizan miles de aves muertas a garras de los gatos. Una situación que ha motivado varias investigaciones. Una de ellas ha sido llevada a cabo en Reino Unido y sus resultados han sido publicados en varias revistas científicas de temática veterinaria.

Durante 12 semanas se analizó la conducta de un total de 355 gatos. A 30 de ellos se les colocó un cascabel, a 33 se les puso un collar colorido, a 40 se les administró una dieta más nutritiva con predominancia de la carne, a 41 se les habituó a comer en un comedero interactivo y 38 de ellos vieron intensificada su rutina de juego. Jugaron entre 4 y 6 sesiones cortas, de no más de 10 minutos, todos los días. ¿Intuyes cuál fue el resultado?

Los ejemplares que debían superar el rompecabezas para alimentarse experimentaron un incremento en su necesidad de cazar, mientras que los que jugaron a diario y comieron más proteína redujeron en un 25% y 36%, respetivamente sus incursiones cazadoras. La revista Science Alert[1] se hace eco de la conveniencia de reservar, al menos, 10 minutos diarios a jugar con el gato, por ejemplo, empleando cañas.

La revista Current Biology[2] expone cómo una dieta con mayor presencia de la proteína cárnica rebaja en un 36% la caza en los gatos domésticos. Al prescindir de los cereales y de la soja, se sienten más saciados y su pulsión cazadora se ve mitigada. Hacer más estimulante el momento de la comida te ayudará a minimizar esta conducta. Para lograrlo, te aconsejamos que:

  • Aparte de aumentar la presencia de carne en su alimentación, por ejemplo, optando por recetas de pollo o pavo, eleves la frecuencia de las tomas (reduciendo las cantidades de cada toma).
  • Escondas comida en distintas estancias de la casa para que deba explorar y "cazar".
  • Introduzcas comederos interactivos en su rutina alimentaria.

Con todo ello, estarás equiparando esta rutina a sus patrones naturales. Como medida adicional, te sugerimos que restrinjas su acceso al exterior en los momentos del día (el amanecer y el anochecer) que coinciden con una mayor actividad tanto suya como de sus presas. Recuerda que lo prioritario cuando nos referimos al instinto de caza del gato no es reprimirlo, sino redirigirlo de un modo más seguro y controlado.

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Referencias
  1. Science Alert. El juego diario apelando al instinto de caza reduce en un 25% su necesidad de ponerlo en práctica.
  2. Current Biology. Una dieta con un alto contenido en proteína cárnica reduce en un 36% la rutina de caza del gato.