Cómo bañar a un gato bebé

Cómo bañar a un gato bebé

El baño de los gatos siempre resulta una cuestión delicada, ya que es bastante habitual que no les guste el agua, lo que convierte cada lavado en una fuente de estrés para animales y cuidadores. Por suerte, los felinos tienen hábitos de limpieza que, salvo excepciones, logran mantenerlos en perfecto estado sin necesidad de pasar por la bañera. El secreto está en las horas que destinan al autoacicalado a diario, gracias a lo que eliminan suciedad y pelo muerto.

Pero hay ocasiones en las que el baño "tradicional" con agua y jabón se hace necesario. Puede ser para aplicar el tratamiento de alguna enfermedad o, simplemente, porque la suciedad tiene que ser eliminada al momento o es tanta que es imposible que el gato consiga deshacerse de ella solo con su acicalado.

Cuando el ejemplar que requiere un baño es un gatito, es habitual que surjan todavía más dudas, no solo por el manejo en el agua, sino por la conveniencia del lavado de animales tan pequeños y sin vacunar. En el siguiente artículo de SoyUnGato hablamos de cómo bañar a un gato bebé, cuándo y con qué.

¿Se puede bañar a un gato bebé?

Al igual que los ejemplares adultos, los gatos bebés también pueden bañarse, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, debemos saber que durante sus primeras semanas de vida los gatitos no son capaces de termorregular su temperatura corporal. Por eso deben mantenerse en un ambiente cálido, ya que, de lo contrario, enseguida se enfriarían, pudiendo resultar peligroso incluso para su vida, pues están en un momento de máxima vulnerabilidad.

Por otra parte, también hay que ser conscientes de que su sistema inmune todavía está inmaduro. Esto quiere decir que son más propensos a padecer enfermedades y que estas sean más graves. Un evento traumático, como la llegada a un nuevo hogar, un abandono o un baño, puede afectar a sus defensas, aumentando el riesgo para su salud.

También hay que considerar que, desde muy temprana edad, los gatitos comienzan a autoacicalarse. Por todo ello, no deberíamos bañar a gatitos bebés en sus primeras semanas de vida y durante sus primeros meses deberíamos dejar los baños para cuando sea estrictamente necesario, por ejemplo, si el gatito se ha manchado de alguna sustancia peligrosa o la suciedad es tanta que resulta más perjudicial dejarlo sucio que bañarlo.

En los casos en los que el gatito tan solo tenga polvo, el pelaje áspero o similar, conseguiremos que recupere un estado óptimo cepillándolo y, por supuesto, ofreciéndole los cuidados básicos de alimentación, desparasitación, seguridad, etc.

Cuándo se puede bañar a un gato bebé

Como hemos dicho, los gatitos se podrán bañar cuando sea imprescindible, es decir, en los casos en los que las ventajas superen a los riesgos. Si tenemos dudas sobre la situación de nuestro ejemplar, podemos consultarlo con el veterinario.

Aun así, siempre es más recomendable decantarse por una limpieza local durante los primeros meses, al menos hasta que el gatito esté completamente adaptado al hogar y haya concluido sus primeras desparasitaciones y vacunaciones, lo que suele suceder hacia los 3 meses de edad.

Te dejamos el siguiente post de SoyUnGato sobre las Vacunas para gatos: calendario y obligatorias con más información sobre el tema.

Con qué bañar a un gato bebé

Ahora que ya sabemos cuándo bañar a un gatito, tenemos que asegurarnos de hacerlo correctamente para evitar problemas. El primer punto para conseguirlo es utilizar productos formulados específicamente para gatos. En el mercado hay multitud de opciones, solo tendremos que fijarnos en escoger un champú apto para nuestro gatito. Utilizar un producto inadecuado podría causar trastornos dermatológicos e incluso intoxicaciones, de ahí la importancia de elegir bien.

Después, tan solo tendremos que seguir las instrucciones de aplicación del fabricante. Por otra parte, si fuese necesario un champú específico por la existencia de alguna enfermedad o condición, sería el veterinario quien nos pautase un producto concreto. También nos indicaría el modo y la frecuencia de aplicación.

