Colangitis en gatos: síntomas y tratamiento

La colangitis es la inflamación de los conductos biliares en su zona periportal y cuando dicha enfermedad inflamatoria se extiende al parénquima hepático se considera una colangiohepatitis. Los conductos biliares son el sitio por el que circula la bilis que se produce en el hígado.

La colangitis en los gatos es frecuente y a veces se encuentra asociada a enfermedad inflamatoria en páncreas (pancreatitis) e intestino (enteritis), lo que se conoce como triaditis felina.

En concreto, un estudio del año 1996 obtuvo como resultados que el 80% de los gatos con hepatopatía presentaba enfermedad inflamatoria intestinal y el 50% de los gatos con el mismo problema presentaban pancreatitis, por lo que hay que tener muy en cuenta esta asociación y no solo centrarse en la colangitis felina.

En los gatos se pueden desarrollar principalmente dos tipos de colangitis:

• La colangitis neutrofílica: en la que las bacterias ascienden desde el intestino y la linfocítica que consiste en una enfermedad autoinmune.
• La colangitis asociada a parásitos trematodos: que puede evolucionar a un carcinoma colangiocelular.

La sintomatología de los gatos con colangitis es la derivada de un problema hepático, pero si la diferenciamos según los tipos de colangitis:

• En la neutrofílica: los síntomas principales que podemos encontrar en los gatos afectados son fiebre, letargia, ictericia o coloración amarillenta de las mucosas y pérdida de apetito o dolor abdominal.
• En la linfocítica: son parecidos, pudiendo mostrar inapetencia, letargia, pérdida de apetito y de peso, vómitos, derrame abdominal que provoca una distensión abdominal, ictericia y márgenes palpables del hígado, aunque también es frecuente que los gatos con colangitis linfocítica se encuentren aparentemente bien, sin letargia y con polifagia o aumento del apetito.

Las causas de la colangitis dependen del tipo de colangitis en concreto que esté desarrollando nuestro gato:

• En la colangitis neutrofílica: también llamada colangitis supurativa se produce un ascenso de bacterias desde el intestino y generalmente es la que más se encuentra asociada a enfermedad inflamatoria intestinal y/o pancreatitis. Es la principal causa de colangitis en los gatos, alcanzando entre el 56 y el 90% de los casos diagnosticados en la especie felina.
• En la colangitis linfocítica: es un proceso crónico que se produce debido a un problema inmunomediado y algunos investigadores piensan que el desencadenante puede ser una infección bacteriana transitoria, respondiendo el hígado con una inflamación progresiva y una respuesta inmunitaria exagerada. Es más común en los gatos jóvenes y la raza persa parece más predispuesta.
• La colangitis asociada a trematodos hepáticos: se puede producir en las zonas endémicas, es decir, en América, Europa, Siberia y Asia siendo Opisthorchis felineus el parásito presente en toda Europa y Metorchis albidus en el norte de dicho continente. El contagio se produce a partir de la ingestión de peces, lagartos o gusanos que contienen el parásito. No dudes en echarle un vistazo al siguiente artículo de SoyUnGato sobre los Parásitos internos en gatos: síntomas y tratamiento.

En general no lo vemos en el Reino Unido, aunque en un gato que haya viajado al extranjero por una zona endémica debe incluirse en el diagnóstico diferencial la colangitis crónica asociada con parásitos hepáticos. La enfermedad se adquiere a través de la ingestión de gusanos, lagartos o peces crudos (huéspedes intermedios).

Ante un gato con sintomatología previamente comentada, se sospecharía de una enfermedad hepática que para su correcto diagnóstico se requieren, además de una buena historia y exploración del animal, unos análisis de sangre, cultivos y técnicas de diagnóstico por imagen para poder establecer el diagnóstico del problema.

