Anatomía de un gato

Anatomía de un gato

¿Sabrías decir cuántos huesos tiene un gato o cómo es el cuerpo de un gato por dentro? Conocer estos aspectos, como tutor, te permite estar más familiarizado con sus procesos biológicos y comprender mejor su comportamiento. Así, podrás identificar posibles trastornos en sus rutinas y actuar a tiempo para revertirlos. En esta entrada de SoyUnGato queremos mostrarte cómo es la anatomía de un gato. ¿Nos acompañas?

En las próximas líneas, vamos a detenernos en las distintas partes de su cuerpo y a explicar su funcionamiento y estructura. Seguro que hay algo que desconocías y que te sorprende. No hay que olvidar que, al igual que nosotros, son mamíferos, por lo que la lactancia materna juega un papel importante durante las primeras semanas de vida, y que son carnívoros estrictos. Por tanto, la proteína animal debe primar en su dieta.

Esqueleto del gato

Lo que más llama la atención al observar el esqueleto de un gato es lo sólido y ligero que es. Una vez más, la adaptación al medio y la supervivencia exigen que pueda desenvolverse con rapidez. Por ello, su osamenta es flexible, pero solvente para proteger los órganos internos.

Esta estructura interna está compuesta por:

  • La columna vertebral.
  • Las patas.

La columna vertebral está compuesta por 7 vértebras cervicales, 13 torácicas, 7 lumbares, 3 sacras y de 20-23 vértebras caudales. Estas últimas explican que no exista una cifra exacta a la pregunta de cuántos huesos tiene un gato. Como término medio, se afirma que tienen 244 huesos, y su forma difiere a la de los nuestros para optimizar su rendimiento en la caza. A las vértebras torácicas se les suman 13 pares de costillas.

El hecho de que la clavícula no esté unida al esqueleto favorece esa acusada flexibilidad, que junto a su fortaleza muscular consigue que, además de elevarse alto, puedan girarse sobre sí mismos y caer de pie (la cola les ayuda a mantener el equilibrio).

  • El cráneo del gato: protege el cerebro y órganos sensoriales tan sensibles como los ojos. La pelvis hace lo propio con los órganos abdominales inferiores (por ejemplo, la vejiga).
  • Las vértebras del gato: mantienen en buen estado los nervios que componen la médula ósea y las costillas se ocupan de preservar órganos vitales como los pulmones y el corazón.

Patas de los gatos

Las patas del gato están repletas de terminaciones nerviosas, razón por la que no es una zona que dejen acariciar a cualquiera y, gracias a su enorme flexibilidad, están facultadas para dar grandes saltos sin dañarse.

Esto es así también por evolución e instinto de supervivencia, ya que necesitan de esta agilidad y flexibilidad para cazar y prosperar. Sus articulaciones, sobre todo, las traseras, están protegidas por un tejido cartilaginoso y este, a su vez, por el líquido sinovial, que es viscoso y, entre otras funciones, sirve para amortiguar los impactos. Las patas delanteras están provistas de 5 dedos, mientras que las traseras tienen 4.

Por regla general, los mininos nacen con 18 dedos, aunque existen casos de polidactilia. Los gatos con dedos de más pueden nacer con 24-28, como es el caso de Jake, un atigrado que atesora el récord con 28 dedos. Curiosamente, la costa este de EE. UU. y Gales concentran el mayor número de casos de gatos polidáctiles. Una característica física que no entraña ningún riesgo para su salud.

Dentro de las partes de la pata de un gato nos encontramos con:

  • Cinco dedos.
  • Almohadilla metacarpiana.
  • Almohadilla carpiana.

Aquí puedes encontrar más detalles sobre Cuántos dedos tiene un gato.

Piel y pelaje del gato

La piel del gato resulta indispensable para protegerlos de las quemaduras solares, para preservar la temperatura corporal y minimizar el riesgo de infectarse o de sufrir heridas. Su órgano más extenso está recubierto de pelo y les sirve para comunicarse, por ejemplo, cuando lo erizan para aparentar ser más grandes y eludir el ataque de un depredador. ¿Sabías que el color de su manto también afecta su capacidad de supervivencia?