Cómo bañar a un gato bebé por primera vez

Si por las circunstancias no nos queda más remedio que pasar al gatito por agua y jabón por primera vez, así es cómo bañar a un gato bebé de la calle o que se ha ensuciado demasiado:

  1. Reúne todos los elementos que necesites (champú, toalla, secador) en una estancia caldeada y libre de corrientes de aire: hazlo con tiempo y con paciencia. Recuerda que si consigues que sea una buena experiencia para el gatito, será más fácil volver a bañarlo en otra ocasión.
  2. Prepara un recipiente con agua tibia adecuado al tamaño del gatito o recurre a la bañera o el fregadero.
  3. Introduce al gatito y mójalo por completo, mejor evitando que le entre agua directamente en la cara y en los oídos: si usas la ducha y se asusta con el ruido, échale el agua con cualquier cacharro.
  4. Aplícale el champú por todo el cuerpo, dando un suave masaje.
  5. Aclara bien con agua tibia, asegurándote de retirar todo el jabón para que no queden restos (podrían provocar problemas de piel).
  6. Ya solo falta secarlo con una toalla para absorber la mayor cantidad de agua posible. Puedes utilizar otra toalla para terminar el secado o recurrir a un secador de pelo, con aire tibio, siempre que el gatito no se asuste con el ruido.

Quizá te interese echarle un vistazo también al siguiente post sobre si "¿Se puede bañar a un gato sin vacunas?". ¡No te lo pierdas!

Cómo limpiar a un gato bebé sin bañarlo

Como hemos explicado, durante los primeros meses de vida, bañar al gatito, salvo excepciones, no es la opción más recomendada, lo que no quiere decir que debamos dejarlo sucio. Existen alternativas de higiene que no pasan por la bañera. Por ejemplo, podemos limpiarlo con toallitas, pero deben ser las comercializadas específicamente para gatos, ya que, de lo contrario, tal y como sucedía con el champú, podrían resultar perjudiciales. Solo tendremos que pasarlas por el gatito o por la zona que queramos limpiar y después secar para que no se enfríe.

También existen espumas secas que permiten una limpieza puntual sin tener que recurrir al baño e incluso podríamos limpiar solo una determinada zona con agua tibia y jabón para gatos. Por ejemplo, si el gatito tiene diarrea y se ha ensuciado la región anal, no hace falta que lo bañemos entero, basta con higienizar solo esa zona. La espuma seca se aplica directamente, dando un masaje y cepillando o pasando una toalla. Para el agua y el champú se siguen las mismas indicaciones que en el baño, pero solo en la zona que nos interese.

En resumen, escoge el producto que te vaya mejor (insistimos, siempre apto para gatos) y aplícalo siguiendo las instrucciones del fabricante. Sobre todo, fíjate en que sirva para la edad de tu gatito.

Cómo bañar a un gato bebé con pulgas

Si descubrimos que el gatito tiene pulgas, lo mejor es hablar con el veterinario para que nos indique qué desparasitador es el más adecuado para acabar con ellas, según la edad y las circunstancias de nuestro ejemplar. Las pulgas no se mueren con el baño, salvo que utilicemos un champú antipulgas, pero no todos son aptos para gatitos de corta edad, de ahí que sea más seguro recurrir a algún desparasitador de uso veterinario.

Además, estos productos ofrecen varias semanas de protección contra parásitos externos y pueden frenar su proliferación, al contrario que el champú, que solo va a eliminar las pulgas que se encuentren sobre el cuerpo del gatito en ese momento.

Eso sí, hay que tener en cuenta que tras la aplicación del desparasitador suele ser necesario esperar un mínimo de dos días antes de poder bañar al gato. Normalmente, es prioritario eliminar los parásitos, salvo que la suciedad del gatito pudiera intoxicarlo, caso en el que debería recibir atención veterinaria.

Te damos más información sobre las "Pulgas en gatos bebés: tratamiento y remedios caseros" a continuación.

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