• En el caso de la colangitis neutrofílica: el hemograma puede mostrar un aumento de los neutrófilos y la bioquímica de sangre puede mostrar aumentos de la fosfatasa alcalina, de la alanina aminotransferasa (ALT), de la gamma-glutamil transferasa (GGT), de la bilirrubina total y de los ácidos biliares. Con respecto a las técnicas de diagnóstico por imagen, la ecografía puede evidenciar un aumento de la vesícula biliar y un aspecto espeso de la bilis y a veces el hígado puede estar hiperecogénico. Si hay estasis biliar, el conducto biliar común puede estar prominente o distendido. Se deberá tomar una muestra de bilis por aspiración ecoguiada y proceder a su cultivo que suele dar positivo a E. coli o especies de pseudomonas o enterococcus.
• Con respecto a la colangitis linfocítica: el hemograma no suele estar alterado pero en la bioquímica se puede observar hipergammaglobulinemia que provoca un aumento de las globulinas totales, elevación de los ácidos biliares, aumento de las enzimas hepáticas y de la bilirrubina. La ecografía evidencia un aumento de la densidad del hígado así como de su tamaño y la distensión de los conductos biliares extra e intrahepáticos. La biopsia hepática es la clave en el diagnóstico de este tipo de colangitis.

En los gatos con colangitis, los síntomas que producen deshidratación como vómitos y diarrea pueden conducir a azotemia (aumento de la creatinina y la urea), reducción del potasio, sodio y cloro.

También pueden darse tiempos de coagulación prolongados, hiperamonemia y baja vitamina B12 en los casos en los que se vea asociada a pancreatitis o enfermedad inflamatoria intestinal. No dudes en consultar este post sobre la Vitamina B para gatos: dosis y beneficios en este post.

La colangitis asociada a parásitos se diagnostica mediante la observación de los huevos en las heces y el análisis histológico de la muestra por biopsia hepática en la que se puede ver como los conductos biliares se encuentran dilatados con fibrosis portal y periconductal así como con proyecciones papilares.

Para tratar la colangitis neutrofílica se requieren antibióticos, siendo lo más óptimo un buen antibiótico de amplio espectro efectivo frente a los microorganismos anaerobios y que se excrete en la bilis con mínimo metabolismo hepático, siendo inicialmente la combinación de amoxicilina-clavulánico una opción adecuada antes de conocer el tratamiento específico que dará el cultivo y el antibiograma.

El tratamiento antibiótico se debe realizar un mínimo de 4 o 6 semanas y repetir el cultivo pasado ese tiempo para comprobar el éxito del tratamiento, aunque no se suele realizar de rutina por la necesidad de sedación y riesgo de filtración biliar como riesgo de la aspiración a menos que se sospeche de resistencia al tratamiento.

Si hay presencia de estasis biliar aunque se esté tratando con antibióticos se puede utilizar prednisolona a dosis de 1 mg/kg cada 24 horas y si el tratamiento médico no resuelve la obstrucción biliar puede estar indicada la colecistoduodenostomía.

En la colangitis linfocítica se deben utilizar corticoides para reducir la inflamación y el daño inmunomediado así como para prevenir la formación de fibrosis. El fármaco utilizado suele ser prednisolona a dosis de 1- 2 mg/kg cada 12 horas e ir reduciéndose de forma gradual en un intervalo de 6 a 12 semanas y si la respuesta a la prednisolona no es la adecuada, se pueden añadir inmunosupresores como el clorambucilo.

Como apoyo al hígado y a la vesícula biliar, el ácido ursodesoxicólico a dosis de 10- 15 mg/kg por vía oral cada 24 horas o dividida en dos dosis al día por sus acciones antiinflamatorias, antifibróticas e inmunomoduladoras reduce la respuesta inflamatoria y estimula la secreción biliar, siendo utilizado siempre y cuando no exista obstrucción.

También se pueden usar antioxidantes como la vitamina E y el S-Adenosil metionina (SAMe) para reducir el estrés oxidativo, suplementos nutricionales y vitaminas, así como fluidoterapia, antieméticos y nutrición enteral si fuese necesario.

La colangitis asociada a trematodos se trata mediante un antiparasitario llamado praziquantel a una dosis de 20 mg/kg por vía oral o subcutánea cada 24 horas durante tres días.

Este artículo es meramente informativo, en SoyUnGato.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu gato a un centro veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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