Los estudios apuntan a que en el medio silvestre los ejemplares de manto atigrado son los más longevos, porque pueden camuflarse con mayor facilidad, tanto ante los depredadores como para cazar. En las áreas urbanas, los negros o blancos y negros son los que mejor se adaptan. Por su flexibilidad, la unión entre la piel y los tejidos subyacentes es más débil que en los humanos.

Los gatos son homeotérmicos. Por tanto, necesitan mantener su temperatura corporal a 38-38,5 °C para sentirse a gusto. Si tu minino carece de subcapa interna o pertenece a alguna de las razas sin pelo, extrema las precauciones en los meses de frío. Ofrécele una manta, evita las corrientes de aire y no lo expongas a la radiación solar directa sin protección, ni de forma prolongada. Podría quemarse.

La piel de las almohadillas carpianas, que son los acolchamientos con los que cuentan en la parte interna de los pies, suele ser más gruesa. Con los años, tiende a engrosarse y a desensibilizarse. Gracias a estas almohadillas, los gatos recaban información sobre la temperatura, rugosidad o vibración de la superficie que pisan. A través de ellas sudan y amortiguan el impacto que reciben las articulaciones al saltar o correr.

Los bigotes también pertenecen al sistema cutáneo de los mininos. Son pelos más largos, espesos y sensibles que los del resto de su anatomía. También recogen información del entorno y les ayudan a orientarse. Pueden calcular distancias o, por ejemplo, la anchura de un hueco para decidir si conviene o no introducirse en él.

Te contamos Por qué se erizan los gatos en el siguiente artículo de SoyUnGato.

Sentidos del gato

Al igual que los humanos, los gatos también tienen sentidos. Vamos a verlos más detalladamente.

Oído del gato

El oído del gato es uno de sus órganos más desarrollados, llegando a percibir sonidos que están a más de 20 metros de distancia. Sus orejas son pabellones móviles que modulan para detectar el origen del sonido. Suelen estar protegidos por pelo, en algunas razas como los maine coon es más profuso y se forman penachos que impiden la entrada de suciedad y microorganismos. El oído interno trabaja con el cerebro para mantener el equilibrio.

Olfato del gato

El olfato del gato está íntimamente relacionado con el marcaje y la comunicación felina. Liberan feromonas que les sirven para dejar su huella olorosa y marcar como propio un territorio o a un miembro de su comunidad. También les permiten relajarse y rebajar la tensión cuando, por ejemplo, temen perder el control de su territorio ante la llegada de un nuevo gato a casa. El órgano de Jacobson, ubicado en la boca, contribuye a que afinen el olfato.

Descubre estos Olores que atraen a los gatos en el siguiente artículo que te recomendamos.

Vista del gato

La vista del gato tiene en los ojos a sus principales protagonistas, que, a su vez, actúan como un potente reclamo para los cat lovers a tenor de su belleza. Gracias a sus pupilas elípticas pueden adaptarse al exceso de luz sin llegar a deslumbrarse (lo verás cuando su pupila se reduce a la mínima expresión, a una línea). Por contra, cuando la iluminación es escasa, pueden ver con nitidez por la capa reflectante que tienen detrás del ojo.

Dicha capa es la responsable de que parezca que sus ojos brillan en la oscuridad. Merece tu atención que los ojos de los gatos cuentan con una protección adicional. Es la proporcionada por la membrana nictitante, coloquialmente llamada tercer párpado. Se trata de un párpado extra que, en condiciones normales, no deberías apreciar y que se desplaza del centro del ojo al exterior. Si está inflamado y lo ves, deberías acudir al veterinario.

No dudes en leer las siguientes Curiosidades de los ojos de los gatos, a continuación.

Gusto del gato

La lengua del gato presenta en su parte central varias hileras de espinas puntiagudas, curvadas en forma de U. En la punta cuentan con una cavidad vacía que se encarga de distribuir la saliva para desenredar el pelo, atrapar la suciedad y el pelo muerto y preservar la temperatura corporal (refrescándose cuando hace calor).

Estas púas tienen un tacto áspero porque están recubiertas de queratina y también les sirven para separar la carne de las presas. Sus papilas gustativas son capaces de reconocer los sabores salados (que son con los que más disfrutan), los amargos y los ácidos. No así los dulces.

Mención aparte requiere el sentido del tacto en los gatos, que hemos podido conocerlo en el anterior apartado sobre las patas de los gatos y la piel.

Órganos del gato

Para ahondar en cómo es el cuerpo de un gato por dentro, debemos aludir a varios sistemas, que no difieren en mucho a los que poseemos los humanos. Cada uno de ellos desempeña una función concreta y tiene su reflejo en el resto, haciendo posible que el animal se mantenga sano y se sienta bien. Veámoslos en detalle.

Sistema cardiovascular

Está formado por el corazón, con sus 2 aurículas y sus 2 ventrículos; las venas, las arterias y los vasos sanguíneos. La misión última de este sistema es transportar la sangre al cuerpo y, con ella, el oxígeno, los nutrientes, las células y los residuos para su correspondiente gestión. La sangre también favorece el mantenimiento de la temperatura corporal.

El retorno venoso porta los residuos que deben ser eliminados, mientras que el riego arterial corresponde a sangre oxigenada. Como curiosidad, te diremos que si deseas saber dónde se aloja el corazón de tu gato, basta con que lo tumbes de su lado derecho y palpes su pecho, justo donde termina la pata delantera de ese costado.

Sistema respiratorio

Dicho sistema consta de un tracto superior, del que forman parte la nariz, la garganta y la laringe, y de uno inferior, formado por la tráquea y los pulmones. La misión de estos ellos es calentar y filtrar el aire para que llegue en las mejores condiciones a los pulmones, donde se produce la absorción del oxígeno y la expulsión del dióxido de carbono.

Sistema digestivo

Al igual que nos sucede a los humanos, la digestión comienza en la boca con la masticación. Su cometido es descomponer los alimentos para asimilar los nutrientes y eliminar los alimentos no digeribles y los desechos. Este sistema está constituido por la boca, la faringe, el esófago, el estómago y los intestinos. Vamos a detenernos en la boca.

¿Cuántos dientes tienen los gatos? La boca del gato consta de 12 incisivos, 4 colmillos, 8-10 premolares y de 4 molares. Los colmillos son los encargados de agarrar la comida (o la presa) y los molares de desmenuzarla. A las 2-3 semanas de vida, los gatitos ya disponen de dientes de leche que perderán a los 6 meses, para pasar a disfrutar de los definitivos.

Sistema urinario

En este caso, la misión es doble. Por una parte, se trata de liberar al organismo de las toxinas (los riñones filtran la sangre para que la vejiga las elimine a través de la orina, así como el exceso de agua) y, por otra, asegurar el equilibrio hídrico a fin de prevenir una posible deshidratación, que puede resultar fatal en el caso de los recién nacidos. ¿Sabes que los químicos de la orina también les sirven para comunicarse entre ellos?

¿Por qué es importante la hidratación en mi gato? Descubre la respuesta en el siguiente artículo que te recomendamos.

Sistema nervioso

Los nervios de la médula espinal y el cerebro reciben y emiten señales al cuerpo, llegando a controlar todos los procesos orgánicos.

Sistema reproductivo

Los machos poseen 2 testículos debajo del ano y su pene está cubierto de púas. Tras el acoplamiento, estas púas inducen la ovulación de la hembra. El celo está muy condicionado por la disponibilidad de luz solar, siendo la primavera la época idónea para el apareamiento.

No dudes en consultar Cómo es el pene de un gato y el Celo en gatos y gatas: síntomas, inicio y qué hacer para tener más información.

Sistema endocrino

Las glándulas hipófisis, tiroides, el páncreas, el hígado, los riñones y los ovarios en las hembras y los testículos en los machos segregan las hormonas que los mininos necesitan para una correcta metabolización de los nutrientes. Sin embargo, estas hormonas no solo afectan a su crecimiento y reproducción, sino que inciden en su comportamiento.

Las glándulas suprarrenales controlan los estados de alerta y las sensaciones, de modo que las anomalías en sus niveles pueden predisponer al animal a la ansiedad o el estrés.

En definitiva, con este repaso a la anatomía de un gato esperamos haberte descubierto aspectos interesantes o desconocidos que te ayuden a comprender mejor el comportamiento de tu minino.

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